PLAGA

v. Dolencia, Enfermedad, Malo
Gen 12:17 Jehová hirió a Faraón con grandes p
Exo 9:3 la mano de Jehová .. con p gravísima
Exo 11:1 una p traeré aún sobre Faraón y sobre
Num 11:33 hirió Jehová al pueblo con una p muy
Num 14:37 aquellos varones que .. murieron de p
Deu 7:15 todas las .. p de Egipto, que tu conoces
Deu 28:59 Jehová aumentará .. tus p y las p de tu
Deu 29:22 cuando vieren las p de aquella tierra
2Sa 24:25 Jehová oyó las .. y cesó la en Israel
1Ki 8:38 cuando cualquiera sintiere la p en su
2Ch 6:28 cualquiera p o enfermedad que sea
Psa 64:7 Dios los herirá .. de repente serán sus p
Psa 91:10 no te .. mal, ní p tocará tu morada
Psa 106:30 Finees .. hizo juicio, y se detuvo la p
Zec 14:12 esta será la p con que herirá Jehová a
Mar 3:10 tocarle, cuantos tenían p caían sobre él
Act 24:5 hallado que este hombre es una p
Rev 11:6 sangre, y para herir la tierra con toda p
Rev 15:1 ángeles que tenían las siete p postreras
Rev 18:4 salid de ella ni recibáis parte de sus p
Rev 22:18 traerá sobre él las p que están escritas


Plaga (heb. generalmente maggêfâh y makkâh; gr. mástix, “azotes”, “tormento”, “sufrimiento”; pl’gue’, “golpe”, “herida”, “desgracia”). Generalmente, en las Escrituras, un juicio divino como castigo por el pecado, usualmente una enfermedad virulenta o una catástrofe producida por una acción inusitada de fuerzas naturales, como las 10 plagas que cayeron sobre Egipto (Exo 9:14), la “plaga” que cayó sobre Israel por censurar a Moisés cuando Dios destruyó a Coré, Datán y Abiram (Num 16:48, 49), o la “plaga” que siguió a la apostasí­a en Sitim (25:8, 9). Se llama “plaga” (heb. nega ) a la muerte de los primogénitos (Exo 11:1 ), así­ como a la lepra (varias veces en Lev_13 y 14). En Exo 9:3, “plaga” es traducción del heb. deber, “pestilencia”, que parece indicar algún tipo de llaga ulcerosa, que podrí­a ser similar al ántrax moderno; deber generalmente se traduce en la RVR como “pestilencia”* o “peste”. El gr. mástix se usa para diversas enfermedades incurables en pasajes como Mar 3:10 y Luk 7:21 Las primeras 9 de las 10 plagas con las que Dios consiguió que Faraón liberara a su pueblo de Egipto se manifestaron en el campo de la naturaleza: 1. El rí­o Nilo se volvió sangre (Exo 7:17). 2. Ranas (8:2, 3). 3. Piojos (v 16). 4. Moscas (v 21). 5. Peste en el ganado (9:3). 6. Ulceras en los hombres (v 9). 7. Granizo (v 18). 8. Langostas (10:4). 9. Oscuridad sobrenatural (v 21). La naturaleza milagrosa de los primeros 9 juicios consistieron principalmente en su intensidad sin precedentes y, en algunos casos por lo menos, en su oportunidad: vinieron en el momento exacto (8:29; 9:18; 10:4). La 10ª plaga ocasionó la muerte simultánea de los primogénitos de todas las familias en todo Egipto (11:5). Para un estudio enriquecedor, compárese esta lista con las que se mencionan en Psa 78:43-51 y 105:26-36. Durante toda su historia, el pueblo hebreo sufrió de varias plagas, siempre por algún acto de abierta desobediencia. La 1ª de ellas siguió a la adoración del becerro de oro (Exo 32:35). Otra cayó cuando el pueblo murmuró porque querí­a carne (Num 11:33, 34), y otra más en Cades-barnea por la rebelión posterior al informe negativo de los 10 espí­as (14:37). Más de 14.000 personas murieron por la plaga que siguió a la insurrección de Coré, Datán y Abiram (16:46-50). En forma similar, 24.000 murieron por causa de la idolatrí­a y la inmoralidad en Baal-peor (25:9). Siglos más tarde, 70.000 murieron de una plaga cuando David, por vanidad, hizo un censo en Israel (2Sa 24:13-15; cf v 21). En Rev_15 y 16 se predicen 7 grandes plagas que caerán sobre la tierra inmediatamente antes del regreso de Cristo. “En ellas -dice el revelador- se consumaba la ira de Dios” (15:1), pues son los “juicios” de un Dios justo sobre los pecadores perversamente impenitentes (v 4). En la visión se las muestra administradas por 7 ángeles a quienes Juan ve salir del templo de Dios en el cielo (15:5, 6; 16:1). La 1ª es de llagas virulentas e incurables (16:2), mientras que la 2ª y la 3ª convierten las aguas saladas y dulces, respectivamente, en inservibles (vs 3, 4). La 4ª y la 5ª producen intenso calor y oscuridad en rápida sucesión (vs 8-11). La 6ª consiste esencialmente en un engaño, que da como resultado la reunión de las naciones para la batalla del gran dí­a de Dios (vs 12-16). Bajo la 7ª plaga, relámpagos, granizo y terremotos se descargan sobre la humanidad, y la Babilonia mí­stica llega a juicio delante de Dios (vs 17-21).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

calamidad grande y pública. Daño grave, enfermedad.

Figuradamente infortunio. Todos estos significados de este término se encuentran en las Escrituras, como las plagas, los castigos, que anuncia Yahvéh al pueblo y a las generaciones futuras si no cumplen con sus preceptos, Dt 28, 58-62; 29, 21-27.

Las plagas más nombradas de las Escrituras son las de Egipto mandadas por Yahvéh a fin de que el faraón permitiera la salida del pueblo de Israel, cautivo en ese paí­s. Aunque ya es tradicional la expresión †œlas diez plagas de Egipto†, el texto bí­blico, en realidad, sólo lo aplica a la décima.

Las nueve primeras son denominadas más bien, prodigios, señales, como los de Ex 4, como le dice Yahvéh a Moisés, cuando le otorga el poder de hacer estos prodigios, son para que los israelitas †œcrean que se te ha aparecido Yahvéh, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob†; y a fin de que el faraón reconociera el poder de Yahvéh. No hay que buscarle explicación cientí­fica a estos prodigios, que se basan en fenómenos de natural ocurrencia, bien sea en Egipto, como las ranas, en Palestina, como el granizo, o común en ambas regiones, como las invasiones de langostas. El fin del relato sagrado es mostrar tanto a los israelitas como al faraón la omnipotencia de Yahvéh.

Las diez plagas de Egipto fueron: 1a p. El agua se convierte en sangre. Moisés le dijo al faraón que Yahvéh le habí­a enviado a decirle que dejara salir al pueblo de Egipto, para que le rindiera culto en el desierto, pero que el monarca se habí­a negado. Que al golpear las aguas del Nilo con su cayado, se convertirán en sangre, para que conozca el faraón quien es Yahvéh; †œhubo sangre en todo el paí­s de Egipto†, Ex 7, 14-25. 2a p. Las ranas. Como el faraón seguí­an en su obstinación, Yahvéh mandó a Moisés extender su mano con el cayado sobre las aguas para que saltaran ranas por todas partes. El faraón cedió y pidió a Moisés que cesara la p. de las ranas. Así­ sucedió, †œLas juntaron en montones y el paí­s apestaba†. Como el faraón sintió alivio, no cumplió con su palabra, Ex 7, 26-29; 8, 1-11. 3a p. Los mosquitos. Aaarón extendió su mano con el cayado y golpeó la tierra. †œTodo el polvo de la tierra se convirtió en mosquitos sobre todo el paí­s de Egipto†. Pero el faraón continuaba en su negativa a dejar salir el pueblo israelita, Ex 8, 12-15. 4a p. Los tábanos. Moisés vuelve donde el faraón con la misma petición y le anuncia, en caso de que el monarca se niegue, a una invasión de tábanos, haciendo distinción de Gosen, donde habitan los israelitas, para que sepa que Yahvéh está en medio de su pueblo. †œLos tábanos devastaron todo el paí­s†, El faraón accedió con tal que los israelitas no se alejaran mucho. Pero, alejados lo tábanos, el faraón volvió a su obcecación, Ex 7, 16-28. 5a p. Muere el ganado. Moisés vuelve donde el faraón y le dice que si no deja salir al pueblo israelita, sobrevendrá una peste y todo el ganado morirá, menos el de los israelitas. †œY murió todo el ganado de Egipto†. El faraón, sin embargo, siguió en su obstinación, Ex 9, 1-7. 6a p. Las úlceras. Yahvéh mandó a Moisés y Aarón tomar dos puñados de hollí­n, los cuales se convirtieron en polvillo delante del faraón, y todo Egipto sufrió de úlceras eruptivas. El faraón seguí­a en su negativa, Ex 9, 8-12. 7a p. La granizada. Siendo la situación igual, Yahvéh mandó a que le dijera al faraón que no habí­a desaparecido con las plagas, pues lo habí­a reservado para que se supiera en toda la tierra de la grandeza de su nombre. Esta vez cayó granizo, de tal manera †œque nunca se habí­a visto una cosa semejante en el paí­s de Egipto desde que comenzó a ser nación†. El faraón consintió en dejar salir a Israel, pero, cesado el temporal de granizo, se obstinó otra vez, Ex 9, 13-35. 8a p. Las langostas. Una nube de langostas cubrió la superficie del paí­s y no quedó nada verde en Egipto. El faraón dio el permiso a Israel, pero de nuevo se retractó, Ex 10, 1-20. 9a p. Las tinieblas. Unas densas tinieblas cubrieron a Egipto durante tres dí­as. †œNo se veí­an unos a otros… mientras que los israelitas tení­an luz en sus lugares de residencia†. El faraón le dijo perentoriamente a Moisés que no volviera más ante su presencia o morirí­a. †œTú lo has dicho: no volveré a presentarme ente ti†, Ex 10, 21-29. 10a p. Muerte de los primogénitos. Moisés anunció la última p., Yahvéh pasará por en medio de Egipto a media noche. Morirá todo primogénito, desde el del faraón hasta el último, así­ como el de todo ganado. Pero entre los israelitas nada pasará, para que se sepa que Yahvéh distingue entre Egipto e Israel, que es su primogénito, Ex 11, 1-10. Yahvéh hirió a todos los primogénitos a media noche. El faraón llamó a Moisés y a Aarón y les dijo: †œSalid de en medio de mi pueblo, tanto vosotros como los israelitas, e id a dar culto a Yahvéh, como habéis dicho†, Ex 12. 29-34.

El salmista dice: †œEgipto se alegró de su salida llenos como estaban de temor†, Sal 105 (104), 38.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

ver ENFERMEDADES

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Calamidad grande que aflige a un pueblo, Rev 9:41, Num 11:35.

– Las 10 “plagas de Egipto”: De sangre, ranas, piojos, moscas, ganado, úlceras, granizo, langostas, tinieblas, y la última, la muerte de todos los primogénitos de Egipto, Ex.7-11.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

Las palabras hebreas que se traducen †œplaga† o †œazote† tienen el significado literal de †œtoque†, †œcastigo†, †œgolpe†, †œderrota† y †œmuerte†. Jehová Dios envió golpes como castigo por haber murmurado con rebeldí­a (Nú 16:41-50), haber rehusado cumplir con su voluntad (Zac 14:12, 15, 18), haber dado un uso profano a algo sagrado (1Sa 5:1–6:4), haber tocado a sus ungidos (Gé 12:17; Sl 105:15) y haber sido infieles o violado su Ley (Le 26:21; Nú 14:36, 37; 31:16; Dt 28:59-61; 1Cr 21:17, 22; 2Cr 21:12-15). Tales golpes podí­an aplicarse por medios angélicos o humanos. (2Sa 24:17; Jer 19:1-8; 25:8, 9; 49:17; 50:13, 14.) Para que Dios quitase las plagas, se requerí­a que los siervos de Jehová hicieran oraciones de intercesión o que los arrepentidos elevasen oraciones sinceras. (Gé 20:17, 18; 1Re 8:37, 38; 2Cr 6:28, 29.)
Las plagas también podí­an ser la consecuencia natural del pecado de una persona. (Pr 6:32, 33.) Podí­a tratarse de una enfermedad, como la †œplaga de lepra† (Le 13:2), o de una adversidad debida al tiempo y las circunstancias. (Sl 38:11; 73:5, 14.)
Las plagas que Jehová envió sobre Egipto en el tiempo de Moisés fueron manifestaciones de su gran poder e hicieron que su nombre se declarara entre las naciones. (Ex 9:14, 16.) Otros pueblos comentaron sus efectos durante varias generaciones. (Jos 2:9-11; 9:9; 1Sa 4:8; 6:6.) Además, esas plagas demostraron que los dioses de Egipto no tení­an ningún poder. (Ex 12:12; Nú 33:4; véanse DIOSES Y DIOSAS [Las diez plagas]; MOISES [Ante Faraón en Egipto].)
Es obvio que las plagas (gr. ple·gái, cuyo significado literal es †œgolpes; heridas†) que se mencionan en el libro de Revelación son expresiones de la cólera de Dios y señalan simbólicamente al resultado o efecto de sus decisiones judiciales. (Rev 9:18, 20; 11:6; 15:1, 6, 8; 16:9, 21; 18:4, 8; 21:9; 22:18.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

1. mastix (mavstix, 3148), látigo, azote (Act 22:24 “con azotes”; Heb 11:36 “azotes”). Se utiliza metafóricamente de enfermedad o sufrimiento (Mc 3.10: “plagas”; 5.29: “azote”; v. 34: “azote”; Luk 7:21 “plagas”). Véase AZOTAR, AZOTE, B, Nº 1.¶ 2. plege (plhghv, 4127), azote, herida (relacionado con plesso, golpear). Se utiliza metafóricamente respecto de una calamidad, o una plaga (Rev 9:20; 11.6; 15.1,6,8; 16.9, 21, dos veces; 18.4,8; 21.9; 22.18). Véanse AZOTAR, AZOTE, B, Nº 2, HERIR, HERIDA, B, Nº 2. Notas: (1) loimos, plaga, peste, se traduce “una plaga” en Act 24:5, dicho del apóstol Pablo, lo que constituye un calificativo sumamente denigrante y ofensivo; véanse PESTE, PESTILENCIA, PESTILENCIAL; (2) para jelkos, traducido en la RV “una plaga” (Rev 16:2; RVR: “úlcera”; v. 11: “plagas”, RVR: “úlceras”), véanse LLAGA, A, .

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento