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Expresión tomada de autores conductistas norteamericanos (“Behavior therapy”) que alude a la posibilidad de controlar con técnicas adecuadas las preferencias y los comportamientos.
Con una buena didáctica rigurosa y científica se puede manejar el comportamiento humano, según el conductismo, que se mantiene en los umbrales del determinismo psicológico o sociológico.
Al margen de que hay muchas posibilidad de orientar el obrar humano con adecuados procedimientos, no se debe olvidar que el hombre es libre.
Ninguna terapia o estrategia es tan condicionante que actúa sobre el hombre como puede actuar sobre la animal. Por eso el animal es amaestrable y el hombre, aunque manipulable, permanece libre en lo esencial y por lo tanto absolutamente impredecible e imprevisible.
Educativamente es importante. Pero en la formación moral de la conciencia lo es más, al tener que actuar con el libre albedrío de las personas y la necesidad de cultivar el respeto ante las decisiones últimas, aunque sean nocivas para el mismo que las toma.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa