RABI

v. Maestro
Mat 23:7 y que los hombres los llamen: R, R
Joh 1:38 ¿qué buscáis? .. R .. ¿dónde moras?


Rabí­ (gr. rhabbí­; del heb. y aram. rabbî, “mi grande [amo]”, “mi maestro”). Tí­tulo de respeto que usaban los discí­pulos al dirigirse a sus maestros. El posesivo “mi” pronto perdió su fuerza, y en el NT sólo se la usaba como una forma de cortesí­a, generalmente equivalente a nuestro “señor”. Se aplicó a Cristo (Mat 26:25; Mar 14:45; Joh 1:38, 49; 3:2, 26; 4:31; 6:25; 9:2; 11:8; etc.) y a Juan el Bautista (Joh 3:26). Cristo aconsejó a sus discí­pulos en contra de codiciar o usar este tí­tulo (Mat 23:7, 8). En este pasaje rhabbí­ parece haber sido usado en un modo más restringido, como un tí­tulo honorí­fico para los eruditos y los doctores de la ley, con la implicación posible de que siendo especialistas en la ley de Moisés, su interpretación de los deberes religiosos allí­ prescriptos era infalible y, por lo tanto, obligatoria. El autor del 4º Evangelio interpreta la palabra rhabbí­ como didáskalos, “maestro”, “instructor” (Joh 1:38). Véase Raboni.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

ver OFICIOS

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(Mi maestro). Tí­tulo honorí­fico con el cual los judí­os llamaban a personas expertas en la enseñanza de la Torá (la ley). Viene de una raí­z hebrea que significa †œgrande†. En el AT no se usa esta palabra, la cual surgió en el perí­odo intertestamentario a partir del famoso Hillel. Los discí­pulos de Juan el Bautista le llamaban R. (Jua 3:26). También el Señor Jesús recibió ese tratamiento (Jua 1:38; Jua 3:2; Jua 4:31; Jua 6:25; Jua 9:2; Jua 11:8; Jua 20:16). Sin embargo él hizo advertencias en contra de los escribas y fariseos, los cuales aman †œque los hombres los llamen: R., R.,† por vanagloria humana (Mat 23:7-8).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, FUNC

vet, Doctor, maestro (el que enseña): tí­tulo de respeto que los judí­os dan a sus jefes espirituales (Mt. 23:7; Jn. 1:38). En la época de Jesús, los judí­os distinguí­an entre tres tí­tulos honorí­ficos; a partir del tí­tulo inferior eran: “rab”, maestro; “rabbi”, mi maestro; “rabboni”, mi señor. En la época del apóstol Juan, el sufijo genitivo de la primera persona (-i) habí­a perdido su sentido particular de pronombre posesivo, porque Juan traduce los términos rabí­ y raboni como significando sólo “maestro” (Jn. 1:38; 20:16).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Designación que en la práctica tení­a el sentido de †œmaestro† (Jn 1:38), pero que poco antes del nacimiento de Jesús, los judí­os la empezaron a utilizar como una forma de saludo y como un tí­tulo de respeto y honor que significaba †œmi grande; mi excelso†, un tí­tulo que exigí­an algunos eruditos, escribas y maestros de la Ley. Les encantaba que les dieran el tí­tulo honorario de †œRabí­†. Jesucristo condenó esa afición a los tí­tulos y prohibió a sus seguidores que se llamasen †œRabí­†, pues él era su maestro. (Mt 23:6-8.)
En la Biblia solo se encuentra el término †œRabí­† en las Escrituras Griegas Cristianas. Se aplica a Jesús en el sentido usual del término (†œMaestro†) doce veces: dos veces lo hace Pedro (Mr 9:5; 11:21); una, dos discí­pulos de Juan (Jn 1:38); una, Natanael (Jn 1:49); una, Nicodemo (Jn 3:2); tres veces, discí­pulos de Jesús cuyos nombres no se especifican (Jn 4:31; 9:2; 11:8); una vez, las muchedumbres (Jn 6:25), y dos veces (una de las ocasiones se repite), Judas. (Mt 26:25, 49; Mr 14:45.) Marí­a Magdalena se dirigió a Jesús llamándole †œRabboni† (Mi Maestro), como también hizo un ciego a quien curó. El pronombre personal †œmi† en ese término se indica con un sufijo, aunque parece haber perdido su significado debido al uso, como sucede con el vocablo francés Monsieur, que significaba originalmente †œmi señor†. (Jn 20:16; Mr 10:51.) En una ocasión se usó la expresión Rabí­ para dirigirse a Juan el Bautista. (Jn 3:26.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

rabbei o rabbi (rJabbeiv, 4461), de una palabra rab, denotando primariamente “dueño” en contraste a un esclavo; junto con el sufijo pronominal que se le añade significaba “mi dueño” y era un tí­tulo de respeto utilizado para dirigirse a los maestros. El sufijo perdió pronto su sentido especí­fico, y en el NT se utiliza este término como un tí­tulo de cortesí­a. Se aplica a Cristo en Mat 26:25,49; Mc 9.5; 11.21; 14.45; Joh 1:38 (donde se interpreta como didaskalos: “Maestro”; véanse también “Raboni” en Joh 20:16); v. 49; 3.2; 4.31; 6.25; 9.2; 11.8; a Juan el Bautista en Joh 3:26: En Mat 23:7,8, Cristo prohí­be a sus discí­pulos que lo codicien o utilicen. En este último versí­culo se interpreta otra vez como didaskalos (en los mss. más comúnmente aceptados; en TR es kathegetes, guí­a, también traducido “maestro”). Véase MAESTRO.¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento