MARAN-ATA

Maran-ata (gr. marán athá; transliteración del aram. mâran ‘athâ, “[nuestro] Señor ha venido [viene]” o “[nuestro] Señor es el signo”). También es posible dividirla así­: mâranâ ‘thâ ‘, lo que transforma la frase en imperativo: “(nuestro) Señor, ¡ven!” Expresión que aparece sólo en 1Co 16:22, BJ (véase la nota en la RVR). Como muchos otros judí­os de su época. Pablo era bilingüe o, más probablemente multilingüe. Hablaba tanto el arameo, el idioma de la gente de Palestina, y el griego. Sus cartas a los corintios, como en realidad todas sus epí­stolas, fueron escritas en griego, pero su propia familiaridad (y la de algunos de sus lectores) con el arameo, sin duda explican la presencia de esta frase extranjera. Por la transliteración sola no se puede decir cuál de las diversas traducciones posibles de la cláusula aramea es la correcta. Se han sugerido las siguientes: “Nuestro Señor ha venido”, “Oh, Señor nuestro, ven”, Nuestro Señor viene”. Parece que los cristianos usa la expresión como un saludo recordativo de la 2ª venida de Cristo (Phi 4:5; Jam 5:8; Rev 1:7; 3:11). Por tanto, el saludo final del apóstol a los corintios, “Maranata”, se puede comparar con la expresión de absoluta confianza en el regreso del señor de Juan el Revelador al final de su mensaje profético: “El que da testimonio de estas cosa dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí­, ven, Señor Jesús” (Rev 22:20). Marca. Traducción del: 1. Heb. jôthâm, “sello”, “anillo de sellar”; por extensión, la marca que deja el sello (Son 8:6; cf 1R. 21:8; Job. 38:14). 2. Gr. járagma, marca o señal grabada, cortada o impresa sobre documentos, monedas, animales y esclavos para indicar autoridad o dueño (Rev 13:15-17; 14:9, 11; 15:2;16:2; 19:20; 20:4). 3. Gr. stí­gma, marca puesta sobre los esclavos para indicar quién era su dueño (Gá. 6:17). Véase Tatuaje.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico