TRIBU

v. Descendencia, Familia, Hijo
Num 36:9 no ande la heredad .. de una t a otra
Jdg 21:3 ¿por qué .. que falte hoy de Israel una t?
Psa 122:4 allá subieron las t, las t de JAH
Heb 7:14 que nuestro Señor vino de la t de Judá
Jam 1:1 Santiago .. a las doce t que están en la
Rev 7:4 sellados de todas las t de los .. de Israel


grupo de personas que comparten costumbres, lengua y territorio.

Descendencia que puede ser derivada de un matrimonio o un padre que funda una t. en sucesión ininterrumpida.

En el caso de las t. de Israel el padre fundador fue Jacob, a quien Dios llamó Israel y que tuvo dos mujeres: Lí­a y Raquel. Las dos mujeres de Jacob, compitieron por tener hijos, que finalmente habrí­an de ser doce varones y Dina, una hija: Hijos de Lí­a: el primogénito de Jacob, Rubén, Simeón, Leví­, Judá, Isacar y Zabulón. Hijos de Raquel: José y Benjamí­n. Hijos de Bilhá, la esclava de Raquel: Dan y Neftalí­. Hijos de Zilpá, la esclava de Lí­a: Gad y Aser. Nacidos en Paddán Aram, Gn 35, 23-26. Ellos dieron origen a las doce tribus. Cada tribu se dividí­a en parentelas y familias. La cabeza de familia era el padre, a quien correspondí­a la potestad sobre sus hijos, aunque éstos, a su vez, tuviesen hijos propios.

$ Durante el primer censo al iniciar la peregrinación por el desierto, las parentelas, se numeran, por clanes y familias, indicando el número de varones de cada tribu, de veinte años para arriba, Nm 1. Y luego, al final de la peregrinación, antes de la conquista de Canaán, se hace un segundo censo, que arroja la lista de las tribus, sus efectivos y sus clanes, Nm 26. A las tribus se les asignaban terrenos donde se asentaba cada una, Jos 13-19.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(heb., matteh, vara, cayado, tribu, shevet, vara, cetro, tribu; gr., phyle, tribu). Con dos excepciones (Isa 19:13; Mat 24:30) estas palabras siempre denotan una tribu (o las tribus) de Israel. Cada tribu estaba formada por todas las personas descendientes de uno de los hijos del patriarca Jacob. El clan estaba compuesto de los parientes del lado paterno. Los cabezas de las tribus son llamados jefes (Gen 36:15 ss.; Exo 34:31; Num 1:16 ss.).

Las 12 tribus de Israel (el nuevo nombre de Jacob está en Gen 32:28) fueron primeramente mencionadas por Jacob en profecí­a (Gen 49:16, Gen 49:28). Mientras los hebreos estaban en Egipto se agrupaban de acuerdo con sus casas paternas (Exo 6:14). Después que salieron de Egipto, toda la compañí­a fue considerada como las 12 tribus de Israel (Exo 24:4). Los 12 hijos de Jacob fueron Rubén, Simeón, Leví­, Judá, Isacar, Dan, Gad, Aser, Zabulón, Neftalí­, José y Benjamí­n. Aunque todos tení­an un padre común, tení­an cuatro madres: Lea y Raquel, que eran esposas legí­timas, y Bilha Zilpa, que eran concubinas. Sobre el pectoral del sumo sacerdote habí­a 12 piedras preciosas dispuestas en cuatro hileras; cada piedra tení­a grabado sobre ella el nombre de una tribu (Exo 28:17-21, Exo 28:29; Exo 39:14).

Cuando los israelitas fueron contados para saber la cantidad de hombres de guerra en cada tribu, la tribu de Leví­ fue excluida de este censo porque el Señor la eligió para velar por el mantenimiento y el transporte del tabernáculo y su mobiliario (Números 1). Todo el campamento de los israelitas fue organizado en Sinaí­, y a cada tribu se asignó su lugar para marchar y acampar (cap. 2).

El liderazgo de Judá entre las tribus fue profetizado por Jacob (Gen 49:10), y a esta tribu se asignó el primer lugar en el orden de marcha (Num 2:3; Num 10:14). Judá fue también la primera tribu en traer una ofrenda después de levantarse el tabernáculo (Num 7:12).

Al ser retirados los levitas, el grupo de tribus se redujo a 11. En la lista de los lí­deres de cada tribu que habí­an de tomar el censo, los hijos de José se dividieron entre sus dos hijos para formar las tribus de Efraí­n y de Manasés (Num 1:10) llevando así­ nuevamente a 12 el número total de las tribus.

Antes de entrar los israelitas a la Tierra Prometida, las tribus de Rubén y Gad y la media tribu de Manasés escogieron establecerse en la margen oriental del Jordán (Num 32:33). Después que la tierra de Canaán fue sometida, se repartió entre las nueve tribus y media (Josué 15—19). A Judá se le dio la primera porción, y recibió el área de tierra más extensa (Jos 15:1-62). A la tribu de Simeón se le asignó territorio dentro de Judá (Jos 19:1). Parte de la tribu de Dan fue hacia el norte y se apoderó de algo del territorio inmediatamente al sur del monte Hermón, estableciendo así­ la parte más septentrional de todos los israelitas (Jueces 18). Cuando Elí­as edificó un altar en su conflicto con los profetas de Baal en el monte Carmelo, usó 12 piedras en representación de las 12 tribus de Israel (1Ki 18:31).

La unidad de las tribus tení­a la tendencia a dividirse en dos facciones. Después de la muerte de Saúl, David reinó al principio sólo sobre Judá (2Sa 2:4) y no llegó a ser rey sobre todas las tribus sino más tarde (2Sa 5:3). La misma división se repitió después de la muerte de Salomón: Judá y Benjamí­n formaron una nación, el reino de Judá, y toda la zona al norte de ella fue otra nación, el reino de Israel (1Ki 12:20). Esta división continuó hasta que ambos reinos fueron a la cautividad; Israel a Asiria en 721 a. de J.C.

y Judá a Babilonia en 586.

Jesús dijo que los apóstoles de Cristo se sentarí­an sobre 12 tronos, juzgando a las 12 tribus de Israel (Mat 19:28; Luk 22:30). La Ciudad Santa, la Nueva Jerusalén, tendrá 12 puertas, cada una con el nombre de una de las tribus de Israel (Rev 21:21).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Jacob tuvo doce hijos: †¢Rubén, †¢Simeón, †¢Leví­, †¢Judá, †¢Isacar, †¢Zabulón, †¢Benjamí­n, †¢Dan, †¢Neftalí­, †¢Gad, †¢Aser y †¢José. Cuando emigró a Egipto, la familia se componí­a de unas setenta almas (Exo 1:1-5). †œY los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra† (Exo 1:7). Los descendientes de estos hijos de Israel formaron sus familias y éstas, a su vez, las t. Cuando salieron al desierto rumbo a Canaán eran †œcomo seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños† (Exo 12:37). La tierra de Canaán fue distribuida entre las doce t. Se hicieron dos excepciones. Por un lado la tribu de Leví­ no recibió territorio en la misma forma que las demás, porque tendrí­a el privilegio exclusivo del ministerio sacerdotal (†œDe la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel† [Num 18:20]). Y, por el otro, la tribu de José fue contada como dos tribus para fines de la distribución de la tierra, para beneficiar a los dos hijos de José, Efraí­n y Manasés, siguiendo una disposición de Israel (Gen 48:5-22).

Utilizando este sencillo sistema de organización social se podí­a estructurar el liderazgo dentro de la comunidad más amplia, identificándose a los cabeza de familia que sobresalí­an para los casos en que fuera necesario otorgarles alguna autoridad o función (Num 1:4). Durante la peregrinación por el desierto, el pueblo caminaba siguiendo un orden establecido que indicaba a cada t. cuál era su puesto, tanto en la marcha como al acampar (Num 2:1-34).
se perdió la unidad nacional tras la muerte de Salomón, se formaron dos reinos. El del N, con su capital Samaria, estaba formado por diez tribus, con excepción de Judá y Benjamí­n que quedaron formando el reino de Judá, con capital en Jerusalén.
notarse que el número de doce era una convención usada frecuentemente en la antigüedad para señalar una alianza de pueblos. Los hijos de †¢Ismael eran doce (Gen 25:13-16). También los hijos de Esaú (Gen 36:10-13). Este sistema se utilizaba también en otras partes de Asia Menor, Grecia e Italia.
Señor Jesús prometió a sus apóstoles que les darí­a †œdoce tronos, para juzgar a las doce t. de Israel† (Mat 19:28; Luc 22:30). Las puertas de la nueva Jerusalén tienen inscripciones †œque son los de las doce t. de los hijos de Israel† (Apo 21:10-12).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, TRIB

ver, ISRAEL, JUDí

vet, La división en tribus se halla en numerosos pueblos antiguos, como entre los edomitas, ismaelitas, árabes, etc. (cfr. Gn. 36:15, 19, 40). Las doce tribus de Israel fueron fundadas por los doce hijos de Jacob, con la excepción de José, de quien surgieron dos tribus, al adoptar Jacob como hijos a sus nietos (Gn. 48:5). Así­, hubo en realidad trece tribus, quedando doce en el reparto de la tierra al quedar considerada la de Leví­ como tribu dedicada al sacerdocio, y sin territorio propio, quedando esparcida por todo Israel. En la misma época de Jacob, la expresión “las doce tribus de Israel” incluí­a aún a Leví­, en tanto que Efraí­n y Manasés eran consideradas como una sola tribu, bajo el nombre de José (Gn. 49:5, 22, 28; Nm. 26:28, cfr. v. 57). Al hacerse la división de la tierra, los hijos de José recibieron territorios distintos (Jos. 17:14, 17), en tanto que Leví­ recibí­a al mismo Señor como herencia (Jos. 13:14, 33). Desde el punto de vista material, Leví­ recibió su parte con la entrega de una porción de los sacrificios y de los diezmos (Nm. 18:20-21, 24; Dt. 18:1-5), y, por otra parte, recibió 48 ciudades con sus aldeas, repartidas entre todas las tribus (Jos. 21:1-2, 41). La organización tribal estaba tan profundamente arraigada, que resistió todo el turbulento perí­odo de los Jueces (cfr. Jue. 20:2; 21:3, 17), y sobrevivió al establecimiento de la monarquí­a. Los ancianos y los prí­ncipes de las tribus ejercieron una gran influencia en la elección de ciertos reyes (1 S. 8:4; 10:20; 2 S. 3:17; 5:1); los soberanos los consultaban para los asuntos de importancia (1 R. 8:1; 20:7; 2 R. 23:1). El cisma nacional tuvo como marco la estructura tribal, y fue dirigido tanto contra la prepotencia de Judá como contra un rey impopular (1 R. 12:20-21). Cuando tuvo lugar la caí­da de Israel, y durante el exilio, los ancianos siguieron desempeñando un importante papel (Jer. 19:1; Ez. 8:1; 14:1; 20:1), si bien la misma organización tribal habí­a quedado quebrantada debido a la destrucción de ambos reinos (véanse ISRAEL, JUDí). Las tribus de Israel son mencionadas en las visiones proféticas de Ez. 48 y de Ap. 7:1-8; 21:12. Jesús dijo a Sus apóstoles que en la renovación de todas las cosas ellos se sentarán en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel (Mt. 19:28). Bibliografí­a: Edersheim, A.: “Bible History Old Testament” (Wm. Eerdmans, Grand Rapids, reimpr. 1982); Keil-Delitzsch: “Commentary in the Old Testament – The Pentateuch” (Wm. Eerdmans, Grand Rapids, reimpr. 1981); Leupold, H. C.: “Exposition of Genesis” (Baker Book House, Grand Rapids, reimpr. 1981); Schultz, S. J.: “Habla el Antiguo Testamento” (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1976).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

[803]

Grupo humano de naturaleza homogénea en raza y ascendencia, que mantiene afinidades sociales, culturales, religiosas y ordinariamente se mantiene unida por ví­nculos familiares en régimen de patriarcado. El pueblo de Israel se presentó en doce tribus o conjuntos sociales, con diversidad de familias dentro de la tribu.

Los demás pueblos han ido variando en su evolución, debilitándose los lazos tribales en los pueblos occidentales más individualistas y móviles y manteniéndose férreas estructuras en las culturas más primarias de Africa y Asia.

Es importante tener en cuenta la realidad racial y los ví­nculos tribales a la hora de la educación, incluida la formación religiosa. Los lazos de consaguinidad y tribalidad son tan fuertes que muchas veces, en Africa y en Suramérica, sólo aparentemente se han cristianizado los grupos autóctonos, pero sus se desdibujan las creencias y los hábitos con rapidez. Entonces, salvo en los grupos de ascendencia europea, se desentierran las creencias y los hábitos primitivos mostrando cómo han quedado latentes durante siglos.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

Agrupación de clanes y familias, descendientes de un antepasado común y dirigidos por un jefe común. Las famosas “doce tribus de Israel” representan a todo el pueblo elegido. Nacen de los doce hijos de Jacob, seis de su mujer Lí­a (Rubén, Simeón, Leví­, Judá, Isacar y Zabulón); dos de Zilpa, esclava de Lí­a (Gad y Aser); dos de su segunda mujer, Raquel (José y Benjamí­n), y dos de Bilá, esclava de Raquel (Dan y Neftalí­) (Gén 29,16; 30,24; 35,16-20); esto indica la diversidad de grado de parentesco entre las doce tribus. El primitivo Israel, instalado en Palestina, no constituí­a una unidad, ni étnica ni nacional; cada tribu era independiente y autónoma y tení­a una organización de tipo patriarcal; habí­a entre ellas una confederación o anfictioní­a, basada en un pacto con Yahvé, que las mantení­a unidas a las cláusulas de la Alianza (Jos 24), unión que se manifestaba no sólo en lo religioso, sino ante el peligro de un enemigo común (cf. Libro de los Jueces). En los evangelios, las doce tribus significan la Iglesia, el verdadero Israel de Dios, e incluso a todo el mundo (Mt 19,28).

E. M. N.

FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001

Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret

Grupo de personas constituido por varias familias o clanes, unidos por la raza o las costumbres bajo los mismos jefes.
Las palabras hebreas que suelen traducirse por †œtribu† (mat·téh y sché·vet) significan †œvara† o †œbastón†. (Ex 7:12; Pr 13:24.) Es probable que esas palabras pasasen a significar †œtribu† en el sentido de grupo de personas conducidas por uno o varios jefes que llevaban un cetro o bastón. (Compárese con Nú 17:2-6.) En la mayorí­a de los casos donde el contexto muestra que ambas palabras tienen el sentido de †œtribu†, se usan con respecto a una de las tribus de Israel, tal como la †œtribu [mat·téh] de Gad† o la †œtribu [sché·vet] de los levitas†. (Jos 13:24, 33.) Sin embargo, la expresión la †˜tribu que Dios redimió como su herencia†™ (Sl 74:2) se refiere a la entera nación de Israel como †œtribu† o pueblo diferente de otras naciones y pueblos. En cambio, el término †œtribu† de Números 4:18 parece tener un sentido más restrictivo, aplicado a los qohatitas, una subdivisión de la tribu de Leví­. Las †œtribus† egipcias mencionadas en Isaí­as 19:13 deben aplicar a ciertas categorí­as de personas, sea en virtud de su región, de su casta o de algún otro factor.
El término griego fy·le (traducido †œtribu†) se refiere a un grupo de personas unidas por una ascendencia común, y también, a una subdivisión del mismo, es decir, a un clan o tribu. La palabra se usa frecuentemente en las Escrituras Griegas Cristianas con respecto a las tribus de la nación de Israel. (Hch 13:21; Ro 11:1; Flp 3:5; Heb 7:13, 14; Rev 5:5.) En expresiones como †œde toda tribu y lengua y pueblo y nación†, el término †œtribu† al parecer significa un grupo de personas relacionadas por una ascendencia común. (Rev 5:9.) Tales expresiones son completas, y abarcan a todos los habitantes de la Tierra, tanto si se consideran según tribus de personas interrelacionadas, grupos lingüí­sticos, secciones grandes de la humanidad o divisiones polí­ticas. (Rev 7:9; 11:9; 13:7; 14:6.) El término fy·le también aparece en la expresión †œtodas las tribus de la tierra† registrada en Revelación 1:7, y debe significar todas las personas de la Tierra, puesto que el versí­culo también dice †œtodo ojo le verᆝ. (Compárese con Mt 24:30.)

Tribus de Israel. Las tribus de Israel descendieron de los doce hijos de Jacob. (Gé 29:32–30:24; 35:16-18.) Estos †œdoce cabezas de familia [gr. do·de·ka pa·tri·ár·kjas]† produjeron †œlas doce tribus de Israel†. (Gé 49:1-28; Hch 7:8). Sin embargo, Jacob bendijo a los dos hijos de José, Manasés, el mayor, y Efraí­n, el menor, al decirles: †œEfraí­n y Manasés llegarán a ser mí­os como Rubén y Simeón†. (Gé 48:5, 13-20.) No habí­a una †œtribu† de José cuando todas las tribus recibieron su herencia en la Tierra Prometida. (Jos 13–19.) Se contó a los †œhijos de Jos醝 —Manasés y Efraí­n— como dos tribus distintas en Israel. (Véanse LíMITE; MAPA, vol. 1, pág. 744.) No obstante, como Jehová habí­a dispuesto, esto no aumentó a trece el número de las tribus de Israel que recibieron una herencia de tierra, pues los levitas no recibieron ninguna. Jehová habí­a escogido a †œla tribu de Leví­† (Nú 1:49) en lugar de los primogénitos de las otras tribus para ministrar en el santuario. (Ex 13:1, 2; Nú 3:6-13, 41; Dt 10:8, 9; 18:1; véase LEVITAS.) Por consiguiente, habí­a doce tribus no levitas en Israel. (Jos 3:12, 13; Jue 19:29; 1Re 11:30-32; Hch 26:7.)
Cuando Moisés bendijo a las tribus (Dt 33:6-24), no se mencionó por nombre a Simeón, quizás porque la tribu se habí­a reducido mucho y su porción iba a estar incluida en el territorio de Judá. En la visión de Ezequiel de la contribución santa, las tribus que se mencionan son las mismas que en el libro de Josué reciben una herencia de tierra. (Eze 48:1-8, 23-28.) En esta visión, la tribu de Leví­ estaba ubicada dentro de †œla contribución santa†. (Eze 48:9-14, 22.)

Estructura tribal. La organización de los israelitas se basaba en gran parte en la estructura tribal. En el desierto, tanto el orden de marcha como los campamentos se organizaban según las tribus. (Nú 2:1-31; 10:5, 6, 13-28.) La herencia de tierra se asignó por tribus, y se dieron leyes especiales para que la tierra no pasara de una tribu a otra. (Nú 36:7-9; Jos 19:51.)
Dentro de cada tribu la tierra se dividí­a según los cabezas de familia. Aunque la tribu era la división más importante de la nación, cada tribu se subdividí­a en grandes †œfamilias† (usado este término en un sentido amplio) descendientes de los cabezas paternos. (Nú 3:20, 24; 34:14.) Dentro de cada †œfamilia† habí­a muchas casas. Esta estructura general del pueblo se ilustra bien en Josué 7:16-18 y 1 Samuel 9:21; 10:20, 21.

Tribus del Israel espiritual. Revelación 7:4-8 divide a los 144.000 miembros del Israel espiritual en doce †˜tribus†™ de 12.000 miembros cada una. (Véase ISRAEL DE DIOS.) Esta lista difiere ligeramente de las listas de los hijos de Jacob (incluye a Leví­) que eran los cabezas tribales del Israel natural. (Gé 49:28.) La razón para tal diferencia puede ser la siguiente:
Rubén, el hijo primogénito de Jacob, perdió su derecho de primogénito por su conducta impropia. (Gé 49:3, 4; 1Cr 5:1, 2.) José (el hijo primogénito de Jacob y de su segunda esposa Raquel, su favorita) obtuvo el derecho de la primogenitura, lo que comprendí­a el derecho de heredar dos partes o porciones en Israel. (Gé 48:21, 22.) En la lista de Revelación †œJos醝 debe representar a Efraí­n, y Manasés representa la segunda porción de José en este Israel espiritual. También se incluye la tribu de Leví­; para que Leví­ no aumente el número total de tribus, se descarta a la de Dan en la lista de Revelación 7:4-8, aunque eso no supone ninguna descalificación de esa tribu. La inclusión de Leví­ también sirve para mostrar que no hay ninguna tribu sacerdotal especial en el Israel espiritual, pues toda la nación espiritual es un †œsacerdocio real†. (1Pe 2:9.)

†œJuzgarán a las doce tribus de Israel.† Jesús dijo a los apóstoles que en †˜la re-creación se sentarí­an sobre doce tronos y juzgarí­an a las doce tribus de Israel†™. (Mt 19:28; véase CREACIí“N [La re-creación].) Más tarde se expresó en términos similares cuando hizo un pacto para un Reino con sus fieles apóstoles. (Lu 22:28-30.) No serí­a razonable que Jesús quisiese decir que ellos juzgarí­an a las doce tribus del Israel espiritual mencionado posteriormente en Revelación, puesto que los apóstoles tení­an que ser parte de ese grupo. (Ef 2:19-22; Rev 3:21.) Se dice que aquellos †œllamados a ser santos† juzgarán †œal mundo†, no a sí­ mismos. (1Co 1:1, 2; 6:2.) Los que reinarán con Cristo constituirán un reino de sacerdotes. (1Pe 2:9; Rev 5:10.) Por consiguiente, las †œdoce tribus de Israel† que se mencionan en Mateo 19:28 y Lucas 22:30 deben representar al †œmundo† de la humanidad que no forma parte de esa clase real sacerdotal y al que juzgarán los que se sientan en los tronos celestiales. (Rev 20:4.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

A. Nombres matteh (hF,m’ , 4294), “bastón; cayado; vara; cetro; tallo; rama; tribu”. Este es un nombre propiamente hebreo. Aparece 251 veces a partir de Gen 38:18 “Entonces Judá dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu sello, tu cordón, y tu báculo que tienes en tu mano. Y él se los dio, y se llegó a ella, y ella concibió de él”. El vocablo es más frecuente en Números y Josué, donde el significado es generalmente “tribu”. La acepción básica de matteh es “cayado”, el “báculo” que usaban los pastores. Como garantí­a del cabrito que prometió enviar a su nuera, Judá le entregó en prenda su “báculo” de pastor (Gen 38:17-18). Moisés pastoreaba ovejas cuando presenció la visión de la zarza ardiente; aún era pastor cuando el Señor transformó su “cayado” (“vara”) en serpiente como señal de su presencia y poder a través de su siervo (Exo 4:2 ). Su “vara” figura prominentemente durante la peregrinación por el desierto y se conocí­a como “la vara de Dios” por los poderes milagrosos que se le atribuí­an: “Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano” (Exo 17:9). La “vara” era también sí­mbolo de autoridad. Los magos egipcios también tení­an sus “varas” como sí­mbolos de su poder sobre el reino de lo mágico y las usaron para replicar varios milagros (Exo 7:12). Aarón tuvo su “vara”, la única que floreció, mientras que las once varas (“por cada casa de los padres, de todos los prí­ncipes de ellos”; Num 17:2) no florecieron. La “vara” o “bastón” indica además autoridad o poder sobre otra nación: “Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el dí­a de Madián” (Isa 9:4). Dios cedió a Asiria su “vara”; los asirios recibieron su autoridad, su permiso divino para desenvainar la espada, saquear y destruir: “Oh Asiria, vara y báculo de mi furor, en su mano he puesto mi ira. Le mandaré contra una nación pérfida, y sobre el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa, y lo ponga para ser hollado como lodo de las calles” (Isa 10:5-6). Con esperanza mesiánica y confianza en la autoridad de Dios y su juicio sobre los gentiles, el salmista describe el reinado del Mesí­as como una “vara” o “cetro” fuerte: “Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder; domina en medio de tus enemigos” (Psa 110:2). También el profeta Ezequiel dijo: “Y ha salido fuego de la vara de sus ramas, que ha consumido su fruto, y no ha quedado en ella vara fuerte para cetro de rey” (Eze 19:14). Otro uso metafórico de matteh se halla en el término idiomático matteh-lejem, “bastón de pan”. Esta frase poética alude a las provisiones alimenticias y se encuentra principalmente en Ezequiel: “Me dijo luego: Hijo de hombre, he aquí­ quebrantaré el sustento [“provisión” rva] del pan [“ví­veres” bla] en Jerusalén; y comerán el pan por peso y con angustia, y beberán el agua por medida y con espanto” (Eze 4:16 rva; cf. 14.13). Un uso derivado de matteh es “tribu”, término que aparece unas 183 veces. Cada una de las “tribus” de Israel se denominan matteh: “Esto, pues, es lo que los hijos de Israel tomaron por heredad en la tierra de Canaán, lo cual les repartieron el sacerdote Eleazar, Josué hijo de Nun, y los cabezas de los padres de las tribus de los hijos de Israel” (Jos 14:1). Es posible que matteh (“vara”), como sí­mbolo de autoridad, se usara primero para indicar un jefe tribal y luego, por asociación, el término se aplicarí­a a toda la “tribu”. Los diversos significados de matteh se reflejan en la Septuaginta: fule (“tribu, nación; pueblo”) y rabdos (“vara; cayado; cetro”). shebet (fb,ve , 7626), “tribu; vara”. En hebreo moderno este vocablo denota mayormente “tribu” en sentido técnico. Un verbo acádico, shabatu, quiere decir “golpear”, y el nombre shabitu significa “vara” o “cetro”. Un sinónimo hebraico de shebet es matteh (“vara” o “tribu”) y lo que se aplica a matteh es también relevante para shebet. La “vara”, como herramienta, la usaban los pastores (Lev 27:32) y maestros (2Sa 7:14). Es un sí­mbolo de autoridad en las manos de un gobernante, ya sea como cetro (Am 1.5, 8) o instrumento de guerra y opresión: “Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás” (Psa 2:9; cf. Zec 10:11). Un excelente ejemplo de un uso metafórico del vocablo es la siguiente descripción del gobierno mesiánico: “Sino que juzgará con justicia a los pobres, y con equidad arbitrará a favor de los afligidos de la tierra. Golpeará la tierra con la vara de su boca” (Isa 11:4 rva). El uso más frecuente (143 veces) de shebet es para denotar “tribu”, como subdivisión de una nación. Es el término preferido para las doce “tribus” de Israel (Gen 49:16; Exo 28:21). Jeremí­as habla de todo Israel como “tribu”: “No es como ellos la porción de Jacob; porque El es el Formador de todo, e Israel es el cetro de su herencia [“la tribu de su propiedad” nbe]; Jehová de los ejércitos es su nombre” (Jer 51:19). Las traducciones de la Septuaginta son: fule (“tribu; nación; pueblo”); rabdos (“vara; cayado”) y skeptron (“cetro; tribu”). B. Nombre natah (hf;n: , 5186), “alargar, extender, estirar, esparcir”. Esta raí­z tiene el mismo significado en hebreo bí­blico, mishnaico y moderno, así­ como en arábigo. Un ejemplo de batah se encuentra en Exo 9:22 “Extiende tu mano hacia el cielo”.

Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento