JOTAN

(-> monarquí­a). Un usurpador, llamado Abimélec, habí­a matado a sus hermanos, coronándose rey en Siquem. El sabio Jotán, representante de los asesinados, proclama desde el monte Garizim, en forma de apólogo, la ley de la realeza: “Los árboles se pusieron en camino para ungir a uno su rey. Dijeron al olivo: Sé tú nuestro rey. Les respondió el olivo: ¿Voy a renunciar a mi aceite que da honor a dioses y humanos, para mecerme sobre los árboles? Los árboles dijeron a la higuera: Ven tú, reina sobre nosotros. Les respondió la higuera: ¿Voy a renunciar a mi dulzura y mi sabroso fruto, para mecerme sobre los árboles? Los árboles dijeron a la vid: Ven tú, reina sobre nosotros. Les respondió la vid: ¿Voy a renunciar a mi vino, que alegra a dioses y humanos, para mecerme sobre los árboles? Todos los árboles dijeron a la zarza: Ven tú, reina sobre nosotros. La zarza respondió a los árboles: Si de verdad vení­s a ungirme como rey sobre vosotros, venid y cobijaos a mi sombra. Y si no es así­, brote fuego de la zarza y devore los cedros del Lí­bano” (Je 9,7-15). Los árboles regios (olivo, higuera y vid) forman una trilogí­a vegetal sagrada (con la higuera en vez del trigo, que no tiene altura para ser arbusto): son portadores de la vida, que es honor (aceite), dulzura (higuera), alegrí­a (vino); por eso no necesitan ser reyes. Frente a ellos se eleva envidiosa la zarza, arbusto parásito por antonomasia: no alimenta a los demás, sino que vive de chupar la vida de los otros y así­ planea y parece reinar sobre los árboles del campo y bosque, robándoles la vida. Este apólogo, que presenta a los reyes como parásitos sociales, constituye uno de los ejemplos más fuertes de crí­tica en contra de la monarquí­a*, no sólo dentro de Israel (Samuel*), sino en la literatura universal.

PIKAZA, Javier, Diccionario de la Biblia. Historia y Palabra, Verbo Divino, Navarra 2007

Fuente: Diccionario de la Biblia Historia y Palabra

(Jehová Es Perfecto, o: Que Jehová Complete).

1. Descendiente de Judá a quien se llama †œhijo† de Jahdai. (1Cr 2:47.)

2. Hijo más joven del juez Gedeón (Jerubaal), que residí­a en Ofrá. (Jue 8:35; 9:5.) A la muerte de Gedeón, Abimélec, el hijo que tuvo con su esclava, asesinó a todos sus medio hermanos, es decir, los demás hijos de Gedeón, con la excepción de Jotán, que se habí­a ocultado. Posteriormente, cuando los terratenientes de Siquem hicieron rey a Abimélec, Jotán se subió a la cima del monte Guerizim y se sirvió de una ilustración sobre árboles para pronunciar una maldición profética sobre los terratenientes de Siquem y Abimélec. Luego Jotán huyó y estableció su residencia en Beer. (Jue 9:6-21, 57.)

3. Hijo que el rey Uzí­as (Azarí­as) de Judá tuvo con Jerusá, hija de Sadoc. (2Re 15:32, 33; 1Cr 3:12; 2Cr 27:1; Mt 1:9.) Después que Uzí­as fue herido con lepra cuando se encolerizó con los sacerdotes debido a que le reprendieron por invadir ilegalmente el templo e intentar ofrecer incienso, Jotán se ocupó de los deberes reales en lugar de su padre. Pero, por lo visto, no empezó sus dieciséis años de gobierno hasta la muerte de Uzí­as; tení­a a la sazón veinticinco años de edad (777-762 a. E.C.). (2Re 15:5, 7, 32; 2Cr 26:18-21, 23; 27:8.)
Isaí­as, Oseas y Miqueas sirvieron de profetas en el tiempo de Jotán. (Isa 1:1; Os 1:1; Miq 1:1.) Si bien sus súbditos practicaron la adoración incorrecta en los lugares altos, Jotán personalmente hizo lo que era recto a los ojos de Jehová. (2Re 15:35; 2Cr 27:2, 6.)
En el transcurso del reinado de Jotán se emprendieron muchas obras de construcción. Erigió la puerta superior del templo, construyó gran parte del muro de Ofel y edificó ciudades en la región montañosa de Judá, así­ como lugares fortificados y torres en los bosques. (2Cr 27:3-7.)
Pero Jotán no disfrutó de un reinado pací­fico. Guerreó contra los ammonitas y finalmente los venció. Como resultado, le pagaron durante tres años un tributo anual de 100 talentos de plata (660.600 dólares [E.U.A.]) y 10.000 medidas de coro (unos 2.200.000 l.) tanto de trigo como de cebada. (2Cr 27:5.) Durante su reinado, el paí­s también empezó a sufrir presiones militares por parte del rey sirio Rezí­n y el rey israelita Péqah. (2Re 15:37.)
Jotán fue enterrado a su muerte en la Ciudad de David, y su hijo Acaz, que tení­a unos cuatro años de edad cuando Jotán llegó a ser rey, ascendió al trono de Judá. (2Cr 27:7–28:1.)
Puesto que Jotán solo gobernó dieciséis años, la referencia que se hace en 2 Reyes 15:30 al †œaño veinte de Jotán† parece que ha de entenderse como una referencia al año vigésimo después de llegar a ser rey, es decir, el año cuarto de Acaz. Puede que el escritor de Reyes prefiriese no introducir a Acaz, sucesor de Jotán, en este punto del relato debido a que aún tení­a detalles que suministrar sobre el reinado de Jotán.

[Fotografí­a en la página 135]
Anillo de sellar con el nombre de Jotán

Fuente: Diccionario de la Biblia