NOEMI

Rth 1:2-4:17.


Noemí­ (heb. Noomî, “mi agrado [deleite]” o “agradable [dulzura, delicia]”). Esposa de Elimelec y madre de 2 hijos. Durante una severa hambruna la familia se mudó de Belén a Moab, donde sus hijos se casaron y más tarde su esposo y sus 2 hijos murieron. Después de la muerte de ellos, Noemí­ regresó a Belén, llevando consigo a Rut, una de sus nueras moabitas. Por medio de Rut, que llegó a ser famosa, el nombre de Noemí­ tuvo un lugar en la narración bí­blica (Rth_1-4).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

placentera. Mujer de Elimélek, madre de Majlón y Kilyón, suegra de Rut. Nació en Belén de Judá, pero viví­a en Moab junto con su marido, a consecuencia del hambre que azotaba a esa ciudad. A la muerte de éste y de sus hijos, regresó a Belén con Rut y propició allí­ el matrimonio de Rut con el hacendado Booz. Obed, el hijo de Rut y Booz, fue considerado legí­timamente como hijo de N., por lo que a ésta se la designa también como bisabuela de David, conservando la descendencia de Elimélek.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Esposa de Elimelec de Belén. Al quedar sin esposo y sin hijos regresó a su tierra luego de haber permanecido un tiempo con Rut, su nuera moabita.

En su depresión, dijo que ahora ya no debí­an llamarla Noemí­, dulce, sino más propiamente Mara, amarga. Aconsejó a Rut en los pasos que llevaron al casamiento de ella con Boaz (Rth 3:1-6) y fue el ama del hijo de Rut (Rth 4:16-17).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(Placentera). Mujer de Belén que emigró con su esposo †¢Elimelec a la tierra de Moab a causa de una gran hambre en Israel en tiempos de los jueces. Allí­ enviudó. También murieron sus dos hijos, Mahlón y Quelión, dejando viudas a las moabitas Orfa y Rut. Cuando decidió volver a su paí­s, Rut se negó a dejarla sola y se fue con ella. En Belén, N. arregló el matrimonio de Rut con †¢Booz mediante el sistema del †¢levirato, y recuperó así­ las tierras de su esposo y ayudó a establecer una familia de la cual saldrí­an, después, David y el Señor Jesús. La historia de N. aparece mezclada con la de Rut (Rt. 1-4).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, BIOG TIPO MUJE MUAT

vet, = “mi placentera”. Mujer de Elimelec, que la llevó, junto con sus dos hijos, al paí­s de Moab, a causa de una gran hambre que reinaba en Judá. Los hijos se casaron con muchachas moabitas. Elimelec y sus hijos murieron. Noemí­, acompañada de Rut, una de sus nueras, volvió a Belén de Judá (Rt. 1-4). Pidió no ser llamada más Noemí­, sino Mara, “amarga”, porque el Todopoderoso la habí­a tratado, dijo ella, amargamente. Buscó el bien de Rut, la cual contrajo matrimonio con Booz; ella vino a ser aya del hijo de Rut, Obed. Tipológicamente, representa al Israel desolado, así­ como Rut representa al remanente despreciado pero piadoso, que es introducido a una bendición plena al final, sobre la base de una gracia soberana, como gentiles, pero confiándose a la bondad del Pariente Cercano-Redentor (cfr. Is. 63:16).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

[012]

Viuda que figura como central en el libro bí­blico de Ruth y que emigró al paí­s de Moab con sus dos hijos. Al morir ellos regresó a Israel y en Belén logró casar a su nuera Ruth con un rico propietario de la localidad. De ellos nació Jessé, el padre del Rey David, con lo que se integraba una extranjera en la genealogí­a mesiánica, sí­mbolo de su universalidad salvadora.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

“Y ella les respondí­a: “No me llaméis Noemí­, sino llamadme Mara, porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso”” (Rut 1:20).

Léase: RUT 1. Noemí­ significa “placentera”. Comparada con varias de las mujeres anteriores, Noemí­ se nos presenta como amistosa y amable. Está relacionada con la genealogí­a de Cristo, indirectamente, una de las mujeres con rasgos nobles. La nobleza de sus rasgos da lugar inmediatamente a nuestra sincera simpatí­a, especialmente si añadimos el hecho de sus sufrimientos.

Casada con Elimelec, huyó con su marido de un hambre en su tierra, Belén, y fueron a parar a Moab. Por la historia vemos que su corazón siguió apegado a los suyos y a Belén. Su esposo murió en Moab, en el exilio, y ella se quedó con sus dos hijos, Mahlón y Quelión. Los dos se casaron con mujeres moabitas. Pero el Señor le quitó a sus dos hijos, ya casados, además de haber quedado viuda. Sólo le quedaban las dos nueras, y éstas no eran de su pueblo ni serví­an a su Dios.

Reducida a la extrema pobreza Noemí­ decidió regresar a Belén, tanto más que habí­a oí­do que en Belén el pan era ahora abundante. Salió de Moab acompañada de sus dos nueras.

Era ya, prácticamente una mujer de edad avanzada.

El camino tuvo que serle penoso en gran manera, pero al fin volvió a ver su amada Belén, la ciudad de su felicidad infantil. Podemos imaginarnos el interés con que los habitantes de la ciudad observaron a Noemí­ y la compañí­a que llevaba consigo, una de las nueras. Se nos dice que “toda la ciudad se conmovió por causa de ellas; y decí­an: “¿No es ésta Noemí­?”.” Con lágrimas en los ojos la anciana contestó: “No me llaméis Noemí­, sino llamadme Mara, porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.”
Pero Noemí­ no habí­a regresado sola como dijimos. Una de las nueras habí­a decidido acompañarla, a pesar de que Noemí­ habí­a intentado disuadirla. Noemí­ se nos dice que habí­a despedido a las dos: “Volveos cada una a la casa de vuestra madre.” Noemí­ supondrí­a que las dos habí­an seguido orando a los dioses de Moab. Dos veces consecutivas les suplicó que la abandonaran. Finalmente, Orfa besó a su suegra y regresó a los suyos. Rut, empero, se negó a abandonarla. “Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios”, fue la respuesta decidida de Rut. Moab descendí­a de Lot, y por tanto de Abraham. Es posible que hubiera permanecido un remanente fiel a Dios en Moab y que, sin saberlo Noemí­, Rut hubiera estado en contacto con ellos. El Señor, en todo caso, se acercó a su alma con su gracia omnipotente. Lo que sabemos de cierto, pues, es que Rut decidió abandonar a los dioses de Moab y ser fiel al Dios de Israel. Por ello, tení­a muy poco sentido para ella quedarse en Moab y prefirió ir con su suegra.

Noemí­ era pobre y se sostení­an las dos de las espigas que Rut recogí­a en los campos yendo en pos de los segadores. Los planes que hizo Noemí­ para Rut son distintos de los planes a que nosotros estamos acostumbrados, pero seguí­an las costumbres de aquellos tiempos en Belén.

Las palabras de Noemí­ muestran ternura y consideración para su nuera. Noemí­ venció su amargura y volvió a ser amable y cariñosa como habí­a sido antes. Dios honró a esta mujer abandonada de modo excepcional. Además de incluirla en el relato de las Sagradas Escrituras, y de proporcionarle la simpatí­a de la Iglesia de todos los tiempos. Permitió que su sangre se mezclara con la del Hijo de Dios en el curso de las generaciones.

Preguntas Sugeridas Para Estudio Y Discusión:
1. ¿Qué significa el nombre de Noemí­?
2. ¿Era Noemí­ una mujer de fe?
3. ¿Cómo bendijo Dios finalmente a Noemí­?

Fuente: Mujeres de la Biblia

(Mi Agradabilidad).
Suegra de Rut, que fue antepasada de David y de Jesucristo. (Mt 1:5.)
Era esposa de Elimélec, efrateo de Belén de Judá de la época de los jueces. Debido a un hambre severa, se mudó a Moab con su esposo y sus dos hijos, Mahlón y Kilión. Allí­ murió Elimélec. Posteriormente, los hijos se casaron con las moabitas Orpá y Rut, y unos diez años más tarde ambos murieron sin descendencia. (Rut 1:1-5.)
Desconsolada, Noemí­ decidió volver a Judá. Las dos nueras viudas iniciaron el viaje de regreso con ella, pero Noemí­ les recomendó que se volvieran y se casaran en su propia tierra, pues ella misma se habí­a hecho †œdemasiado vieja para llegar a pertenecer a un esposo†, de modo que no podí­a tener más hijos con quienes ellas pudieran casarse. Orpá se volvió, pero Rut permaneció con Noemí­ por amor a ella y a su Dios, Jehová. (Rut 1:6-17.)
Cuando Noemí­ llegó a Belén, dijo a las mujeres que la saludaban: †œNo me llamen Noemí­ [Mi Agradabilidad]. Llámenme Mará [Amarga], porque el Todopoderoso me ha hecho muy amarga la situación†. (Rut 1:18-21.) Como era la época de la cosecha de la cebada, Rut bondadosamente fue a espigar para su propio sustento y el de Noemí­, de suerte que fue a trabajar en el campo de Boaz. (Rut 2:1-18.) Cuando le dijo a Noemí­ en el campo de quién estaba trabajando, esta percibió la mano de Jehová, puesto que Boaz era un pariente cercano de Elimélec y, por lo tanto, uno de los recompradores. Noemí­ animó a Rut a presentarle este hecho a Boaz. (Rut 2:19–3:18.) Este respondió con prontitud y siguió el trámite legal acostumbrado para recomprar a Noemí­ la propiedad de Elimélec. De modo que de acuerdo con la ley de levirato o matrimonio de cuñado, Rut llegó a ser la esposa de Boaz en favor de Noemí­. Cuando les nació un hijo, las vecinas le pusieron el nombre de Obed, y dijeron: †œLe ha nacido un hijo a Noemí­†. Por lo tanto, Obed se convirtió en el heredero legal de la casa de Elimélec de Judá. (Rut 4:1-22.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

(heb. no˓°mı̂, ‘mi delicia’). Durante el período de los jueces hubo hambre en Belén de Judá, lo que hizo que Elimelec, ciudadano de dicho lugar, llevara a su mujer Noemí, y a sus dos hijos, Mahlón y Quelión, a Moab. Allí la mujer quedó viuda, y sus dos hijos se casaron con mujeres moabitas, Orfa y *Rut, que a su vez también enviudaron.

Noemí decidió volverse a su propia gente sola, y que sus nueras volvieran a contraer matrimonio, pero Rut insistió en acompañarla. Noemí les dijo que en adelante su nombre sería Mara (heb. mārā˒, ‘amargo’) (Rt. 1.20s). En Belén planeó un matrimonio levirato para Rut con su pariente cercano, Booz. El primer hijo que tuvieron, Obed, perteneció a Noemí, y fue abuelo de David (Rt. 4.16s).

M.B.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico