HONRAR

v. Alabar, Engrandecer, Exaltar, Magnificar
Exo 20:12; Deu 5:16 honra a tu padre y a tu madre
Lev 19:32 honrarás el rostro del anciano, y de tu
Num 22:17 te honraré mucho, y haré todo lo que
1Sa 2:30 porque yo honraré a los que me honran
2Ki 17:33 temían a .. y honraban a sus dioses
Psa 2:12 honrad al Hijo, para que no se enoje
Psa 15:4 pero honra a los que temen a Jehová
Psa 50:23 el que sacrifica alabanzas me honrará
Pro 3:9 honra a Jehová con tus bienes, y con las
Pro 4:8 te honrará, cuando tú la hayas abrazado
Isa 29:13 sus labios me honran, pero su corazón
Isa 43:23 ni a mí me honraste con tus sacrificios
Isa 60:13 y yo honraré el lugar de mis pies
Dan 11:38 mas honrará .. al dios de las fortalezas
Mal 1:6 el hijo honra al padre, y el siervo a su
Mat 15:4; 19:19


A. Verbos kabed (dbeK; , 3513), “honrar”. Este verbo aparece unas 114 veces en todos los perí­odos del hebreo bí­blico. Sus cognados están en las mismas lenguas que el nombre kaboí†d. Un ejemplo de kabed aparece en Deu 5:16 “Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado”. hadar (rd’h; , 1921), “honrar, preferir, enaltecerse, comportarse arrogantemente”. Este vocablo, que se halla 8 veces en el hebreo de la Biblia, tiene cognados solo en arameo, aunque algunos estudiosos creen haber hallado cognados en egipcio y sirí­aco. El término significa “honrar” o “preferir” en Exo 23:3 “Tampoco harás favoritismo al pobre en su pleito” (rva). En Pro 25:6 hadar quiere decir “enaltecerse” o “comportarse con arrogancia”. B. Nombres kaboí†d (d/bK; , 3519), “honor; honra, gloria; gran cantidad; multitud; riqueza; reputación [majestad]; esplendor”. Hay cognados de este vocablo en ugarí­tico, fenicio, arábigo, etiópico y acádico. Se encuentra 200 veces en todos los perí­odos del hebreo bí­blico. Kaboí†d se refiere al gran peso fí­sico de algún objeto. Nahum 2.9 debe leerse así­: “No hay lí­mite a los tesoros; [una gran cantidad] de toda clase de objetos codiciables” (cf. lba). Isaí­as 22.24 (rva) dice que Eliaquim se asemeja a una “estaca en lugar firme” del que colgarán “toda la gloria [las cosas de peso] de la casa de su padre”. Oseas 9.11 exige una acepción similar; kaboí†d se refiere a una gran multitud de personas (“muchedumbre”): “La gloria [muchedumbre] de Efraí­n volará cual ave”. El término no quiere decir simplemente “pesado”, sino también una cantidad de cosas (personas, objetos, conceptos) imponentes o “de peso”. A menudo, kaboí†d se refiere tanto a “riqueza” como (en sentido concreto) a una “reputación” significativa y positiva. Como ejemplo del primer énfasis, los hijos de Labán se quejan que “Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza” (Gen 31:1 primer caso). El segundo énfasis se encuentra en Gen 45:13 donde José ordenó a sus hermanos que informasen a su padre “acerca de toda mi gloria [“honra”] en Egipto”. Aquí­ el mensaje de José incluye un informe sobre su posición y la promesa de que en Egipto estarí­a en condiciones de suplir sus necesidades. Los árboles y los bosques son imponentes, ricos y “esplendorosos”. Dios va a castigar al rey de Asiria con la destrucción de la mayorí­a de los árboles en sus bosques. “La gloria de su bosque y de su campo fértil consumirá †¦ los árboles que queden en su bosque serán en número que un niño los pueda contar” (Isa 10:18-19). En Psa 85:9 predomina la idea de riqueza o abundancia: “Ciertamente cercana está su salvación para los que le temen, para que habite la gloria [abundancia] en nuestra tierra”. El Psa 85:12 comunica la misma idea en otros términos: “Jehová dará también el bien; y nuestra tierra dará su fruto”. Kaboí†d puede también portar un énfasis abstracto de “gloria” (u “honra”) en el sentido de imponer presencia o posición. La mujer de Finees llamó a su hijo Icabod, diciendo: “¡Traspasada es la gloria de Israel! Por haber sido tomada el arca de Dios, y por la muerte de su suegro y de su marido” (1Sa 4:21). En Isa 17:3 kaboí†d contiene la idea más concreta de plenitud de cosas como ciudades fortificadas, soberaní­a y pueblo. Entre estas cualidades se hallan el “honor” o respeto a rango y posición. En Isa 5:13 kaboí†d contiene la idea de “honor” u “honra”: “Sus nobles [los hombres “honorables”] están muertos de hambre, y su multitud reseca de sed” (rva). Aquí­, el vocablo kaboí†d y su término paralelo (multitud) representan a todo el pueblo de Israel, las clases altas y la gente común. En muchos pasajes el vocablo presenta una realidad futura más bien que presente: “En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria” (Isa 4:2). Hay dos matices de la palabra que expresan “honra” o “importancia” (cf. Gen 45:13). En primer lugar, kaboí†d puede destacar la posición de un individuo dentro de la esfera en que vive (Pro 11:16). La “honra” puede perderse debido a obras y actitudes erróneas (Pro 26:1, 8), o bien demostrarse mediante buenas acciones (Pro 20:3; 25.2). El énfasis, entonces, es sobre las relaciones interpersonales. Segundo, muchos usos del término sugieren nobleza, como por ejemplo en 1Ki 3:13 que destaca la “honra” que le corresponde a la familia real. O sea, kaboí†d puede resaltar la posición de respeto y distinción social del que goza la nobleza. En lo que a Dios se refiere, el vocablo denota una cualidad suya por la que se le reconoce. Josué ordenó a Acán dar gloria a Dios en reconocimiento de su importancia, valor y de lo que El significa (Jos 7:19). En este y otros ejemplos semejantes, “honrar” quiere decir hacer algo; lo que Acán tuvo que hacer fue decir la verdad. En otros pasajes, “honrar” a Dios es un reconocimiento cúltico y la confesión de que Dios es Dios (Psa 29:1). Algunos sugieren que en estas y otras citas, cuando el cultuante ve la “gloria” de Dios y lo confiesa en adoración, se alaba su soberaní­a sobre la naturaleza. En otros pasajes, el término señala la soberaní­a de Dios sobre la historia y especí­ficamente apunta hacia una futura manifestación de su “gloria” (Isa 40:5). En fin, encontramos también casos que relacionan la revelación de la “gloria” divina a las manifestaciones de antaño de su soberaní­a en la historia y sobre los pueblos (Exo 16:7; 24.16). hadar (rd;h; , 1926), “honra, honor, esplendor”. Hay cognados de esta palabra únicamente en arameo. Los 31 casos en la Biblia están solo en pasajes poéticos en todos los perí­odos. Primero, hadar se refiere al “esplendor” de la naturaleza: “Y tomaréis el primer dí­a ramas con fruto de árbol hermoso [lit., árboles de esplendor o belleza]” (Lev 23:40 primer caso). Segundo, el término es el equivalente de vocablos hebreos como “gloria” y “dignidad”. Así­, hadar no significa una combinación de atractivo fí­sico y posición social más que una hermosura sobrecogedora. Se dice del Mesí­as que “no hay parecer en El, ni hermosura: verlo hemos, mas sin atractivo para que le deseemos” (Isa 53:2 rv). La humanidad está coronada de “gloria y honra”, en las prioridades divinas y en rango (Psa 8:5). En Pro 20:29 hadar enfoca la misma idea (las señales de rango y privilegio de un anciano son sus canas). Estos casos reflejan un tema que está presente en toda la Biblia: una larga vida es signo de bendición divina y que resulta (a menudo) de ser fiel a Dios; en cambio, la muerte prematura es juicio divino. Cuando se aplica a la naturaleza de Dios, hadar comunica las ideas de brillo esplendoroso, preeminencia y señorí­o: “Alabanza y magnificencia delante de El; poder y alegrí­a en su morada” (1Ch 16:27). Estas son las caracterí­sticas de su santuario (Psa 96:6) y también Dios se reviste de ellas (Psa 104:1). Este uso de hadar tiene su origen en el concepto que se tení­a de un rey o una ciudad real. Todas las cosas buenas de David, Dios se las dio: corona de oro en su cabeza, larga vida y gloria (“esplendor”; Psa 21:3-5). La belleza y el fulgor de los reyes de la tierra proviene, generalmente, de su medio. Así­, Dios dice al respecto de Tiro: “Persas, lidios y libios estaban en tu ejército como tus hombres de guerra. Escudos y cascos colgaban en ti; ellos te daban tu esplendor. Los hijos de Arvad estaban con tu ejército sobre tus muros en derredor, y los gamadeos estaban en tus torreones. Colgaban sus escudos sobre tus muros en derredor; ellos hací­an completa tu hermosura” (Eze 27:10-11 rva). Por el contrario, la “gloria” y el “esplendor” de Dios procede de Dios mismo. El nombre hadarah significa “majestad; esplendor, exaltación; adorno”. Este nombre aparece 5 veces en la Biblia. El vocablo quiere decir “majestad” o “exaltación” en Pro 14:28 (lba): “En la multitud del pueblo está la gloria del rey, pero en la falta de pueblo está la ruina del prí­ncipe” (“el pánico del funcionario” rva; “un prí­ncipe sin súbditos está arruinado” nvi). Hadarah significa “adorno” en Psa 29:2: C. Adjetivo kabed (dbeK; , 3515), “pesado; numeroso; severo; rico”. El adjetivo kabed aparece unas 40 veces. Básicamente este vocablo expresa la idea de “pesado”. En Exo 17:12 el término se refiere a peso fí­sico: “Y las manos de Moisés se cansaban [“estaban pesadas” (rv)]; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostení­an sus manos” (rvr). Esta pesadez puede ser perenne: una cualidad duradera, siempre presente. Cuando el vocablo se usa en un sentido negativo y extensivo, puede describir al pecado, por ejemplo, como un yugo siempre agobiante: “Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como carga pesada me agobian” (Psa 38:4 rva; “me abruman” nvi). Las tareas y responsabilidades suelen ser “pesadas” (Exo 18:18). Moisés argumentó su incapacidad de conducir al pueblo de Dios al salir de Egipto porque era “tardo en el habla y torpe de lengua” (rvr, nrv); o sea, no habí­a fluidez en su hablar ni en su lengua; era vacilante (“pesado”; Exo 4:10). Esta acepción de kabed se encuentra, con una aclaración, en Eze 3:6 cuando Dios describe al pueblo a quien el profeta va a ministrar: “No a muchos pueblos de habla misteriosa [“incomprensible” lba] y de lengua difí­cil, cuyas palabras no entiendes” (rva; cf. nrv). Otro matiz del vocablo se halla en Exo 7:14, refiriéndose al corazón del faraón: “Se ha endurecido, y rehúsa dejar ir al pueblo” (rva). En todos estos contextos kabed describe la carga que pesa sobre el cuerpo (o sobre una de sus partes) de modo que uno queda incapacitado o sin poder actuar adecuadamente. En una segunda serie de pasajes, la palabra se refiere a lo que cae sobre uno y le vence. Así­, Dios envió un “granizo muy pesado” sobre Egipto (Exo 9:18 lba), un gran enjambre de insectos (8.24), una graví­sima pestilencia (9.3) y numerosí­simas langostas (10.14). El primer ejemplo de este matiz del vocablo se encuentra en Gen 12:10 “Era grande el hambre en la tierra” (“severa” lba). Con connotación positiva, kabed puede describir la cantidad de “riquezas” que se posee: “Abram era riquí­simo en ganado, en plata y oro” (Gen 13:2). En Gen 50:9, el término se usa como calificativo de un grupo de personas: “un numeroso cortejo” (rva). En el siguiente versí­culo tiene el sentido de “imponente” o “pesado”: “Hicieron grande y muy triste lamentación” (nrv; “grande y solemne” bj; “solemne y magní­fico” nbe). El adjetivo nunca se usa acerca de Dios.

Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento

Véase bajo HONOR, HONRA, HONORABLE, HONRAR, HONROSO.

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento