TEXTOS Y VERSIONES (AT)

La Biblia hebreo estaba divida en
( 1 ) Ley (Torah, es decir, el Pentateuco),
( 2 ) Profetas (Neb-hiim, incluyendo Josué, Jueces, Reyes y los profetas posteriores: Isaí­as, Jeremí­as, Ezequiel, y Los Doce Profetas Menores), y
( 3 ) Los Escritos (Kethuviam, compuesto de los 11 libros restantes). El AT hebreo constaba de 24 libros, combinando ciertos libros que figuran separados en castellano; Josefo, con más combinaciones, redujo el número a 22.

La confirmación final por los eruditos judí­os de los libros de la Ley, los Profetas y los Escritos, como exclusivamente canónicos, no puede fecharse más tarde que 400, 200 y 100 a. de J.C. respectivamente. Sin embargo, el testimonio escrito y la adopción por consenso indudablemente se anticipaba a esas fechas varios siglos. Los libros del AT eran todos escritos inspirados de hombres escogidos por Dios, cubriendo un perí­odo de aprox. 1.000 años, comprendiendo las fechas tradicionales de 1450 a 444 a. de J.C.

Que se sepa, no existen hoy textos autógrafos de ningún escrito del AT. Hasta 1947 d. de J.C. cuando se descubrieron los Rollos del Mar Muerto, los manuscritos completos existentes más antiguos de la Biblia hebreo databan del año 1000. Entre las antiguas civilizaciones del Cercano Oriente, la escritura era conocida tan temprano como hacia el año 3000 a. de J.C. (Act 7:22).

El At fue escrito originalmente en heb., con excepción de unos pocos caps. y vv. en los últimos libros. Estos fueron escritos en arameo, una lengua afí­n (Dan 2:4—Dan 7:28; Ezr 4:8—Ezr 6:18; Ezr 7:12-26; Jer 20:11).

La Septuaginta estaba en boga en la época de Jesús y es a menudo citada por los escritores del NT. Es una traducción del hebreo al gr. hecha por eruditos judí­os en Alejandrí­a, Egipto. El Pentateuco fue traducido como hacia 250 a. de J.C. y todo el AT completado unos 100 años más tarde. El términoSeptuaginta deriva de la palabra lat. 70, representando a los 72 rabinos, como se cree, que hicieron la traducción, probablemente bajo órdenes de Ptolomeo Filadelfos. El gr. que se utilizó no era el idioma clásico sino más bien anticipaba al del NT, el koine. Estuvo designada para preservar la vieja religión entre los judí­os dispersos, en un lenguaje que ellos usaban comúnmente. Los más antiguos fragmentos de la Septuaginta que hoy existen son de un rollo de papiro de Deuteronomio, que data de c. 150 a. de J.C. (Ver SEPTUAGINTA.) En el siglo II d. de J.C. se hicieron tres traducciones del hebreo al gr., pero sólo han quedado fragmentos de ellas. Aquila, un prosélito judí­o, hizo una traducción muy lit. que llegó a ser la versión gr. oficial para los judí­os.

Teodosio, un creyente de Ponto, hizo una traducción entre 180 y 192 que parecí­a ser en parte una revisión de la LXX. Era una traducción libre en griego idiomático, y llegó a ser popular en las iglesias cristianas primitivas. Hacia el año 200 Sí­mmaco tradujo fielmente el hebreo a un gr. bueno y suave, aun cuando fue más bien una paráfrasis. El comentario de Jerónimo sobre estas versiones era que †œAquila tradujo palabra por palabra, Sí­mmaco sigue el sentido, Teodosio difiere ligeramente de la LXX.† Los tárgumes eran probablemente traducciones orales de las Escrituras hebreo al arameo después que éste reemplazó al hebreo como idioma oral de los judí­os.

Los tárgumes contienen instrucciones religiosas junto con interpretaciones que acompañaban a la lectura de las Escrituras en las sinagogas (Luk 4:16-27).

La Peshitta es la Biblia siriaca del AT traducida en el siglo II a III d. de J.C.

para beneficio de los creyentes de habla siriaca. Han sobrevivido muchos manuscritos. Los detalles más antiguos que se conocen de cualquier manuscrito de la Biblia se encuentran en uno que contiene Génesis, éxodo, Números y Deuteronomio, que data del año 464 d. de J.C.

Las antiguas versiones lat. probablemente se originaron entre los judí­os de Cartago que hablaban lat. y fueron adoptadas por los creyentes. Una Biblia completa en †œLatí­n Antiguo† circulaba en Cartago hacia el año 250 d. de J.C.

Antes de los dí­as de Jerónimo habí­a una variedad de versiones lat. representando tres tipos del texto en lat. antiguo: africano, europeo e italiano.

La Vulgata fue producida por el erudito Jerónimo en una cueva en Belén contigua a la que él creí­a era la gruta de la Natividad. Jerónimo tradujo directamente del hebreo con referencias a la LXX y a la Hexapla de Orí­genes. El papa Dámaso le comisionó en 382 d. de J.C. para hacer una revisión oficial de la Antigua Biblia Latina. Completó su trabajo en 405. Aunque no es una traducción infaliblemente exacta del texto original, la Vulgata es una obra estimable. Fue más bien una interpretación del pensamiento, puesta en un lat. idiomático y elegante. Durante mil años virtualmente no tuvo rival. La versión Douay, traducida de la Vulgata, fue hasta recientemente la única Biblia autorizada de los católicos romanos.

Las versiones cópticas se hicieron para los creyentes en Egipto en el siglo II o III d. de J.C. La versión etí­ope se hizo en el siglo IV o V. La versión gótica fue preparada por Ulfilas hacia el año 350. La versión armenia, hermosa y fiel, fue hecha para los creyentes del Asia Menor oriental hacia el año 400. Una gemela de la última fue la versión georgiana, del siglo V o VI. La versión eslava del siglo IX está preservada en el manuscrito más antiguo de toda la Biblia que existe en la actualidad. Está fechada en 1499, y se la conoce como el Códice Gennadio, actualmente en Moscú. La versión árabe, que se hizo necesaria debido a las conquistas árabes de los siglos VII y VIII, fue iniciada en Saadya en el décimo siglo.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano