METODOS EXEGETICOS

(X* lecturas, crí­tica). A lo largo de los siglos se han sucedido varias formas de lectura cristiana de la Biblia, que no se oponen, sino que pueden y deben completarse: (1) Modelo patrí­stico y medieval antiguo. Algunos Padres y teólogos (Orí­genes o san Agustí­n) elaboraron tratados sistemáticos (Sobre los Principios, La Ciudad de Dios…). Pero en su conjunto, la teologí­a consistí­a en el estudio de los textos bí­blicos, desde sus diversas perspectivas: la exégesis literal fijaba la historia o argumento básico de los textos; la exégesis alegórica buscaba el sentido más profundo, de tipo espiritual, desde la unidad de la historia de la salvación; la exégesis moral o tropológica aplicaba los textos a la vida de los creyentes; la exégesis anagógica ofrecí­a una interpretación más mí­stica y escatológica de los textos. La Iglesia oriental ha seguido en la lí­nea anterior, destacando la importancia de la liturgia y de la meditación interior para comprender la Escritura.

(2) Método escolástico. A partir del siglo XIII se inició una elaboración general de la teologí­a separada de la Biblia. De esa forma se organizaron los grandes tratados sistemáticos… que han seguido influyendo hasta el siglo XX. La exégesis se independizó de la teologí­a sistemática y viceversa. Los teólogos acudí­an a la Biblia sólo para buscar un «apoyo» a sus afirmaciones dogmáticas; por su parte los bí­blicos tendí­an a separarse de los teólogos, haciendo un estudio puramente espiritual-filológico de la Sagrada Escritura.

(3) Modelo protestante. Rechazando el esquema escolástico y la interpreta ción normativa de la Biblia, fijada sobre todo por la jerarquí­a, Lutero y los protestantes, a partir del siglo XVI, pusieron de relieve la lectura e interpretación privada de la Biblia. Esa apertura protestante ha sido ejemplar y ha hecho posible el surgimiento de los estudios cientí­ficos de la Biblia, utilizando para ello las diversas ciencias históricas y literarias, tal como se han desarrollado sobre todo en el siglo XIX y XX.

(4) Modelo católico, modelo abarcador. El Vaticano II (Dei Verbum, 1965) ha buscado un modelo teológico integrador, que vincule otra vez la exégesis bí­blica con la teologí­a y la espiritualidad, recogiendo los más valiosos elementos de la tradición antigua, de la exégesis oriental y de la interpretación protestante, pero desde una perspectiva universal, católica. Este modelo, que quiere ser abarcador, católico, no ha sido todaví­a suficientemente desarrollado.

Cf. A. M. Artola y J. M. Sánchez Caro, Biblia y Palabra de Dios, Verbo Divino, Estella 1989; J. Barton (ed.), La interpretación bí­blica, Sal Terrae, Santander 2001; H. DE Lubac, Exégése niédiévale. Lesquatre sensde l’Ecriture I-II, Aubier-Montaigne, Parí­s 1959-1964; V. Mannucci, La Biblia como palabra de Dios, Desclée de Brouwer, Bilbao 1985.

PIKAZA, Javier, Diccionario de la Biblia. Historia y Palabra, Verbo Divino, Navarra 2007

Fuente: Diccionario de la Biblia Historia y Palabra