ESDRAS (LIBRO)

tip, LIBR CRIT LIAT

ver, CRí“NICAS, NEHEMíAS, CANON

vet, (a) Contenido y plan. Este libro se divide en dos secciones: (A) Los judí­os de Babilonia retornan a Judea, conducidos por Zorobabel, el año 538 a.C. Restablecen el altar y el servicio divino, reconstruyen el templo, a pesar de la oposición de los samaritanos (Esd. 1-6). (B) Dejando en silencio un lapso de 58 años, se reanuda el relato con el retomo de una segunda expedición de exiliados, bajo el liderazgo de Esdras, el año 458-457 a.C. El texto relata también las enérgicas acciones que emprendió Esdras para poner punto final a los matrimonios de los israelitas con mujeres extranjeras (Esd. 7-10). El libro contiene además copias de anales y de documentos oficiales. Los documentos provinciales e históricos están redactados en arameo (Esd. 4:8-6:18; 7:12-26). Estos son: las copias de las cartas de los reyes de Persia que recibieron de funcionarios de la provincia “del otro lado del rí­o” (Esd. 4:8-15; 5:8-17; 6:6-12); las respuestas del rey y los decretos impuestos a estos funcionarios (Esd. 4:17-22; 6:3-5; 7:12-16; cp. 7:21, 24); el breve relato histórico trata sobre todo de cuestiones provinciales (Esd. 4:23-5:5; 6:1, 2, 13-18). El arameo habí­a sido ya durante años la lengua comercial y diplomática. El resto del libro, redactado en hebreo, relata la historia interna de Judea, basado en diversos documentos históricos. Esta sección contiene: el edicto real de Ciro en favor de los judí­os (Esd. 1:2-4); la relación de los utensilios del templo (Esd. 1:7-11); las copias de archivos judí­os (Esd. 2:1-67; 8; 10:18-44), con la historia relacionada con todo ello. El empleo del pronombre personal y de la primera persona en singular (Esd. 7:27-9:15) permite identificar las memorias personales de Esdras. Las secciones donde aparece el relato en primera persona del plural, “nosotros”, procede también de estas memorias. En estos pasajes, Esdras habla tanto en nombre de los exiliados como en nombre propio. (b) Autor. No hay ninguna razón de peso para abandonar la tradición de que Esdras mismo fue el autor del libro, a pesar de las teorí­as propuestas por la crí­tica moderna. Es posible que un redactor inspirado hubiera utilizado con posterioridad las memorias de Esdras escritas en primera persona (Esd. 7:27-9:15). Sin embargo, es aún más probable que el mismo Esdras reuniera su documentación para el cuadro general del libro, y que redactara en tercera persona las partes que faltaban para hacer un todo unificado. Si, como afirma la tradición, Esdras fue el autor de Crónicas, el libro de Esdras hubiera sido redactado a continuación, en el perí­odo entre los años 430 a 400 a.C., o poco después, la actividad de Esdras se desarrolló evidentemente durante el reinado de Artajerjes (465-424 a.C.), pero es posible que los libros de Crónicas y de Esdras fueran escritos más tarde. La crí­tica moderna pretende que Esdras no fue más que una recopilación posterior de un siglo más tarde, como mí­nimo, reconociéndole sólo un mí­nimo valor histórico. El descubrimiento de los papiros de Elefantina (del siglo V a.C.) vinieron sin embargo a disipar estas dudas. Estos textos en arameo no sólo se corresponden exactamente con Esdras en cuanto a su contenido de las fórmulas oficiales, sino que dan también el mismo cuadro que Esdras y Nehemí­as acerca de las dificultades sobrevenidas entre los judí­os de Jerusalén y sus adversarios. (c) Cronologí­a del cap. 4:6-23. El orden de sucesión de los reyes de Persia de este perí­odo fue como sigue: Darí­o (521-486 a.C.), Jerjes (486-465) y Artajerjes (465-424). Es evidente que aquí­ el autor no sigue el orden cronológico. Algunos acontecimientos del reinado de Jerjes y de Artajerjes son mencionados antes que ciertos hechos del reinado de Darí­o. La explicación llana y simple es que Esdras acaba un tema (el de los obstáculos puestos a la construcción del templo) antes de pasar al siguiente. (d) Unidad histórica. La unidad histórica se hace patente en los libros de Esdras y de Nehemí­as, que pertenecen al mismo perí­odo lingüí­stico que Crónicas. En la Biblia hebrea, los libros de Esdras y Nehemí­as forman un todo, y el Talmud sigue la misma tradición. Al principio, en la LXX estaban los dos libros reunidos, como sucede en el Códice Vaticano, en el Sinaí­tico y en el Alejandrino. En la LXX, “Esdras A” es un apócrifo, en tanto que “Esdras B” se corresponde con nuestros dos libros de Esdras y de Nehemí­as. La Vulgata separa ambos libros; en ella Esdras figura bajo la indicación “Primer libro de Esdras”, y el libro siguiente se denomina “Segundo libro de Esdras” o “libro de Nehemí­as”. En nuestras Biblias castellanas, Esdras y Nehemí­as son dos libros separados. Esta división se remonta probablemente a los primeros tiempos de la iglesia cristiana. Primitivamente se consideraban ambos libros como dos tomos de una misma obra, al igual que sucede con 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes, 1 y 2 Crónicas. Desde el siglo XVI, las Biblias hebreas distinguen también entre ambos libros, por analogí­a con el uso cristiano, lo que permite hallar con mayor facilidad las referencias. Para las relaciones entre Esdras, Nehemí­as y Crónicas, véanse CRí“NICAS y NEHEMíAS; para la relación entre la Ley y los otros libros del AT, véase CANON.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado