EUFRATES

Eufrates (heb. Perâth, “rí­o bueno y caudaloso”; cun. Purattu; persa antiguo Ufr~tu; gr. Eufrát’s [de donde proviene nuestro nombre español]). Uno de los grandes rí­os del Asia occidental, el principal de la Mesopotamia. Tiene 2 nacientes: una cerca de Erzerum, que alimenta el Eufrates occidental, ahora llamado Karasu; y el otro al oeste del monte Ararat, que alimenta la rama oriental, el Muradsu. Después que los 2 brazos se juntan cerca de Melid, el rí­o fluye formando meandros a través de los montes Antitauro, y al entrar a la Mesopotamia superior forma la gran curva del Eufrates: primero da vueltas hacia el sur (en Apamea) y luego hacia el este (en Tapsacus). Sobre esta gran curva estuvieron ubicadas la famosa ciudad de Carquemis y la ciudad asiria de Til Barsip. Después de su giro al este, el rí­o pronto da vuelta otra vez en dirección al sudeste, recibiendo las aguas de 2 tributarios importantes: el Balîkh (sobre el cual está Harán) y el Kh~bûr. Mapas XI, B-4/5, C-5; III, B-4. En la Mesopotamia inferior el Eufrates ha cambiado su curso en muchas ocasiones desde los tiempos antiguos; en consecuencia, las ruinas de muchas grandes ciudades que antiguamente estaban sobre sus riberas -Sippar, Babilonia, Nippur, Ur, Uruk (la Erec bí­blica), Larsa y Eridu- hoy están a distancias variables de él (fig 62, para el rí­o en Babilonia). Después de recorrer unos 2.850 km el Eufrates se une con el Tigris, y la combinación de ambos se llama Shatt el-Arab. Sin embargo, en tiempos antiguos el Golfo Pérsico se extendí­a más hacia el noroeste, y ambos rí­os desembocaban separadamente en el golfo. Mapa XI, C-5/6. El nombre se menciona por 1ª vez en el AT como uno de los rí­os del jardí­n del Edén (Gen 2:14), pero no se debe suponer la identidad del Eufrates antediluviano con el rí­o actual. A menudo se lo llama sencillamente “el gran rí­o”, y se lo señala como el lí­mite norte de la tierra prometida (Gen 15:18), lo que pocas veces ocurrió, excepto por un breve tiempo durante los reinados de David y de Salomón (2Sa 8:3:1 Cr. 18:3; 1Ki 4:21, 24). En tiempos de los persas, el Eufrates formaba la frontera entre Mesopotamia y el territorio de Siria y Palestina. Por tanto, este último territorio, que se incorporó administrativamente como una satrapí­a, se llamó oficialmente “Más Allá del Rí­o” (Ezr 4:10,11; 5:3; 6:6; Neh 2:7). En el lenguaje simbólico del Apocalipsis se mencionan ángeles que “están atados junto al gran rí­o Eufrates” (Rev 9:14), y la 6ª plaga será derramada sobre el Eufrates (16:12). Véase Armagedón. 213. Palmeras datileras sobre la ribera del rí­o Eufrates.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

rí­o del suroeste de Asia, nace cerca del monte Ararat, con sus 2.735 km de longitud, recorre Turquí­a, Siria e Irak, para desembocar en el golfo Pérsico, con el nombre de Shatt al Arab. En el valle entre los rí­os Tigris y E., se desarrollaron antiguas civilizaciones, como la asiria, la babilónica y la sumeria, y se fundaron grandes centros urbanos, en sus orillas, como Babilonia y Ur, esta última patria de Abraham, desde donde partió hacia Canaán, Gn 11, 28 y 31; 15, 7; Ne 9, 7.

En las Escrituras se habla del E. como uno de los cuatro brazos del rí­o que salí­a de Edén, Gn 2, 14. Yahvéh prometió darle a la descendencia de Abraham la tierra desde el rí­o Nilo hasta el Rí­o Grande, como también se denomina el E. en la Biblia, Gn 15, 18; a Moisés le dice que los confines de la Tierra Prometida van desde el mar de Suf hasta el rí­o E., Ex 23, 31; Dt 1, 7; 11, 24; igual le dice Yahvéh a Josué, sucesor de Moisés, Jos 1, 4; los mismos lí­mites del reino de David y Salomón, 1 R 5, 1. Nabucodonosor, rey de Babilonia, venció a los egipcios en la batalla de Carquemis, en el 605 a.C., dominó Siria y Palestina y extendió sus territorios hasta las márgenes occidentales del rí­o E., 2 R 24, 7; 2 Cro 35, 20; Jr 46, 2.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(heb., perath, de una raí­z que significa irrumpir). El rí­o más largo y más importante de Asia occidental, frecuentemente llamado el Rí­o, el gran rí­o en el AT, siendo el más grande que conocí­a Israel, en contraste con los torrentes de Palestina que se secaban fácilmente (Gen 15:18; Deu 1:7; Isa 8:7). La promesa a Abraham que la heredad de su simiente llegarí­a hasta el Eufrates (Gen 15:18; Deu 1:7; Jos 1:4) recibió cumplimiento parcial en las posesiones pastorales de Rubén (1Ch 5:9-10) y un cumplimiento más completo bajo David y Salomón, cuando los pequeños reinos de esa zona pagaban un tributo anual (2Sa 8:3-8; 1Ki 4:21; 1Ch 18:3; 2Ch 9:26).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Es el mayor rí­o del Asia anterior (hebreo: Perat; árabe: furat), con 2300 km de largo desde su nacimiento (con dos fuentes: éufrates occidental y éufrates oriental) en las tierras altas de Armenia hasta su desembocadura en el golfo Pérsico. La dirección general de la corriente es el sudeste. Hoy se junta con el Tigris unos 100 km antes de su desembocadura. En el perí­odo bí­blico los dos rí­os desembocaban por separado en el mar. El cambio de la corriente repercutió en muchas ciudades, que antes florecí­an junto a sus aguas y hoy se marchitan en medio del desierto.
Como rí­o de caudal permanente, el éufrates fue para Mesopotamia una corriente que decidió su vida y su destino; de ahí­ que en la Biblia, siguiendo el modelo mesopotámico, a menudo se le llame la †œcorriente† sin más (Gen 31:21) o †œel gran rí­o† (Gen 15:18). Los pueblos de Mesopotamia desviaban el agua del éufrates para el riego de sus campos.
Las inundaciones del éufrates fueron probablemente el elemento histórico que sirvió de base a las narraciones sobre el diluvio.
†œDel Nilo al éufrates† fue en los tiempos bí­blicos una fórmula que designaba la unidad polí­tica o, mejor, el territorio polí­ticamente relacionado del Próximo Oriente (Gen 15:18). En el lenguaje eufemista de la polí­tica expansionista de Israel se alude a veces al éufrates como la frontera ideal de Israel por el nordeste (cf., por ejemplo, Deu 1:7; Jos 1:4).

Fuente: Diccionario de Geografía de la Biblia

Gran rí­o que nace en la meseta de Armenia y desemboca en el golfo Pérsico. Tiene dos grandes afluentes, el Karasu o é. Occidental por el N, y el Murad, o é. Oriental. Su longitud es de unos 2.770 km Junto con el Tigris forma la Mesopotamia, una cuenca que abarca 673.400 km2. Tiene grandes crecidas en los meses de marzo, abril y mayo, debido al deshielo. Sus aguas pasan por Turquí­a, Siria e Irak. El nombre hebreo es Perat. Es mencionado como uno de los rí­os que salí­a del †¢Edén (Gen 2:14). A sus orillas se levantó la ciudad de †¢Babilonia, mientras que †¢Ní­nive quedaba en el Tigris. En adición al aprovechamiento de las crecidas para fines agrí­colas, se hicieron gran cantidad de canales de irrigación con las aguas del é., al punto de convertir la tierra adyacente en una gran fuente de producción. Es posible que algunos de estos canales sean los mencionados en el Sal. 137: †œJunto a los rí­os de Babilonia, allí­ nos sentábamos y aun llorábamos…†

En las Escrituras se alude a menudo a él simplemente llamándole †œel rí­o†, por antonomasia. Dios prometió a Abraham darle la tierra †œdesde el rí­o de Egipto hasta el rí­o grande, el rí­o é.† (Gen 15:18; Deu 1:7; Deu 11:24; Jos 1:4). Estos lí­mites fueron alcanzados en el reino de Salomón, que †œtuvo dominio sobre todos los reyes desde el é…. hasta la frontera de Egipto† (2Cr 9:26). El é. es mencionado en el Apocalipsis como lugar donde están atados †œcuatro ángeles…. que estaban preparados … a fin de matar a la tercera parte de los hombres† (Apo 9:14-15). †¢Rí­o.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, RIOS

sit, a4, 404, 181

vet, = “copioso”. Uno de los grandes rí­os del Asia occidental y del mundo. Está formado por la unión de dos afluentes: el Murad, que nace en Armenia, entre el lago Van y el monte Ararat, y el Frat o Kara, que nace cerca de 65 Km. al nordeste de Erzeroum. Constituye la frontera oeste de Mesopotamia. A los 31 grados de latitud norte y 47 de longitud este el Tigris se une al este para formar lo que ahora se llama el Shat el-Arab, que después de un recorrido de cerca de 145 Km. desemboca en el golfo Pérsico. Fue uno de los rí­os del Paraí­so (Gn. 2:14). También fue la frontera nordeste del dominio hebreo cuando éste llegó al máximo de su grandeza (2 S. 8:3; 1 Cr. 18:3; 1 R. 4:21, 24). Los autores bí­blicos lo consideran como el rí­o por excelencia (Dt. 1:7; Jos. 24:2; 1 R. 4:21). Por su confluencia con el Tigris y su serie de canales hizo posibles las brillantes culturas sumeria, babilónica y asiria. La más grande ciudad levantada en sus riberas fue Babilonia.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

El rí­o más largo e importante del sudoeste asiático, llamado Firat Nehri en turco, nombre muy parecido al término hebreo Peráth y al persa antiguo Ufratu. Este rí­o se menciona por primera vez en Génesis 2:14 como uno de los cuatro rí­os que nací­an en Edén.

Lí­mite del territorio asignado a Israel. Dios prometió a Abrahán darle a su descendencia la tierra que se extendí­a †œdesde el rí­o de Egipto hasta el gran rí­o, el rí­o Eufrates†. (Gé 15:18.) Esta misma promesa fue renovada a la nación de Israel. (Ex 23:31; Dt 1:7, 8; 11:24; Jos 1:4.) En 1 Crónicas 5:9 se dice que con anterioridad al reinado de David, algunos descendientes de Rubén habí­an extendido su territorio †œhasta donde se entra en el desierto junto al rí­o Eufrates†. No obstante, puesto que el Eufrates se encuentra a unos 800 Km. al †œoriente de Galaad† (1Cr 5:10), con esta expresión tal vez se quiera dar a entender sencillamente que los rubenitas ensancharon su territorio desde el E. de Galaad hasta donde empieza el desierto de Siria, que se extiende hasta el mismo Eufrates (†œHasta la entrada del desierto que se extiende hasta el Eufrates†, FS; †œalcanzaba el lí­mite del desierto que se extiende desde el rí­o Eufrates hasta aquí­†, Ga). Así­, parece ser que la promesa de Jehová no se cumplió a plenitud hasta la época de los reinados de David y Salomón, cuando la frontera de Israel llegó a incluir el reino arameo de Zobá, que limitaba con el Eufrates al paso de este rí­o por la zona septentrional de Siria. (2Sa 8:3; 1Re 4:21; 1Cr 18:3-8; 2Cr 9:26.) Debido a su importancia, en numerosas ocasiones se le llama †œel Rí­o†. (Jos 24:2, 15; Sl 72:8.)

Afluentes y curso del rí­o. El Eufrates, cuya longitud es de unos 2.700 Km., tiene dos afluentes principales; el Karasu, que nace al NE. de Turquí­a, a unos 100 Km. del extremo SE. del mar Negro, y el Murat Nehri, que tiene su cabecera a más o menos la mitad del camino entre el lago Van y el monte Ararat. A medio camino entre los dos rí­os se extiende el valle del rí­o Araxes, rí­o que algunos identifican con el Guihón de Génesis 2:13. Los cursos del Karasu y del Murat Nehri corren casi paralelos hacia el O., hasta confluir cerca de la ciudad de Keban, a unos 610 m. sobre el nivel del mar.
A partir de esta confluencia se forma el Eufrates. Después de haber recorrido unos 640 Km. por terreno montañoso desde la cabecera del Murat Nehri, en ese punto el rí­o comienza un viaje de unos 480 Km. hacia el S. Su curso, interrumpido por cataratas y rápidos, irrumpe en su tramo final en la llanura siria al N. de la antigua Carquemis (la actual Jerablus).

El vado de Carquemis. Desde Carquemis se dominaba el lugar que los ejércitos y las caravanas tomaban con más frecuencia para vadear el rí­o cuando viajaban desde el N. de Mesopotamia hasta el N. de Siria. Carquemis fue una importante fortaleza que con el tiempo llegó a estar bajo la dominación asiria. (Isa 10:5-9.) El faraón Nekoh tomó la ciudad alrededor de 629 a. E.C., y cuando se dirigí­a a ella, entabló batalla con Josí­as, rey de Judá, a quien dio muerte en Meguidó. (2Re 23:29; 2Cr 35:20-24.) Tres o cuatro años más tarde (625 a. E.C.), las tropas de Nabucodonosor cruzaron el Eufrates y derrotaron a los egipcios en Carquemis, con lo que se inició el ocaso de la dominación egipcia en Siria y en Palestina. (Jer 46:2, 6, 10; 2Re 24:7.)

Desde Carquemis hasta el golfo Pérsico. En Carquemis, el Eufrates se encuentra tan solo a unos 160 Km. del Mediterráneo. Es allí­ donde el curso del rí­o gira en dirección SE. hacia el golfo Pérsico, que se encuentra a más de 1.100 Km. La sección †œmedia† del Eufrates desciende desde Carquemis hasta Hit, ciudad que se halla en la región de los pozos de betún y donde los afluentes Balij y Jabur se incorporan a la corriente del Eufrates. Después de pasar por Hit, el rí­o atraviesa la fértil llanura de Mesopotamia, y a unos 80 Km. al S. de esta ciudad, en las proximidades de Bagdad, le separan del Tigris unos 40 Km. En su parte inferior, el Eufrates se extiende entre los grandes pantanos y lo que en otro tiempo eran canales, por lo que el curso del rí­o se va haciendo más lento.
Por fin, el Eufrates y el Tigris confluyen cerca de Basora, y desde allí­ hasta el golfo Pérsico el rí­o recibe el nombre de Shat el-Arab. Plinio y otros historiadores antiguos dan testimonio de que el Eufrates originalmente llegaba a la desembocadura sin unirse al Tigris. (Historia Natural, VI, XXVI, 128-131.) Se cree que el cieno depositado por ambos rí­os fue formando el delta del golfo Pérsico y que en un principio la costa llegaba mucho más al N., tal vez hasta la antigua Ur de los caldeos, la ciudad natal de Abrahán.
Las aguas del Eufrates alcanzan su nivel más bajo en septiembre y luego suben de forma progresiva hasta el mes de mayo, cuando su nivel es máximo. Durante la primavera se producen inundaciones debido al deshielo. Los desbordamientos anuales de los rí­os Eufrates y Tigris deben ser la base de la referencia de Isaí­as al †œdesierto del mar†. (Isa 21:1, 2.) En tiempos antiguos se controlaban estos desbordamientos con diques y compuertas que conducí­an las aguas a cisternas y canales para el regadí­o. Estos canales formaban una red de irrigación entre el Eufrates y el Tigris que aseguraba la productividad de la mayor parte de la baja Babilonia. Con el transcurso de los siglos, los canales han desaparecido por obstrucción u otras causas, lo que ha perjudicado sensiblemente la agricultura; la acumulación de sales en el suelo debido a las aguas de regadí­o también ha contribuido a la ruina gradual de un valle que en un tiempo fue fértil.

Ciudades más importantes. A orillas del rí­o Eufrates florecieron muchas ciudades antiguas, entre ellas, Ur, Erec, Quis y Babilonia. Al parecer el curso del rí­o se ha desplazado algo hacia el O., de modo que muchas de las ruinas de estas ciudades están ahora a varios kilómetros al E. del rí­o.
La gran ciudad de Babilonia se construyó en un principio a ambos lados del Eufrates, y se usaron las aguas del rí­o para hacer un foso, ancho y profundo, que rodeaba la ciudad, y también, una red de canales intramuros. Cuando cayó Babilonia en 539 a. E.C., Ciro desvió las aguas del Eufrates, de modo que las tropas pudieron entrar en la confiada ciudad por el lecho del rí­o. Así­ †˜se secaron†™ las aguas del Eufrates. (Isa 44:27, 28; 45:1.) En Revelación 16:12 se profetiza que, de manera simbólica, le sucederá lo mismo al †œgran rí­o Eufrates† cuando el sexto ángel derrame su tazón sobre él. El siguiente capí­tulo habla de la destrucción de la simbólica †œBabilonia la Grande†, la cual se sienta sobre muchas aguas, que representan †œpueblos y muchedumbres y naciones y lenguas†. (Re 17:1, 5, 15-18.)

Frontera; Jeremí­as estuvo allí­. Tal como el rí­o Eufrates delimitó la frontera septentrional de la disputada región de Palestina y Siria, por la que lucharon Egipto y Babilonia, de la misma manera, en tiempos del Imperio persa sirvió para dividir el Oriente del Occidente, como lo indica la expresión †œmás allá del Rí­o†. (Esd 4:10, 11; 5:3; 6:6; Ne 2:7.) Con el tiempo, el Eufrates también llegó a ser el lí­mite oriental del Imperio romano.
El relato registrado en Jeremí­as 13:1-7 ha sido muy discutido, pues el que Jeremí­as fuera desde Jerusalén hasta el punto más cercano del rí­o Eufrates, al S. de Carquemis, representarí­a viajar más de 500 Km. tan solo en el trayecto de ida, y el texto indica que tal vez hizo este viaje en dos ocasiones (aunque no se especifica el tiempo que medió entre una y otra). En este pasaje, la traducción de Levoratti y Trusso sencillamente translitera la palabra hebrea por †œPerat†, y en una nota al pie explica que algunos creen que el término no se refiere al Eufrates, sino al pueblo de Pará (Jos 18:23), cerca de Anatot, a pocos kilómetros de Jerusalén. Sin embargo, el hecho de que se repita el nombre Peráth (Eufrates) cuatro veces en este relato es muestra clara de que habí­a una relación importante entre el lugar nombrado y la representación profética allí­ realizada, mientras que la desconocida villa de Pará difí­cilmente podrí­a haber dado algún significado especial al acontecimiento. Aunque algunos señalan que en este texto no se usa la palabra hebrea na·hár (rí­o) en conexión con Peráth, se puede observar que tampoco aparece en Jeremí­as 51:63, donde la referencia al rí­o Eufrates es obvia. Por lo tanto, no existe razón sólida para pensar que el relato de Jeremí­as 13:1-7 se refiera a otro lugar que no sea el rí­o Eufrates.
Es muy posible que Jeremí­as ocultara el cinto cerca del lugar por donde los ejércitos babilonios mandados por Nabucodonosor atravesaron el rí­o cuando marcharon contra Judá y Jerusalén, a las que finalmente desolaron. De todos modos, el viaje —o quizás los dos viajes— de Jeremí­as al Eufrates tiene que haber conferido mucho peso al mensaje de advertencia que esta acción tení­a que transmitir al pueblo del reino de Judá, que era corrupto en sentido espiritual. (Compárese con Jer 2:18, 19.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

El río más grande de Asia occidental y, en consecuencia, mencionado generalmente como hannāhār, ‘el río’, en el AT (p. ej. Dt. 11.24). A veces se lo menciona por su nombre, sin embargo. La forma heb. es perāṯ (p. ej. Gn. 2.14; 15.18), derivada del ac. purattu, que representa al sumerio buranun, y la forma neotestamentaria Eufratēs (Ap. 9.14; 16.12). El Éufrates tiene como fuentes dos afluentes principales en el E de Turquía, el Murad-Su, que nace cerca del lago Van, y el Kara-Su, que nace cerca de Erzerum, y corre, uniéndosele únicamente el Habur (* Habor), hacia el golfo Pérsico con un recorrido de 2000 km. Con poca agua en septiembre, va subiendo gradualmente a lo largo del invierno hasta llegar a subir 3 m en mayo, y luego baja nuevamente hasta septiembre, por lo cual tiene un régimen más suave que el *Tigris. En la llanura aluvial de Babilonia (* Mesopotamia) su curso se ha desviado hacia el O después de los tiempos antiguos, cuando la mayoría de las ciudades importantes, que ahora se encuentran a varios km al E del mismo, se encontraban en sus riberas o cerca de ellas. Esto lo ilustra el hecho de que los sumerios escribían el nombre ideográficamente como “río de Sipar”, ciudad cuyas ruinas se encuentran hoy unos 6 km al E (* Sefarvaim). Además de las muchas ciudades importantes, incluida Babilonia, que se encontraban en sus márgenes en la llanura meridional, la ciudad de Mari se encontraba en su curso medio, no lejos de la unión con el Habur, y el cruce estratégico desde el N de Mesopotamia al N de Siria era vigilado por la ciudad fortaleza de *Carquemis.

Bibliografía. G. E. Wright, °AHWB; S. Moscati, Las antiguas civilizaciones semíticas, 1960.

S. A. Pallis, The Antiquity of Iraq, 1956, pp. 4–7.

T.C.M.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico