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Proceso o capacidad para descubrir ante sí mismo y ante los demás la propia identidad. Se muestra la identidad con gestos, con signos, con palabras o con documentos. Pero la identidad se posee en realidad, cuando se puede ostentar ante los demás y hacerse cada vez más sólida a medida que se crece. La identificación con frecuencia tiene una dimensión social y no sólo personal.
En lo social todo individuo sano tiende a identificar total o parcial con su entorno: familia, ciudad, cultura, lengua, arte, tradiciones y creencias. El ambiente que se respira desde la infancia imprime rasgos que satisfacen o identifican.
En ese contexto social se debe situar también la identificación religiosa: creencias, sentimientos, lenguajes, tradiciones, compromisos, espíritu.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa