G5330

Diccionario Strong

φαρισαῖος

farisaíos

de origen hebreo [Compare H6567]; un separatista, i.e. exclusivamente religiosamente; fariseo, i.e. judío sectario: fariseo.

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Diccionario Tuggy

Φαρισαῖος, ου, ὁ.Fariseo. Miembro de la secta religiosa judía de los fariseos: Mat 3:7; Mat 5:20; Mat 9:11; Mat 23:26; Mar 2:18; Mar 3:6; Mar 7:1; Luc 7:36; Luc 11:37-38; Luc 18:10-11; Jua 3:1; Hch 5:34; Hch 23:6; Hch 26:5; Flp 3:5.

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Diccionario Swanson

(Swanson 5757)

Φαρισαῖος (Pharisaios), ου (ou), ὁ (ho): s.pr.masc.; ≡ Strong 5330; TDNT 9.11-LN 11.49 fariseo (Mat 3:7; Mat 5:20; Mat 23:2; Mat 27:62; Mar 8:15; Mar 12:13; Luc 7:30; Luc 18:10; Jua 3:1; Jua 11:47; Hch 5:34; Hch 15:5; Hch 23:6; Hch 26:5; Flp 3:5; Jua 8:3 v.l.)

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Diccionario Vine NT

farisaios (φαρισαι̂ος, G5330), de una palabra aramea, peras (que se halla en Dan 5:28), que significa separar, debido a una manera de vivir diferente a la de la generalidad de la gente. Los fariseos y saduceos aparecen como partidos distintos en la última mitad del siglo II a.C., aunque representan tendencias que se pueden seguir mucho más atrás en la historia del judaísmo, tendencias que se acentuaron después del retorno de Babilonia (537 a.C.). Los progenitores inmediatos de los dos partidos fueron, respectivamente, los jasideos y los helenistas; los últimos, antecesores de los saduceos, tenían la intención de eliminar la estrechez del judaísmo, y participar en las ventajas de la vida y cultura griegas. Los jasideos, una transliteración del término hebreo jasidim, esto es, los piadosos, eran un grupo de hombres celosos de la religión, que actuaban bajo la conducción de los escribas, en oposición al impío partido helenizante; se refrenaron de oponerse al legítimo sumo sacerdote incluso cuando este se puso de parte de los helenistas. Así, los helenizantes eran una secta política, en tanto que los jasideos, cuyo principio fundamental era una separación completa de los elementos no judíos, eran el partido estrictamente legal entre los judíos, y llegaron finalmente a ser el partido más popular e influyente. En su celo por la ley casi llegaron a deificarla, y su actitud se tornó meramente externa, formal y mecánica. Ponían el énfasis no en la rectitud de la acción, sino en su corrección formal. Como consecuencia, fue inevitable su oposición a Cristo; su manera de vivir y su enseñanza eran esencialmente una condenación de las suyas; de ahí sus denuncias contra ellos (p.ej., Mat 6:2, Mat 6:5, Mat 6:16; Mat 15:7 y cap. 23).

Mientras los judíos seguían divididos en estos dos partidos, la expansión del testimonio del evangelio tiene que haber producido lo que para el público tiene que haber sido una nueva secta, y en el gran desarrollo que tuvo lugar en Antioquía (Hch 11:19-26), el nombre «cristianos» parece haber sido un nombre popular aplicado a los discípulos como una secta, siendo empero la causa primaria su testimonio de Cristo (véase crematizo en LLAMAR). La oposición tanto de fariseos como de saduceos (que no obstante seguían enfrentados entre sí, Hch 23:6-10) contra la nueva «secta» siguió sin disminuir durante la época apostólica.

Fuente: Varios Autores