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Capacidad de hablar lenguas extrañas o extranjeras, sin haberlas cultivado por vía de educación o aprendizaje. Es un don espiritual (don de lenguas) que, evidentemente, escapa todas las leyes naturales y que aparece en ocasiones en la Escritura (Mt. 16.17; Hech. 2.4; Hech. 2.11; Hech 10.46; 1 Cor. 12.10; 1 Cor. 12. 30; 1 Cor. 14. 22 y 39)
No es posible que se dé este fenómeno por vía natural, por lo que determinados fenómenos de aparente glosolalia, o xenoglosia, hay que explicarlos por algún tipo de registro inconsciente previo o por otras formas parapsicológicas de difícil interpretación.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa