SANTIFICAR

v. Apartar, Consagrar, Dedicar, Purificar, Separar
Gen 2:3 bendijo Dios el día séptimo, y lo santificó
Exo 29:37 santificarás, y será un altar santísimo
Exo 29:43 el lugar será santificado con mi gloria
Exo 31:13 que yo soy Jehová que os santifico
Lev 8:10 ungió el tabernáculo y .. y las santificó
Lev 10:3 en los que .. se acercan me santificaré
Lev 20:7 santificaos, pues, y sed santos, porque yo
Lev 21:8 le santificaras, por .. santo será para ti
Lev 21:8 santo soy yo Jehová que os santifico
Lev 22:32 no profanéis .. Jehová que os santifico
Lev 25:10 y santificaréis el año 50 .. de júbilo
Num 11:18 santificaos para mañana, y comeréis
Num 20:13 contendieron .. él se santificó en ellos
Deu 32:51 no me santificasteis en medio de los
Jos 3:5 santificaos, porque Jehová hará mañana
Jos 7:13 levántate, y santifica al pueblo, y dí
1Ki 9:3 yo he santificado esta casa que tú has
1Ch 15:14 los levitas se santificaron para traer
2Ch 7:16 he elegido y santificado esta casa, para
2Ch 29:17 y santificaron la casa .. en ocho días
2Ch 29:34 fueron más rectos .. para santificarse
2Ch 5:16 Dios santo será santificado con justicia
Isa 8:13 Jehová de los ejércitos .. a él santificad
Isa 29:23 santificarán mi nombre; y s al Santo
Jer 1:5 y antes que nacieses te santifiqué, te di
Jer 17:22; Eze 20:20 santificad el día de reposo
Eze 36:23 y santificaré mi .. nombre profanado
Eze 37:28 sabrán .. yo Jehová santificó a Israel
Mat 6:9; Luk 11:2 santificado sea tu nombre
Joh 17:17 santifícalos en tu verdad; tu palabra es
Joh 17:19 me santifico .. ellos sean santificados
1Co 6:11 ya habéis sido santificados, ya habéis
1Co 7:14 el marido .. es santificado en la mujer
Eph 5:26 santificarla .. en el lavamiento del agua
1Th 5:23 Dios de .. os santifique por completo
1Ti 4:5 de Dios y por la oración es santificado
Heb 2:11 el que santifica y los que son santificados
Heb 9:13 si la sangre de los .. santifican para la
Heb 10:10 somos santificados mediante la ofrenda
Heb 10:29 la sangre .. en la cual fue santificado
Heb 13:12 también Jesús, para santificar al pueblo
1Pe 3:15 santificad a Dios el Señor en vuestros


A. Verbo qadash (vd’q; , 6942), “santificar, ser santo”. Este verbo también aparece en fenicio, arameo bí­blico y etiópico. En ugarí­tico q-d-sh significa “santuario”, y en babilónico antiguo qadashu quiere decir “brillar”. Qadash se encuentra unas 170 veces durante todos los perí­odos del hebreo bí­blico. La raí­z principal de este verbo denota un acto o estado por el cual personas o cosas se apartan para el culto a Dios: se consagran o se “hacen sagradas”. para el culto a Dios. Esta acción o condición significa que el objeto o la persona “consagrada”. Debido a este acto y en ese estado la cosa o persona consagrada no debe emplearse en trabajos ordinarios (o de uso profano) y deben tratarse con especial cuidado porque son propiedad de Dios. El primer uso de “qadash” en esta raí­z apunta a la acción: “Luego tomarás parte de la sangre que está sobre el altar y del aceite de la unción, y los rociarás sobre Aarón y sus vestiduras, y sobre sus hijos y sus vestiduras. Así­ serán consagrados Aarón y sus vestiduras, y con él sus hijos y sus vestiduras” (Exo 29:21 rva). Hay aquí­ también matices de santidad ética – moral (espiritual) puesto que la sangre propiciatoria se rociaba también sobre el pueblo que estaba presente. En Exo 29:37 (rva) el énfasis parece recaer sobre la condición de “consagrado o santificado”: “Durante siete dí­as expiarás el altar y lo santificarás; así­ será un altar santí­simo. Todo lo que toque al altar será santificado”. Entonces, todo lo que entre en contacto con el altar pasa a un estado o condición diferente, es “santo”. Ahora le pertenece a Dios y está únicamente a su servicio según a El le plazca. En algunos casos esto implica destrucción (2Sa 6:6 ), mientras que en otros significa que los objetos solo lo podrán usar quienes son ritualmente puros (Num 4:15; 1Sa 21:6). En ciertos casos, esto significa que los objetos se pueden usar únicamente dentro del propio santuario (Num 16:37 ). En algunos pasajes qadash pareciera indicar lo contrario de “santo”, profanado con el fin de que Israel (pueblo santo de Dios) no lo pudiera usar: “No sembrarás en tu viña ninguna otra semilla, porque de hacerlo, tanto los productos de esta siembra como las uvas de tu viña quedarán prohibidos” (Deu 22:9 bla; “inservibles” lba; “no sea que se haga sagrada la cosecha” bj; cf. Eze 44:19; 46.20, etc.). En voz pasiva el verbo quiere decir “manifestar santidad”. Es en este sentido que Moisés escribe: “Estas son las Aguas de Meriba, porque allí­ contendieron los hijos de Israel contra Jehová y El manifestó su santidad entre ellos” (Num 20:13 rva). Esta demostración no indica alguna acción de juicio en contra del pecado (una santidad ética – moral), sino más bien un acto milagroso de liberación. Algunos eruditos perciben aquí­ un énfasis sobre el poder divino, argumentando que en esta etapa de su historia el concepto que tení­a Israel de santidad era semejante al de los paganos, o sea que “santo”, en la mentalidad semita, indica la presencia de algún poder extraordinario. Un uso similar se halla en la promesa del profeta de una futura restauración para Israel: “Cuando yo los haya hecho volver de los pueblos †¦ y haya mostrado mi santidad en ellos a vista de muchas naciones” (Eze 39:27). Otro énfasis de esta raí­z aparece en Lev 10:3 (rva: primer caso bí­blico del término) con la idea de “ser tratado como santo”: “Me he de mostrar como santo en los que se acercan a mí­ [en el culto], y he de ser glorificado en presencia de todo el pueblo”. Una vez más, el énfasis parece recaer sobre el poder divino; Dios quiere un pueblo obediente que le vea como un Dios poderoso (santo). Hay, por supuesto, en esto un matiz ético-moral, porque Dios también desea que su pueblo le obedezca, que deteste el pecado y que ame la justicia (cf. Isa 5:16). La raí­z de la relación de Israel con su Dios es amor en lugar de temor (Deu 6:3, 5ss). Por último,esta raí­z puede usarse como la voz pasiva de la raí­z principal del verbo con el sentido de “ser consagrado o separado para el uso de Dios”: “También me encontraré allí­ con los hijos de Israel, y el lugar será santificado por mi gloria” (Exo 29:43 rva). Qadash tiene varios énfasis en la raí­z intensiva. Primero, puede tener la connotación de “declarar santo” o sea declarar que el objeto o la persona sirve exclusivamente para celebrar la gloria de Dios. En Gen 2:3 (rva: primera mención del término en la Biblia) “Dios bendijo y santificó el séptimo dí­a, porque en él reposó de toda su obra de creación que Dios habí­a hecho”. Un significado similar del vocablo se encuentra en los Diez Mandamientos: “Acuérdate del dí­a del sábado para santificarlo” (Exo 20:8 rva). Israel debe recordar el sábado manteniéndolo santo, alabando la persona de Dios y adorándole en la forma en que El lo indica. Con un matiz un tanto diferente, “santificar” un dí­a especial significa proclamar que es “santo” y que todo el pueblo se compromete a guardarlo debidamente. El mismo sentido puede aplicarse también a los dí­as sagrados paganos: “Santificad un dí­a solemne a Baal. Y ellos convocaron” (2Ki 10:20). En Jl 1.14 el verbo indica los dí­as sagrados en Israel: “Proclamad ayuno, convocad a asamblea”. El verbo, en este contexto, pasa a significar “declarar” y “prepararse”. A veces, con este mismo sentido, el verbo se refiere a la guerra: “Anunciad [“preparad” lba] guerra contra ella” (Jer 6:4; cf. Mic 3:5). Aún los paganos declaran guerra santa: “Alzad bandera en la tierra, tocad trompeta en las naciones, preparad pueblos contra ella” (Jer 51:27). Esta raí­z puede indicar que personas u objetos han sido consagrados exclusivamente a Dios: “Conságrame todo primogénito; todo el que abre la matriz entre los hijos de Israel, tanto de los hombres como de los animales, es mí­o” (Exo 13:2 rva). El primogénito de toda bestia debí­a ofrecerse a Dios como ofrenda al templo o en sacrificio (Exo 13:12-13). Un hijo primogénito podí­a redimirse [rescatarse o comprarse] del Señor (Num 18:15-16) o bien donarse al templo (1Sa 1:24). Qadash puede también usarse en el sentido de hacer algo o alguien cúlticamente puro y reunir todos los requerimientos de Dios en cuanto a pureza en las personas o cosas usadas en el culto formal a Dios. Esta acción aparece en Exo 19:10 (rva), donde Dios dice a Moisés: “Vé al pueblo y santifí­calos hoy y mañana, y que laven sus vestidos”. Una vez consagrado, el pueblo podí­a entrar en la presencia de Dios. En un sentido similar el verbo significa “apartar a una persona para el servicio divino”. Aunque en estos casos el énfasis principal es cúltico, también hay matices ético-morales. Por eso Dios ordena a Moisés que los artesanos hagan una vestimenta especial para Aarón: “Harán las vestiduras sagradas para tu hermano Aarón y para sus hijos, a fin de que me sirvan como sacerdotes” (Exo 28:4 rva). Cuando se hací­a la consagración, rociaban a Aarón y sus hijos con la sangre de la expiación. Tal ofrenda requerí­a la confesión de pecados y el sometimiento a un sacrificio sustitutivo (aunque tipológico. O sea que el vocablo, con este sentido, describe el paso necesario que antecede a la ordenación del oficio sacerdotal. Qadash también tiene que ver con la consagración de objetos para ubicarlos en una condición de pureza ritual y cúltica, dedicados al servicio único de Dios en el culto (Exo 29:36; Lev 16:19). En algunos casos, la consagración de objetos a Dios no requiere ninguna acción, solamente aislarse de ellos. Este es el caso con el monte de la Ley. Moisés reconoce ante Dios que “el pueblo no podrá subir al monte Sinaí­, porque tú nos has ordenado diciendo: Señala lí­mites al monte y santifí­calo” (Exo 19:23). En Isa 29:23-24 (rva) el verbo significa “reconocer que Dios es santo”, la única y verdadera fuente de verdad, y vivir de acuerdo a sus leyes: “Porque sus descendientes [de Jacob], al ver en medio suyo la obra de mis manos, santificarán mi nombre. Santificarán al Santo de Jacob y temerán al Dios de Israel. Los extraviados de espí­ritu conocerán el entendimiento, y los murmuradores aprenderán la lección”. En Eze 36:23 qadash indica “demostrar que uno es santo”, o “demostrar y defender su santidad”. En la raí­z causativa el vocablo se refiere a “ofrendar para uso divino”: “Estará sobre la frente de Aarón, y Aarón cargará con la culpa relacionada con las cosas sagradas que los hijos de Israel hayan consagrado” (Exo 28:38 rva). Entregar algo a Dios también se indica por medio de qadash. Los sacerdotes celebraban una ceremonia de consagración cuando alguna persona decidí­a ofrendar algo suyo a Dios: “David también consagró [los vasos] a Jehová” (2Sa 8:11). En Lev 27:14 hay una lista de varios objetos que se podí­an ofrendar a Dios y luego redimirlos con pagos sustitutivos. En Num 8:17 (rva) Dios equipara “consagrar” con matar a los primogénitos de Egipto: “El dí­a en que yo hice morir a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, los consagré para mí­”. Cuando Dios consagra algún objeto o persona puede significar que El los acepta para su servicio: “He santificado esta casa que has edificado para que yo ponga allí­ mi nombre para siempre” (1Ki 9:3 rva). Con un matiz más enfático, el término es un correlativo de elección lo cual indica que Dios designa a alguien para su servicio: “Antes que salieses de la matriz, te consagré y te di por profeta a las naciones” (Jer 1:5 rva; cf. 12.3). El verbo también significa “preparar para acercarse a Dios: Jehovah ha preparado un sacrificio y ha escogido a sus invitados” (Zep 1:7 rva). Puesto que en este versí­culo “preparar” y “escoger” conforman un paralelismo, “escoger o consagrar” indica también “preparar”. En Num 20:12, “creer” y “santificar” también son correlativos; Moisés no acató la exigencia divina de perfecta obediencia al no cumplir con las órdenes de Dios (cf. Isa 8:13). B. Nombre qodesh (vdeqo , 6944), “cosa santa”. Este sustantivo, que se encuentra unas 470 veces en hebreo bí­blico, también aparece en ugarí­tico. Durante todos los perí­odos del hebreo bí­blico refleja varios de los significados verbales que hemos visto. Primero, qodesh se aplica a objetos y personas que pertenecen a Dios. Todo Israel es “santo”, apartado para el servicio de Dios, con el deber de demostrar esta separación manteniendo la distinción entre lo que es santo (permitido por Dios) y lo que es impuro (Lev 10:10). El vocablo también indica la condición de lo que se ha dedicado al uso especial del pueblo de Dios (Isa 35:8). En un sentido estrecho se usa para referirse a lo “sagrado” o algo separado para el uso en el templo (uso cúltico). Así­, el término describe las vestimentas sacerdotales (sagradas; Exo 28:2). Puede referirse a objetos sagrados que se han ofrendado al señor (para usarse en el santuario y/o por los sacerdotes y levitas; Exo 28:38), así­ como a objetos sagrados que solo sacerdotes y levitas podí­an usar (Exo 29:32-33). En algunos casos las ofrendas dedicadas (sagradas) pueden ser para otros según la orientación de Dios (Deu 26:13). Con sentido similar qodesh describe los objetos sagrados que se han designado para sacrificio y culto ritual (Exo 30:25; Lev 27:10). Israel debe apartar ciertos dí­as sagrados (los sábados) exclusivamente para el culto divino, descanso del trabajo (Exo 20:10), descanso en el Señor (Deu 5:14) y convocatorias santas (Exo 12:16). Qodesh puede ser el resultado de una acción divina. Designa una persona, lugar o cosa como suyo (Exo 3:5 primera mensión del término), o sea, separado y único. Es más, Dios designa a su santuario como un Lugar Santo. La parte exterior del santuario es el Lugar Santo y la interior el Lugar Santí­simo (Exo 26:33), y el altar es un lugar muy santo. Todo esto indica que en diversos grados estos lugares se identifican con el Dios santo (2Sa 6:10-11). Aquel que odia y se mantiene aparte de todo lo que sea muerte o que se asocia con la muerte e idolatrí­a (Eze 39:25). Este vocablo también se usa pocas veces para describir la santidad majestuaosa de Dios, que El no tiene igual e imperfección alguna (Exo 15:11). En al menos un pasaje se enfatiza la santidad de Dios en términos de poder (Jer 23:9). El nombre miqdash, aparece en hebreo bí­blico unas 74 veces, se encuentra también en arameo y en hebreo posbí­blico. El término significa “lugar sagrado” o “santuario”, un espacio dedicado por los hombres bajo la dirección de Dios y con su aprobación como el lugar en que El se encuentra con ellos y recibe su adoración (Exo 15:17 primer uso del término). El sustantivo qadesh, se encuentra 11 veces en el hebreo bí­blico, se refiere a una “prostituta o prostituto” sagrado (Gen 38:21 primer caso bí­blico). La prostitución cúltica masculina era sinónima de homosexualidad (1Ki 22:46). Este sustantivo se encuentra en el Pentateuco en todos los perí­odos de la literatura histórica y en Oseas y Job.

Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento