San Salvador: avanza el proceso de beatificación por el martirio el jesuita Rutilio Grande García
(ZENIT – Roma).- Con una misa solemne celebrada el 15 de agosto en la capital metropolitana de San Salvador, comenzó el Año Jubilar por Monseñor Óscar Arnulfo Romero, el cual terminará el mismo día del año próximo, con ocasión del centenario del nacimiento del beato.
Lo informó Radio Vaticano precisando además que está avanzando a nivel diocesano, el proceso de beatificación por martirio, de otro sacerdote salvadoreño, el jesuita Rutilio Grande García, quien fue colaborador y amigo de monseñor Romero cuando era arzobispo de San Salvador.
El padre Rutilio fue asesinado el 12 de marzo de 1977, tres años antes que monseñor Romero, cuando se dirigía a su parroquia para celebrar misa. Monseñor Paglia indicó que espera que pueda progresar mayor rapidez el proceso del padre Rutilio Grande y que por el momento ya se ha iniciado la etapa diocesana. Y añadió que es una figura importante para el Papa Francisco, porque el padre Rutilio, profesor universitario, eligió vivir con los campesinos en un pequeño pueblo, y a eso dedicó su vida. Gran amigo de Romero, sin duda es uno de los testimonios que tocó el corazón del Arzobispo de San Salvador.
La figura de Romero supera cada vez más las fronteras latinoamericanas y fue incluido en la lista de quince testigos para una campaña por la libertad religiosa que promovieron los obispos de Estados Unidos.
“No hay duda de que Romero es testigo de un cristianismo fuerte, popular en el sentido profundo del término, incluso en nuestros días. Ya lo había intuido la Iglesia Anglicana cuando en el año 2000 incluyó a Romero entre los diez santos mártires de 1900; lo intuyó Naciones Unidas que eligió el 24 de marzo — fecha de su muerte– como día de la defensa de la libertad y de los derechos y lo intuyeron millones de cristianos que en todo el mundo lo consideran el santo mártir contemporáneo.
Ante la pregunta de si será largo el proceso del beato Romero, Monseñor Paglia explicó que fue beatificado por martirio. De modo que es necesario un comprobado milagro por su intercesión. Señaló algunos casos de curaciones que se espera uno más sólido.