TUNICA

v. Manto, Ropa, Vestido
Gen 3:21 Dios hizo al hombre y a .. t de pieles
37:3


ver VESTIDO

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Como camisa larga, usada por hombres y mujeres en: los tiempos bí­blicos, Gen 37:3, Gen 37:31, I S.2:I9. A quien te quite la capa, dale también la túnica, Luc 6:29, Mat 5:40. Si tienes dos túnicas, da una al que no tiene, Luc 3:11, Mat 10:10.

La túnica de Cristo: Se la echaron a suerte los soldados, en Jua 19:23-24, y así­ se cumplió la profecí­a del Sal 22:18.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

†¢Ropa. Vestidos.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

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Vestido interior que se usaba en muchos pueblos antiguos, entre ellos los hebreos, sin mangas, de fácil acomodo al cuerpo, y sobre la cual se colocaba la toga, la capa, las armaduras bélicas y otros aditamentos.

Entre los hebreos la túnica se llamaba “ketonet” y es con frecuencia citada en referencias a los vestidos de los personajes bí­blicos. El mismo Jesús habló de ella en ocasiones: Mt. 5.40; Lc. 6.29; Mt 24.18; Mt. 10.10; Mc. 6.9.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

Vestido principal, que iba bajo el manto, con mangas cortas, y que cubrí­a todo el cuerpo. Algunas llegaban hasta los pies. Los de alta posición solí­an tener dos túnicas (Mt 10,10; Mc 6,9; 14,63; Lc 3,11; 9,3). De ordinario eran blancas, pero, a veces, de elegante tejido, de arriba abajo, es decir, sin costura (Jn 19,23). Jesucristo quiere que sus discí­pulos no estén apegados a la túnica, que la regalen incluso, que estén desprovistos de todo, hasta de sus vestidos (Mt 5,40; 10,10; Mc 6,9; Lc 3,11; 6,29). Rasgarse las vestiduras era signo de desaprobación y de gran dolor (Mc 14,63).

E. M. N.

FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001

Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret

quiton (Citwvn, 5509), denota la vestidura interna o interior, y debe distinguirse, como tal, del jimation (para lo cual véase ROPA, Nº 4, etc.). Esta distinción se ve, por ej., en el mandato del Señor en Mat 5:40 “Y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica (quiton), déjale también la capa (jimation)”. El orden se invierte en Luk 6:29, y la diferencia reside en que en Mat 5:40 el Señor se refiere a un proceso legal, de modo que el litigante puede reclamar como prenda el vestido interior, menos costoso. El demandado tiene que estar dispuesto a dejarle tener el exterior, más valioso. En el pasaje en Lucas se está considerando un acto de violencia, y no hay mención de ir a un tribunal. Así­, el ropaje exterior serí­a el primero en ser arrebatado. Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestiduras (jimation, en plural), sus vestidos exteriores, y la túnica, el quiton, que era sin costura, tejida de arriba abajo (Joh 19:23). Los ropajes exteriores eran fácilmente divisibles entre los cuatro soldados, pero no podí­an dividir el quiton sin rasgarlo, por lo que echaron suertes sobre él. Dorcas solí­a hacer túnicas (quiton) y vestidos (jimation), Act 9:39), esto es, los vestidos interiores ceñidos al cuerpo y los largos y sueltos ropajes externos. Se decí­a de alguien que estaba “desnudo” (gumnos) cuando estaba sin vestidos, o cuando se habí­a quitado su vestimenta externa, p.ej., su ependutes (para lo cual véase ROPA, Nº 2), y solo llevaba un ligero vestido interior, como en el caso de Pedro en Joh 21:7: El sumo sacerdote, al rasgarse su vestidura después de la réplica que el Señor le dio en respuesta a su desafí­o, rasgó su vestidura interior (quiton), para expresar con mayor energí­a su supuesto horror e indignación (Mc 14.63). En Jud_23 “la ropa contaminada por su carne” es el quiton, siendo muy apropiada la metáfora de la ropa interior; porque es la que entra en contacto con la contaminación de la carne. Véanse ROPA, SAYO, VESTIDO, VESTIDURA.

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

En general se entiende por túnica una vestimenta en forma de saco, la cual tiene en la parte superior cerrada solo una ranura para meter la cabeza, y, a ambos lados, ya sea mangas o meras rendijas a través de las cuales pasar los brazos. Las expresiones túnica interior o exterior se utilizan de acuerdo a si la túnica es utilizada como una vestimenta exterior o debajo de otra. Una túnica que llega a los pies es conocida como túnica talar (tunica talaris, Gr. ekomis); una túnica sin mangas o con mangas cortas es conocida como colobium; una que deja el hombro derecho libre, exomis (ekomis). En el lenguaje litúrgico túnica (tunicella) denota la vestimenta sacerdotal de afuera del subdiácono que corresponde a la dalmática del diácono. De acuerdo con el uso actual (1912), la dalmática y la túnica son iguales tanto en lo que respecta a la forma como a la ornamentación. También concuerdan en la forma de su uso así como en el hecho de que la túnica, como la dalmática, es una de las vestimentas esenciales que usa el obispo en la Misa pontifical. No es necesario entrar aquí en los detalles, pero, en cuanto a la forma, ornamentación y uso, será suficiente referirse a lo que se dice en el artículo DALMÁTICA. En cuanto a la forma, y de acuerdo con las instrucciones del “Caeremoniale Episcoporum”, la túnica debe distinguirse de la dalmática por tener mangas más estrechas, pero esto es escasamente observable aún en la túnica pontifical, que se usa debajo de la dalmática. El obispo mismo quien coloca la túnica en el recién ordenado subdiácono con las palabras: “Que el Señor te vista con la túnica de la alegría y la ropa del regocijo. En el nombre”, etc.

HISTORIA

De acuerdo con una carta del Papa San Gregorio I Magno al obispo Juan de Siracusa, la túnica subdiaconal fue, durante un tiempo, una costumbre en Roma tan temprano como en el siglo VI. Sin embargo, Gregorio la suprimió y regresó al uso anterior. Por lo tanto, de ahí en adelante el subdiácono romano utilizó de nuevo la planeta (casulla) como vestimenta exterior hasta que en el siglo IX volvió a usarse entre ellos la túnica como vestimenta exterior. Ya para el siglo VI en España se usaba una túnica subdiaconal que, según el noveno canon del Sínodo de Braga, era apenas escasamente distinguible de la túnica diaconal, la llamada alba. No se tiene información de que se haya conservado una túnica usada por subdiáconos antes de la era carolingia en Galia, sin embargo, tal vestimenta estaba, sin duda, en uso en Francia como en España. Hay cierta prueba que atestiguaría su uso en el reino franco a principios del siglo IX, tanto a partir del testimonio de Amalario de Metz como de varios inventarios. Cerca de finales del año 1000 la túnica era usada tan universalmente por subdiáconos como una vestimenta litúrgica exterior que fue llamada brevemente Vestis subdiaconalis o subdiaconale. Ya en el primer Ordo romano la túnica se encuentra como una de las vestiduras pontificias papales bajo el nombre de “dalmatica minor”, “dalmatica linea”. Los diáconos romanos también la usaban debajo de la dalmática, mientras que sólo la túnica, y no la dalmática, era parte de la vestimenta litúrgica de los cardenales presbíteros y obispos romanos hebdomadarios. Fuera de Roma también las vestiduras pontificias con frecuencia incluían sólo la túnica, no túnica y dalmática juntas, o, como fue el caso más frecuente, la dalmática sin la túnica. No fue sino hasta el siglo XII que se generalizó que el obispo usara ambas vestimentas al mismo tiempo, es decir, la túnica y la dalmática.

Muy raramente se menciona la concesión a los abades del privilegio de llevar la túnica y la dalmática, y aun así no fue hasta la segunda mitad del siglo XII. Antes de esta época los abades nunca recibieron más que el privilegio de usar la dalmática. Los acólitos en Roma usaron la túnica ya para el siglo IX; en el siglo X en algunos lugares del reino de los francos probablemente ya era costumbre que los acólitos vistiesen la túnica; ésta fue usada por los acólitos en Farfa hacia el final del siglo X. En la Baja Edad Media fue una costumbre muy extendida el que los acólitos usasen la túnica. En la época medieval la túnica era llamada por varios nombres. Además de tunica, también llevaba el nombre de tunicella; dalmatica minor; dalmatica linea, o simplemente linea; tunica stricta, o simplemente stricta; subdiaconale; roccus; alba; y, sobre todo en Alemania, subtile.

En cuanto a la forma original de la vestimenta, al principio era una túnica en forma de bata con mangas estrechas y sin las tiras ornamentales verticales (clavi). El material del que se hacía era lino para ocasiones ordinarias, pero tan temprano como el siglo IX, ya los inventarios mencionan las túnicas de seda. El desarrollo que ha experimentado la vestimenta desde la época carolingia hasta la actualidad ha sido en todos los puntos similar al de la dalmática; durante el curso de este desarrollo la distinción entre la dalmática y la túnica disminuyó de manera constante. La seda se convirtió gradualmente en el material del que se hacía regularmente la túnica; se hizo más corta continuamente, y se le hicieron cortes a los lados que, a finales de la Edad Media, fueron de la longitud del lado entero hasta la manga. Por último, fuera de Italia, las mangas también fueron hendidas, al igual que en la dalmática, que, ya a finales de la Edad Media, era difícilmente distinguible de la túnica, sobre todo porque en el ínterin la clavi roja de la dalmática había sido sustituida por otra forma de ornamentación, que también se adoptó para la túnica. Cuando en el curso del siglo XII se desarrolló un canon que consideraba los colores litúrgicos, el canon fue naturalmente autoritativo para la túnica, así como para la casulla y la dalmática.

En la Edad Media el uso de la túnica en la Misa correspondía en todo al de la dalmática, en consecuencia, la discusión de él aquí es innecesaria. La ceremonia en la que el obispo, después de la ordenación, coloca la túnica en el recién ordenado subdiácono, tuvo su origen en el siglo XI, pero incluso en el siglo XIII sólo era habitual en casos aislados. No fue sino hasta los siglos XIV y XV que el uso fue universalmente adoptado en el rito de ordenación de los subdiáconos. En cuanto al origen de la túnica subdiaconal, fue, sin duda, una copia de la dalmática, en la que se omitió el recorte vertical de la dalmática, y las mangas se hicieron más estrechas.

La túnica (stichaphion) que usa el subdiácono en los ritos orientales no corresponde con la túnica subdiaconal de Europa Occidental, que desde el principio tuvo el carácter fijo de una túnica exterior, pero se parecía al alba, a pesar de que, según la costumbre actual (1912), ya no es exclusivamente blanco, sino a menudo de color.

Bibliografía: BOCK, Gesch. Der liturg. Gewänder, II (Bonn, 1866); ROHAULT DE FLEURY, La messe, VII (París, 1888); BRAUN, Die liturgische Gewandung im Occident und Orient (Friburgo, 1907).

Fuente: Braun, Joseph. “Tunic.” The Catholic Encyclopedia. Vol. 15. New York: Robert Appleton Company, 1912. 3 Nov. 2015
http://www.newadvent.org/cathen/15087a.htm

Traducido por Giovanni E. Reyes. lhm

Fuente: Enciclopedia Católica