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Concepto de ministerio o servicio hecho en función especial del mandato recibido de Jesús: “Id y predicad a todas las naciones” (Mc.16.16) Es importante resaltar el concepto de servicio, sobre todo religioso, es uno de los que más se repiten en el Nuevo Testamento.
– Hasta 182 veces se habla de “servicio” en sentido de dependencia, esclavitud, situación contraria a libertad, trabajo obligado (“duleia”, “dulos”) “Sirvamos con espíritu nuevo” (Rom. 7.6)
– Unas 37 veces se habla de criado (país) o “crianza” (paidiske). “Dios ha glorificado a su siervo Jesús” (Hech. 3.33.)
– Son 23 las alusivas al hogar (“hypereteo” o “hyperetes”). “Los servidores de la palabra” (Luc. 1.2).
– Y son 101 las que aluden a la comunidad, a la diaconía o diaconado (dia-koneia), como centro del servicio a la obra de Dios y a la comunidad o pueblo nuevo elegido. “Ministerio del apostolado” (Hech 1.25) y “ministerio recibido del Señor.” (Hech. 20.24)
Basta tal aluvión de referencias para entender que el concepto de “servicio” es profunda y radicalmente cristiano y evangélico. No entenderlo es ignorar lo esencial del Evangelio. Si Cristo “vino a servir y no a ser servido” (Mc. 10.45), la ley de los seguidores de Jesús es servir: “El mayor entre vosotros sea vuestro servidor.” (Mt. 23.11).
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa