JERUSALÉN – En medio de un contexto altamente inflamado, el Ministro israelí de Energía, Israel Katz, reafirmó su postura hacia Gaza, prometiendo mantener a la Franja sin servicios básicos esenciales como luz, agua y combustible. Esta decisión se toma como respuesta a la retención de rehenes israelíes por parte de Hamás.
El mensaje de Katz fue claro y directo, manifestando a través de una publicación en Twitter: “¿Ayuda humanitaria a Gaza? No se encenderá ningún interruptor eléctrico, no se abrirá ninguna boca de agua y no entrará ningún camión de combustible hasta que los secuestrados israelíes regresen a casa”.
Esta postura se ha ganado críticas de organizaciones internacionales. La Cruz Roja, en particular, ha manifestado su profunda preocupación por la situación humanitaria en Gaza, especialmente ante el riesgo de que los hospitales, sin electricidad, se conviertan en lugares donde los pacientes no puedan ser atendidos adecuadamente, elevando el riesgo de más muertes.
La tensión entre Israel y Hamás se ha exacerbado en los últimos días. El Ejército israelí ha informado que durante la pasada noche llevó a cabo operaciones contra bases de Hamás, las cuales, según afirman, fueron usadas por el grupo armado palestino para intentar infiltraciones en territorio israelí el pasado fin de semana.
Las cifras de víctimas reflejan la gravedad de la situación. Se reporta un total de 1.300 muertes y 3.200 heridos del lado israelí. Mientras que en Gaza, las cifras ascienden a 1.400 muertos y más de 6.200 heridos.
Análisis bíblico:
El conflicto entre Israel y los territorios palestinos, como la Franja de Gaza, ha sido un asunto prolongado y complejo. Desde una perspectiva bíblica, Israel ha tenido un papel especial, siendo considerado el “pueblo elegido” de Dios. A lo largo del Antiguo Testamento, encontramos profecías y narraciones que describen conflictos, juicios, pero también promesas y esperanza para Israel.
Proverbios 12:20 dice: “Engaño hay en el corazón de los que traman el mal, pero alegría en el de los que aconsejan la paz”. Este versículo refleja la importancia de buscar la paz y la reconciliación, en lugar de tramar malicias o conflictos.
El profeta Isaías en su capítulo 2, versículo 4, profetiza sobre un tiempo en el que las naciones “convertirán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra”. Es una visión esperanzadora y pacífica de un futuro donde el conflicto cesa.
Como creyentes, se nos llama a orar por la paz, no solo para Israel sino para todas las naciones y personas afectadas por conflictos. Es esencial acercarse a tales situaciones con comprensión y empatía, buscando la paz y la justicia de manera equitativa para todos.