El rentable negocio del vídeo de los atentados de París

El vídeo ha dado la vuelta al mundo. Es el de las cámaras de seguridad de la pizzería Casa Nostra, uno de los blancos de los ataques del 13 de noviembre en París, en el momento del tiroteo. Las imágenes captan el momento escalofriante en que uno de los terroristas se acerca a una chica en el suelo en la terraza. En el momento de disparar, su Kaláshnikov parece haberse encasquillado y el yihadista sale huyendo. A los pocos días de la difusión de estas imágenes, la conmoción por la escena ha dejado sitio a la indignación.

Otro vídeo, esta vez en cámara oculta, muestra cómo al día siguiente del ataque el vídeo se vende a unos periodistas del diario británico Daily Mail. El autor de las imágenes clandestinas, el periodista Djaffer Ait Aoudia, acusa al gerente del local, Dimitri Mohamadi, de haber recibido 50.000 euros por la transacción.

Mohamadi ha negado inmediatamente que esto fuera cierto, asegurando que no podría vivir habiéndose lucrado “a expensas de los muertos” —cinco personas fallecieron en la calle de su pizzería—, acusando de la venta a un “primo lejano” y al propio Ait Aoudia de haber querido comprar el mismo vídeo y de vengarse al no haberlo conseguido.

Las grabaciones en cámara oculta, emitidas por partes, con los rostros difuminados, en un programa de Canal +, no dejan claro el papel de cada uno ni la cantidad ingresada. Pero medios que han tenido acceso a la grabación en bruto, como Europe 1 o Libération, aseguran que si bien la negociación la lleva un tercer hombre, supuestamente el “primo lejano”, el gerente es también partícipe.

Ante la duda, escandalizada, la alcaldía de París ha anunciado que de momento privará al local de la ayuda de 40.000 euros a la que tendrán derecho cada uno de los comercios atacados en la masacre de París. Podrá optar a ella únicamente si acepta donar el dinero recibido por el vídeo al fondo de ayuda a las víctimas.

 

Fuente: www.elpais.com

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