ROBOAM

1Ki 11:43-12:24


Roboam (heb. Rejab’âm,”el pueblo ha sido aumentado”, [el dios] “Am ha aumentado” o “el que agranda [engrandece] el [al] pueblo”; gr. Rhoboám). Hijo de Salomón y de su esposa amonita Naama. Comenzó a reinar a los 41 años como 1er, rey del reino sureño de Judá, después de la división del reino (1Ki 11:43; 14:21). Reinó 17 años (c 931-c 913 a.C.). Al ascender al trono se reunieron representantes de toda la nación en Siquem, la ciudad más céntrica de Israel para coronar al nuevo rey. Sin embaroo, conducidos por Jeroboam, primero exigieron que se aliviaran las cargas públicas. Roboam prometió dar su respuesta a los 3 dí­as, y entretanto buscó consejo de los ancianos, quienes lo animaron a otorgar los justificados pedidos del pueblo, pero aceptó el consejo de los jóvenes criados con él, quienes le sugirieron que no hiciera caso a los reclamos. Desafió a los peticionantes al declarar que los castigarí­a con “escorpiones” en lugar de látigos como habí­a hecho su padre. Como resultado, todas las tribus que estaban al norte y al este se separaron de la casa de David y pusieron como rey a Jeroboam. Roboam trató de hacer volver a las tribus enviando a Adoniram, el encargado de los trabajos forzados como mediador. Este hombre, sin embargo, aparentemente por causa del odio violento hacia él, fue inmediatamente asesinado. Recién entonces reconoció Roboam la seriedad de la situación, y volvió a Jerusalén para prepararse para una guerra contra Jeroboam, con el fin de obligar a las tribus rebeldes a someterse por la fuerza, y sólo desistió cuando el profeta Semaí­as en nombre de Dios le prohibió realizar su plan (1Ki 11:43-12:24; 2Ch 9:31-11:4). A pesar de ello, durante el reinado de Roboam hubo acciones de guerra entre los 2 paí­ses años más tarde (1Ki 14:30). En el 5º año de Roboam, el faraón Sisac (Sheshonk I, el 1er rey de la dinastí­a 22ª de Egipto), aprovechando la división del reino de Salomón, invadió Palestina para reconstruir el perdido imperio asiático de Egipto. Sisac tomó muchas de las ciudades fortificadas de Judá, conquistó Jerusalén y se llevó los tesoros acumulados durante los reinados de David y de Salomón (1Ki 14:25-28; 2Ch 12:1-9). Roboam volvió a fortificar ciudades claves de su paí­s para reforzar sus defensas contra peligros externos (2Ch 11:5-12). El carácter de Roboam muestra que heredó rasgos buenos y malos de su padre. Obedeció al profeta Semaí­as al abstenerse de luchar contra Jeroboam (1Ki 12:24; 2Ch 11:4); se humilló ante Dios en el momento de la invasión de Sisac (2Ch 12:6, 12); recibió en su territorio a los sacerdotes y levitas que fueron expulsados del reino del norte cuando Jeroboam introdujo la adoración del becerro en Betel y Dan (11:11-17). Sin embargo, después de haber servido a Jehová durante 3 años (v 17), “hizo lo malo” (12:14) al permitir que se construyeran lugares altos paganos, toleró ritos inmorales y adoró a dioses extranjeros (1Ki 14:22-24). Roboam tuvo 18 esposas, 60 concubinas, 28 hijos y 60 hijas (2Ch 11:21).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

sea el pueblo ensanchado. Hijo de una amonita llamada Naama, y de Salomón, último rey panisraelita. Sucedió a su padre.

Durante el reinado de Salomón el reino se dividió por las extremadas exigencias de Judá frente a las tribus de Israel, así­ que R. de J. fue el primer monarca del reino del Sur, Judá, hacia 931-913 a. C., a la edad de 41 años: †œDescansó Salomón con sus padres, y después de él dejó a uno de su linaje, lo más loco del pueblo, falto de inteligencia, Roboam, que apartó de su cordura al pueblo†.

Mantuvo luchas contra las tribus de Israel el reino del norte, 1 R 14, 30; Sosaq, rey de Egipto, le lo derrotó y saqueó el templo de Jerusalén, 1 R 12, 1; 14, 25-26; Cr 10, 1; 12, 16.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(heb., rehav†™am). Un hijo de Salomón, y su sucesor sobre el tono de Israel. Su madre fue Naama, una amonita (1Ki 14:21). El nació alrededor del 975 a. de J.C.; tení­a 41 años cuando comenzó a reinar. Las descabelladas extravagancias de Salomón y vana ambición de hacer de Israel el primer poder del mundo de su dí­a lo llevó a estructurar un capital extremadamente costoso y un muy complicado harén. Las muchas mujeres paganas en su harén trajeron como resultado una declinación espiritual en Israel. Los lujos de su palacio y los gastos de sus cuerpos diplomáticos y el programa de construcción dieron como resultado un sistema tributario demasiado pesado. Las tribus norteñas acudieron a Jeroboam en busca de liderazgo, a quien Dios habí­a revelado que él gobernarí­a a diez de las tribus (1Ki 11:26-40). Roboam, haciendo caso al consejo de los jóvenes, rehusó bajar los impuestos, trayendo como consecuencia que Israel se rebelara en contra de él. Cuando Adoniram fue enviado a recolectar el tributo, fue matado y Roboam huyó a Jerusalén (1Ki 12:16-19). Jeroboam fue hecho entonces rey de las diez tribus. Roboam levantó un ejército de Judá y Benjamí­n, pero le fue prohibido por Dios atacar (1Ki 12:20-24).

Roboam se puso a trabajar para hacer su reino poderoso. Fueron edificados lugares altos paganos y santuarios a través de toda la nación, permitiendo que prácticas abominables fueran observadas entre el pueblo (1Ki 14:22-24). Roboam fortificó a Belén, Gat, Laquis, Hebrón y a otras ciudades y les dio refugio a los sacerdotes y levitas a quienes Jeroboam habí­a expulsado de Israel (2Ch 11:5-17). Roboam formó un sustancioso harén y crió a una numerosa familia (2Ch 11:18-23). Tuvo a 18 esposas y 60 concubinas.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(El pueblo es aumentado). Rey de Judá (928-911 a.C.). Hijo y sucesor de Salomón. Su madre fue una amonita llamada †¢Naama (1Re 14:21, 1Re 14:31; 2Cr 12:13). Se casó con su prima †¢Mahalat, †œhija de †¢Jerimot, hijo de David† (2Cr 11:18). A la muerte de Salomón se celebró una gran reunión del pueblo en †¢Siquem, adonde acudió †¢Jeroboam, un rebelde que estuvo exiliado en Egipto, al frente de las diez tribus, que pidieron una disminución de las cargas que les habí­an sido impuestas. R. les dijo que les responderí­a en tres dí­as. Consultó con †œlos ancianos que habí­an estado delante de Salomón†, quienes le aconsejaron a que fuera †œsiervo de este pueblo† y les diera lo que pedí­an, hablándoles en buena forma. Pero R. prefirió las opiniones †œde los jóvenes que se habí­an criado con él†, los cuales le animaron a que hablara con dureza al pueblo y les amenazara con aumentar las cargas. Eso disgustó a los ancianos de Israel. †œIsrael se fue a sus tiendas†, es decir, se decidió no rendir lealtad a R. Pero éste envió más tarde a †¢Adoram para recaudar los impuestos. El pueblo le apedreó. R. se vio obligado a refugiarse en Jerusalén. Las diez tribus tomaron por rey a Jeroboam (1Re 12:1-21).

Así­, el reino quedó dividido, lo cual le debilitó mucho, pues los pueblos subyugados desde tiempos de David y Salomón se fueron independizando e incluso tomaron territorios israelitas, aprovechando que R. y Jeroboam estaban en guerra. Un profeta llamado †¢Semaí­as aconsejó a R. que no prosiguiera con sus hostilidades. R. hizo caso y se dedicó a †œfortificar a Judᆝ, con la construcción de una serie de plazas fuertes en todas sus fronteras, menos en la que le dividirí­a de las diez tribus (1Re 12:22-24; 2Cr 11:1-12). Como Jeroboam se dedicó a la idolatrí­a, gran cantidad de sacerdotes y levitas abandonaron sus ciudades y se concentraron en Jerusalén, así­ como otros israelitas †œque habí­an puesto su corazón en buscar a Jehová Dios de Israel† (2Cr 11:13-17).
sus primeros años R. anduvo †œen el camino de David y de Salomón†, pero luego cambió. En el año quinto de su reinado sufrió la invasión de †¢Sisac rey de Egipto, que subí­a a pelear contra Jeroboam, y tomó en el camino las ciudades de Judá y amenazó a Jerusalén, que aparentemente no fue conquistada, pero tuvo que entregar todas sus riquezas. R. se humilló delante de Dios, por lo cual no fue destruido del todo. Tras diecisiete años de reinado, R. murió, y le sucedió en el trono †¢Abí­as, su hijo (2Cr 12:1-16).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, BIOG REYE HOMB HOAT

ver, HISTORIA BíBLICA, JOSUE, FARAí“N

vet, = “el pueblo se ha engrandecido” o “el que ha hecho engrandecer al pueblo”. Hijo del rey Salomón y de Naama, mujer amonita, una de sus esposas (1 R. 14:31). Roboam, hijo de un padre sabio, era poco sagaz. A la muerte de Salomón, en el año 931 a.C., los representantes de las doce tribus se reunieron en Siquem, en el centro del paí­s, para proclamar rey a Roboam, el legí­timo heredero del trono. La rivalidad, debida a causas más o menos antiguas, tendí­a a alejar a Judá de las tribus del norte y del este. (Véanse HISTORIA BíBLICA c, C y JOSUE.) El pueblo, que sufrí­a los excesivos impuestos exigidos por Salomón, solicitó un alivio con ocasión de la accesión del nuevo monarca. Jeroboam, el portavoz del pueblo, habí­a tenido un importante cargo en el reinado anterior, y el profeta Ahí­as le habí­a anunciado que él reinarí­a sobre diez tribus (1 R. 11:28-40). Roboam hizo que el pueblo esperara durante tres dí­as para conocer su respuesta, y pidió consejo de los ancianos consejeros de Salomón. Ellos le recomendaron que accediera a la demanda del pueblo, que no dejarí­a de mostrarle su gratitud. Pero Roboam siguió los consejos de los de su propia generación, sus amigos de la infancia, y dio una dura respuesta al pueblo: “Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigará con escorpiones” (látigos armados con puntas metálicas). Estas palabras revelan la presunción e insensatez de Roboam. Al separarse entonces del joven rey, diez de las doce tribus renunciaron desde aquel momento a sostener la casa de David. El pueblo lapidó a Adoram, que habí­a sido encargado de recaudar los tributos. Roboam, temiendo sufrir la misma suerte, se volvió apresuradamente a Jerusalén (1 R. 12:1-20; 2 Cr. 10:1-19). Judá, una gran parte de Benjamí­n, y los de Simeón, permanecieron fieles al soberano. Reunió entonces Roboam a sus tropas escogidas para combatir contra las tribus rebeldes, pero el profeta Semaí­as consiguió disuadirlo de ello (1 R. 12:21-24; 2 Cr. 11:1-4). Roboam se dedicó entonces a fortificar las ciudades de Judá y de Benjamí­n, y a proveerlas de ví­veres (2 Cr. 11:5-12). Al erigir su rival becerros de oro en Bet-el y en Dan, los sacerdotes y levitas se refugiaron, casi en su totalidad, en Judá, y contribuyeron a afirmar el trono de Roboam; sin embargo, tres años después el mismo Roboam se entregó a la idolatrí­a (1 R. 14:21-24; 2 Cr. 11:13-17; 12:1). En el quinto año del reinado de Roboam, Sisac (véase FARAí“N, c) invadió Judá, tomó ciudades fortificadas, se apoderó de Jerusalén y saqueó el Templo y el palacio real (1 R. 14:25-28; 2 Cr. 12:2-12). Roboam tuvo dieciocho esposas, sesenta concubinas, veintiocho hijos y sesenta hijas (2 Cr. 11:21). Abí­as, su hijo, pretendí­a que el fallo inicial de Roboam habí­a residido en su juventud y falta de experiencia (2 Cr. 13:1-12). Sin embargo, Roboam tení­a 41 años cuando empezó a reinar. Ocupó el trono durante 17 años, y murió alrededor del año 915 a.C., sucediéndole su hijo Abiam o Abí­as (1 R. 14:21, 31; 2 Cr. 12:13, 16).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

[012]

El Hijo de Salmón que se presenta en la Biblia como el joven imprudente que provoca la división del Reino (1 Rey. 11. 26-4) con su imprudente gobierno.

Recibió la indicación de evitar la guerra con el Norte de un profeta y, desde su reinado, Judá quedó convertido en pequeño reino de dos tribus e Israel en las zonas fecunda del norte con 10 tribus.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

(heb. reḥaḇ˓ā m, ‘expansión del pueblo’). Hijo de *Salomón y Naama que, a la muerte de su padre, se convirtió en el último rey de una Israel unida, y el primero del reino de Judá en el S.

Se discute sobre la cronología del reinado de Roboam. Si suponemos que duró diecisiete años (1 R. 14.21; 2 Cr. 12.13), la fecha sería ca. 931–913 a.C. (* Cronología del AT), pero algunos han acortado el reinado a ca. 922–915 a.C. (W. F. Albright, BASOR 100, 1945, pp. 16–22).

Las medidas opresivas que necesitó establecer Salomón para asegurarse los fondos para sus gastos públicos y reales produjeron un enfrentamiento entre Roboam y el reino del N. A causa de su arrogancia aceptó malos consejos que lo llevaron a aumentar esas cargas, lo que Israel se negó a aceptar. Cuando Roboam envió a Adoram al N fue apedreado, y *Jeroboam fue coronado rey de las diez tribus de Israel (1 R. 12.1–20; 2 Cr. 10). Cuando Roboam reunió sus tropas para sofocar la revuelta, el profeta Semaías le hizo desistir (1 R. 12.21–24).

Judá construyó ciudades fortificadas (2 Cr. 11.5–12), probablemente ante las incursiones de los filisteos (cf. 1 R. 15.27; 16.15) y Egipto. También tuvo Roboam conflictos con Israel (14.30), de donde habían huido los sacerdotes y los levitas en reacción contra las prácticas paganas de ese reino (2 Cr. 11.13–17). El rey egp., *Sisac (Sesonq), atacó Palestina ca. 926 a.C. y la saqueó de un extremo al otro (LOB, pp. 283–290; plenamente estudiado por K. A. Kitchen, The Third Intermediate Period in Egypt, 1972, pp. 432–447), sin olvidar Jerusalén (1 R. 14.25–27).

Prácticas cúlticas paganas aparecieron en Judá (1 R. 14.22–24), posiblemente por influencia de mujeres extranjeras en posiciones de importancia, como la madre del rey, Naama (1 R. 14.21, 31), y su esposa favorita, Maaca (15.13; cf. W. F. Albright, Archaelogy and the Religion of Israel, 1968, pp. 152s). Cuando el profeta Semaías le hizo notar que la invasión de Egipto era castigo divino ocasionado por su apostasía, Roboam se arrepintió (2 Cr. 12.5–8.12).

Cuando murió fue sepultado en Jerusalén, “con sus padres” (1 R. 14.31; 2 Cr. 12.16). Se menciona su nombre en la genealogía de Jesús (Mt. 1.7).

Bibliografía. J. Bright, La historia de Israel, 1985, pp. 276–278; G. E. Wright, Arqueología de Palestina, 1975, pp. 213–218; H. Cazelles, Historia política de Israel, 1984, pp. 162–164; M. Noth, Historia de Israel, 1966, pp. 213ss.

D.W.B.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico