SALVAR, LIBERAR

A. Verbo yasha> ([v’y: , 3467), “salvar, liberar, socorrer”. Además del hebreo, esta raí­z solo está en una inscripción moabita. El verbo se encuentra más de 200 veces en la Biblia. Por ejemplo: “Porque así­ ha dicho el Señor Jehová, el Santo de Israel: En arrepentimiento y en reposo seréis salvos; en la quietud y en la confianza estará vuestra fortaleza. Pero no quisisteis” (Isa 30:15 rva). El verbo aparece solamente en sus raí­ces causativas y pasivas. En esencia, la palabra significa “quitar o librar a alguien de una carga, opresión o peligro”. En Exo 2:17 (primera vez que aparece este verbo) yasha> significa librar a alguien de una carga o trabajo: “Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a sus ovejas”. A menudo denota la acción de librar a alguien de una derrota: “Entonces los moradores de Gabaón enviaron a decir a Josué al campamento de Gilgal: No niegues ayuda a tus siervos; sube prontamente a nosotros para defendernos y ayudarnos” (Jos 10:6). Pedí­an que los salvaran de la muerte. Todaví­a no estaban fuera de peligro, pero pronto lo harí­a. Los gabaonitas veí­an en Israel su única esperanza de salvación. yasha> se usa en otras ocasiones como cuando Jefté se quejó a los de Efraí­n de que no habí­an acudido en su ayuda: “Teí­amos un gran conflicto mi pueblo y yo con los ammonitas; os pedí­ ayuda y no me librasteis de sus manos” (Jdg 12:2 bj). Aquí­ el énfasis está en “poner en libertad” o “librar” de una situación que ya era real. En términos militares, puede significar unir fuerzas para construir un ejército más potente. No es buscar ayuda a última hora. Joab le dijo a Abisai: “Si los sirios pudieren más que yo, tú me ayudarás” (2Sa 10:11; cf. 2Sa 10:9). En cuanto a la justicia y la ley civil, yasha> representaba una obligación de prestar ayuda cuando se escuchaba el clamor de una persona que estaban tocando: “Porque él [el violador] la halló en el campo; dio voces la joven desposada, y no hubo quien la librase” (Deu 22:27; cf.28.29). Por lo tanto, uno podí­a apelar especialmente al rey, quien tení­a la obligación de proteger los derechos individuales: “Entró, pues, aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose en tierra sobre su rostro, hizo reverencia, y dijo: ¡Socorro, oh rey!” (2Sa 14:4; cf. 2Ki 6:26). El rey también “salvó” al pueblo de sus enemigos (1Sa 10:27; cf. Hos 13:10). Jeremí­as dice del rey mesí­anico: “En sus dí­as será salvo Judá, e Israel habitará confiado” (Jer 23:6). Aquí­ yasha> aparece paralelamente con “habitará confiado”, lo cual identifica el significado de yasha> como “librar de peligro”. A la postre, Dios es el Gran Rey que “va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvarnos [librarnos de peligro]” (Deu 20:4) y el Juez de todo Israel. La palabra aparece en muchas peticiones de oración: “Levántate, Jehová; sálvame, Dios mio” (Psa 3:7). Vemos, pues, una combinación de énfasis militar (oración por liberación de un enemigo mediante el uso de la fuerza) y énfasis judicial (oración por lo que es deber del suplicante y obligación del suplicado; en el caso de Dios la obligación es autoimpuesta al establecerse un pacto; cf. Psa 20:9). En otros casos la obligación judicial es clara: el rey ungido de Dios “juzgará a los afligidos del pueblo, salvará a los hijos del menesteroso, y aplastará al opresor” (Psa 72:4). En este pasaje la palabra que aparece en el paralelismo es shapat: “ver que la justicia se aplique”. Muchas veces el salmista tiene en mente el aspecto espiritual del pacto eterno de Dios. Esto se ve claro en pasajes como el Salmo 86, donde David confiesa que, aunque es el rey de Israel, está humillado (piadosamente) y que, aunque disfruta las riquezas de la realeza, está en necesidad (esperando en Dios). En base a estas condiciones espirituales, ora que Dios responda según el pacto: “Guarda mi alma, porque soy piadoso; oh Dios mí­o, a tu siervo que en ti confí­a” (Psa 86:2). Las bendiciones que implora son a la vez eternas (Psa 86:11-13) y temporales (Psa 86:14-17). B. Nombre yeshuí†>a (h[;Wvyí’ , 3444), “salvación, liberación”. Hay 78 casos de este vocablo en el Antiguo Testamento; predomina en Salmos (45 veces) e Isaí­as (19 veces). Se usa por primera vez en ocasión de las últimas palabras de Jacob: “¡Tu salvación esperé, oh Jehová!” (Gen 49:18). “Salvación” en el Antiguo Testamento no se entiende como salvación del pecado, puesto que el término denota una amplia gama de sentidos relacionados con la “liberación”: de aflicción, guerra, servidumbre o enemigos. Las liberaciones son humanas y divinas, pero con el vocablo yeshuí†>ah contadas son las ocasiones en que seres humanos son los que efectúan la “salvación/liberación”. Un par de excepciones: cuando Jonatán trajo respiro de la presión de los filisteos contra los israelitas (1Sa 14:45), y cuando Joab y sus hombres se ayudaron mutuamente en el campo de batalla (2Sa 10:11). “Salvación y liberación” se usa generalmente con Dios como el que la efectúa. Se le conoce como la “salvación” de su pueblo: “Engordó Jesurún, y dio coces (tanto engordó que brillaba de gordo), y abandonó a Dios su creador; despreció a su protector y salvador” (Deu 32:15 lvp; cf. Isa 12:2). Dios realizó muchas maravillas en favor de su pueblo: “¡Cantad a Jehová un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas! Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo” (Psa 98:1). yeshuí†>ah se usa ya sea en un contexto de regocijo (Psa 9:14) o en el caso de una oración por “salvación” y “liberación”: “Yo estoy afligido y dolorido. Tu liberación, oh Dios, me ponga en alto” (Psa 69:29 rva). Habacuc describe al Señor montado en carros de salvación (3.8 lbd) para librar a su pueblo de sus opresores. El peor reproche que se podí­a lanzar contra una persona era que Dios no habí­a acudido para socorrerle: “Muchos dicen acerca de mí­: “¡Dios no lo librará!” [literalmente, “para él no hay salvación en Dios” lba]” (Psa 3:2 rva). Muchos nombres personales contienen una forma de la raí­z, tales como Josué (“el Señor es ayuda”), Isaí­as (“el Señor es ayuda”) y Jesús (una transliteración griega de yeshuí†>ah). yesha> ([v;yE , 3468), “salvación, liberación”. Este sustantivo aparece 36 veces en el Antiguo Testamento. Uno de estos casos es en Psa 50:23 (rva): “El que ofrece sacrificio de acción de gracias me glorificará, y al que ordena su camino le mostraré la salvación de Dios”. tesuí†>ah (h[;WvT] , 8668), “salvación, liberación”. Tesuí†>ah aparece 34 veces. Tenemos un ejemplo en Isa 45:17 (rva): “Israel será salvado por Jehová con salvación eterna. No os avergonzaréis, ni seréis afrentados, por los siglos de los siglos”. Las traducciones en la Septuaginta son: soteria y soterion (“salvación; preservación; liberación”) y soter (“salvador, libertador”). Las revisiones de la rv traducen el vocablo como “salvación, libertad, liberación”.

Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento