JUAN PROFETA

(-> Apocalipsis). El autor del Apocalipsis se presenta a sí­ mismo como Juan (cf. Ap 1,1.4.9; 22,8). Su identificación con Juan Zebedeo y con el discí­pulo amado, autor básico del Cuarto Evangelio, es improbable, por no decir imposible. Parece que Juan, autor del Apocalipsis, era un judeocristiano que emigró de Palestina en los años de guerra y convulsiones del 67 al 73 d.C., integrándose en una comunidad cristiana de Asia (probablemente Efeso). Fue profeta y guí­a de profetas (cf. Ap 19,10; 22,9). Aceptó la herencia de Pablo, fun dador o promotor principal de la iglesia efesina (del 52 al 55 d.C.); pero, al mismo tiempo, se mantuvo fiel a su herencia apocalí­ptica judeocristiana. Fue universal, como Pablo. Pero pensó que la Iglesia corrí­a el riesgo de volverse secta gnóstica. Por eso se sintió obligado a proclamar su voz de alarma, presentando a Roma (y a los que aceptan sus signos en la Iglesia) como Bestia y Prostituta. Escribió su libro en torno al 96 d.C., estando desterrado en Patmos, un islote marino, al occidente de Efeso, “por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo” (Ap 1,9), en circunstancias eclesiales y polí­ticas distintas a las de Pablo. Dirige su libro, de un modo especial, a las siete iglesias más significativas de Asia, mostrando su autoridad ante ellas, pues piensa que se encuentran amenazadas (entre otros por Jezabel*) y que pueden perder su identidad cristiana (dejar su comida y fidelidad comunitaria), por ajustarse al entorno social y religioso del imperio.

PIKAZA, Javier, Diccionario de la Biblia. Historia y Palabra, Verbo Divino, Navarra 2007

Fuente: Diccionario de la Biblia Historia y Palabra