JUSTICIA, JUSTIFICACION

A. Verbo tsadaq (qd’x; , 6663), “ser recto, tener razón, ser justificado, ser justo”. Este verbo, que aparece menos de 40 veces en el hebreo bí­blico, se deriva del sustantivo tsedeq. No hay mejor lugar para entender el problema del sufrimiento de los justos que en Job, donde el término se encuentra 17 veces. Aparte del libro de Job, tsadaq es poco frecuente en los demás libros. La primera vez que lo hallamos es en Gen 38:26 (rva), aquí­ Judá admite que Tamar es “justa” en sus demandas: “Más justa es ella que yo, porque no se la he dado a mi hijo Sela”. El significado básico de tsadaq es “ser recto” o “justo”. Es un término jurí­dico que involucra todo el proceso de justicia. Dios “es justo” en todas su relaciones, y comparado con El ningún ser humano es “justo”: “¿Será el hombre más justo que Dios?” (Job 4:17). En un sentido derivado, una causa puede considerarse “justa” cuando todos los hechos indican que el acusado va a ser exonerado de todos los cargos. Isaí­as desafió a las naciones a presentar testigos que pudieran comprobar que su causa era justa: “Que se presenten sus testigos, y que se justifiquen; que escuchen, y digan: Es verdad” (Isa 43:9 rva). Job_ e preocupó por su causa y la defendió delante de sus amigos: “Aunque fuese yo justo, no responderí­a; antes habrí­a de rogar a mi juez” (Job 9:15 rva). Tsadaq también puede denotar el resultado del veredicto, cuando al justo se declara “justo” y jurí­dicamente exonerado de todos los cargos. Job creyó que el Señor finalmente le vindicarí­a en contra de sus opositores (Job 13:18). En su modalidad causativa, el significado del verbo destaca con aun mayor claridad el sentido de un pronunciamiento jurí­dico de inocencia: “Cuando haya pleito entre algunos y acudan al tribunal para que los juzguen, absolverán [tsadaq] al justo [tsaddéí†q] y condenarán al culpable” (Deu 25:1 rva). Los israelitas tení­an la responsabilidad de mantener la “rectitud” o “justicia” en todas las esferas de la vida. Cuando el sistema jurí­dico fracasó debido a la corrupción, los malvados fueron falsamente “justificados” y a los pobres se les robó la justicia con cargos inventados. Un grupo numeroso se adhirió a Absalón cuando prometió justicia a los propietarios de tierras (2Sa 15:4). Sin embargo, Dios aseguró a Israel que se harí­a justicia al fin: “No pervertirás el derecho del necesitado en su pleito. Te alejarás de las palabras de mentira, y no condenarás a morir al inocente y al justo; porque yo no justificaré al culpable” (Exo 23:6-7 rva). Las personas justas seguí­an el ejemplo divino. El salmista exhorta a su pueblo a cambiar su sistema jurí­dico: “Defended al pobre y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso” (Psa 82:3). La esperanza final de Job reposaba en la declaración divina de “justificación”. El Antiguo Testamento concuerda con esta esperanza. Cuando la injusticia prevalece, es Dios el que “justifica”. La Septuaginta traduce el verbo por dikaiao (“hacer justicia; justamente; vindicar”). La traducción más frecuente en las versiones en castellano es “justificar”. Otras versiones lo traducen “dar razón” (bj), “absolver” (nbe, bpd, sbp), “declarar justo” (bla); “declarar inocente” (bvp). B. Nombres tsedeq (qd,x, , 6664); tsedaqah (hp;d;x] , 6666), “justicia, rectitud”. Estos nombres provienen de una raí­z semí­tica que se encuentra, con una connotación jurí­dica, en hebreo, fenicio y arameo. En fenicio y en arameo antiguo implica el sentido de la “lealtad” o “pleitesí­a” de un rey o sacerdote al servicio de su propio dios. En estas lenguas alguna modalidad de la raí­z se combina con otros términos o nombres, de reyes especialmente, con los apelativos de divinidades. Está, por ejemplo, el nombre veterotestamentario de Melquisedec (“rey de justicia”). Una expresión más limitada de esta raí­z (“veracidad” en las declaraciones) se halla en arábigo, lengua semí­tica septentrional. En hebreo rabí­nico tsedaqah quiere decir “limosnas” u “obras de caridad”. Los 157 casos del término tsedaqah se encuentran a través de todo el Antiguo Testamento (excepto Ex, Lv, 2 R, Ec, Lm, Hab, y Sof). Tsedeq, que aparece 119 veces, se encuentra mayormente en la literatura poética. El primer uso de tsedeq es: “No harás injusticia en el juicio. No favorecerás al pobre, ni tratarás con deferencia al poderoso. Juzgarás a tu prójimo con justicia” (Lev 19:15 rva). El primer caso de tsedaqah es: “[Abraham] creyó a Jehová, y le fue contado por justicia” (Gen 15:6 rva). Ha sido difí­cil para los expertos traducir estos dos vocablos prácticamente sinónimos. Las versiones más antiguas basaron sus traducciones en el término diakaiosune (“rectitud”) en la Septuaginta (versión en griego) y sobre el término en la Vulgata (en latí­n), iustitia (“justicia”). En estas traducciones se transfieren, en sentido absoluto, las relaciones jurí­dicas propias de seres humanos al Dios Legislador, el cual es perfecto en “justicia” y “rectitud”. Los exégetas han derramado mucha tinta en sus intentos de interpretar contextualmente los términos tsedeq y tsedaqah. Las conclusiones de los investigadores apuntan en dos direcciones. Por un lado, las relaciones entre personas y entre un ser humano y su Dios, habiendo fidelidad entre ellos, pueden describirse como tsedeq o tsedaqah. Según esta traducción, son términos relacionales. En la propuesta de Jacob a Labán, el vocablo tsedaqah indica la calidad de la relación que habí­a entre ellos. La rv ofrece la siguiente traducción de tsedaqah: “Así­ responderá por mí­ mi justicia mañana, cuando me viniere mi salario delante de ti” (Gen 30:33). Por otro lado, versiones más recientes, como rvr, bvp, rva, nrv, lba y versiones católicas, optan por una traducción más relacional, “honradez”. No obstante, la preponderancia de este énfasis, “rectitud” o “justicia” en sentido abstracto o jurí­dico de una relación, no deja de estar presente en el Antiguo Testamento. El locus clãsicus es Gen 15:6 “Creyó a Jehová, y le fue contado por justicia”. Lamentablemente, en una discusion sobre la dinamica (relacional) versus el sentido estático (abstracto) del vocablo,uno de los dos gana en las traducciones, a pesar de que ambos elementos están presentes en los vocablos hebreos. Los Salmos y los profetas en particular se refieren a “rectitud” o “justicia” como un estado o una condición (sentido abstracto): “Escuchadme, vosotros que seguí­s la justicia, los que buscáis al Señor. Mirad la roca de donde fuisteis tallados, y la cantera de donde fuisteis excavados” (Isa 51:1 lba). Y también: “Mi justicia está cercana; la salvación ya se ha iniciado, y mis brazos juzgarán a los pueblos. En mí­ esperarán las costas, y en mis brazos pondrán su esperanza” (Isa 51:5). La nbe ilustra esta tensión entre el sentido estático y dinámico al traducir tsedeq: “En un momento haré llegar mi victoria [en lugar de tsedeq] amanecerá como el dí­a mi salvación, mi brazo gobernará los pueblos: me están aguardando las islas, ponen su esperanza en mi brazo” (Isa 51:5). O sea que en cualquier discusión sobre los dos términos siguientes, sus significados se encuentran entre lo dinámico y lo estático. Tsedeq y tsedaqah son términos jurí­dicos que se refieren a la justicia en relación con un código legal (la Ley; Deu 16:20), el proceso jurí­dico (Jer 22:3), la justicia del rey como juez (1Ki 10:9); Psa 119:121; Pro 8:15), así­ como la fuente de la justicia, Dios mismo: “Júzgame conforme a tu justicia, Jehová Dios mí­o; y no se alegren de mí­ †¦ Y mi lengua hablará de tu justicia, y de tu alabanza todo el dí­a” (Psa 35:24, 28). El término “justicia” o “rectitud” también incorpora todo lo que Dios espera de su pueblo. Los verbos asociados con “justicia” ilustran lo concreto que es este concepto, por ejemplo, juzgar, tratar, sacrificar y hablar rectamente. También la justicia se aprende, se enseña y se persigue. Sobre la base de una relación especial con Dios, los santos en el Antiguo Testamento le piden tratos justos: “Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey” (Psa 72:1). La Septuaginta ofrece las siguientes traducciones: dikaios (“los que son rectos, justos, conforme a las leyes de Dios”) y dikalosume (“justicia, rectitud”); y eleemosune (“tí­tulo de propiedad; limosnas; obras de caridad”). C. Adjetivo tsaddéí†q (qyDix’ , 6662), “recto; justo”. La modalidad adjetiva aparece 206 veces en hebreo bí­blico. En antiguo arameo el término denota la “lealtad” de un rey o sumo sacerdote a su deidad personal, que se manifiesta a menudo en ofrendas. En fenicio, de manera similar, el nombre y el adjetivo tienen que ver con la relación de un monarca con sus dioses. En Exo 9:27 el vocablo se usa en relación a Dios: “He pecado esta vez. Jehovah es el justo; yo y mi pueblo somos los culpables” (rva). Tsaddéí†q se usa para referirse a una nación en Gen 20:4 (rva): “Dijo: Señor, ¿acaso has de matar a la gente inocente?”

Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento