JUDEA:

Era el nombre que griegos y romanos daban a la parte de Palestina habitada por los judí­os.

Judeocristiano: Eran los Judí­os convertidos al Cristianismo. San Pablo dedicó dos cartas, Romanos y Gálatas, a los errores que algunos de estos querí­an introducir en el Cristianismo, especialmente, que para “hacerse justo” se necesitaban las “obras de la Ley”, que no bastaba la “fe en Jesucristo”.

El Judaí­smo fue la “cuna” del cristianismo, y, si no hubiera sido por estos escritos de San Pablo, pudo muy bien haber sido tambien su “sepultura”.

(Rom 3:28, Gal 2:16).

Pablo y los Hechos usan el término “judaizante”, a estos Judí­os-Cristianos que practicaban leyes judí­as y las querí­an hacer cumplir a los demás cristianos. El Concilio de Jerusalén, en Hechos 15, fue debido a este serio problema. Se decidió, sobre todo, que para ser un buen cristiano no era necesario “circuncidarse”. En Gálatas les echa en cara a Pedro y Bernabé que viví­an como cristianos, pero que en presencia de los judí­os, querí­an aparentar como que viví­an como judí­os.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

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Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano