Grupo de creyentes conmemora derramamiento del Espíritu Santo

Hace pocos días se dio una celebración en un centro de retiro conocido como el Arca y la Paloma, al norte de Pittsburgh, en Pensilvania. Allí, un grupo de personas conmemoró el derramamiento del Espíritu Santo ocurrido en febrero de 1967, que causó un movimiento mundial.

Escondido entre los árboles, hay un monumento histórico para los católicos carismáticos. Un grupo grande vino a celebrar algo que ocurrió hace 49 años. Es conocido como el fin de semana de duquesne, cuando el Espíritu Santo descendió sobre unos alumnos de la Universidad Católica Duquesne y sus amigos.

En los años 60, el Espíritu Santo pasaba de una denominación a otra y luego, en este centro de retiro en el bosque, también alcanzó a los católicos.

Hace 49 años, estas personas buscaban al Espíritu Santo. David Mangan escribía en un cuaderno que deseaba escuchar a alguien hablar en lenguas. Pero, siendo escéptico solo pensaría que era cierto si él lo vivía. Pues así ocurrió. Él fue el primero sobre quien vino el Espíritu Santo en una pequeña capilla, conocida como la habitación superior.

“Fui a orar y dar gracias a Dios y empecé a hablar en un idioma que no conocía. Empecé a orar en lenguas. En ese momento olvidé que había dicho: Quiero oírme hablar en lenguas”, dice Mangan.

Poco después, Patti Gallagher, ahora de apellido Mansfield, buscaba de Dios en la habitación.

“Solo enséñame a seguir a tu Hijo, Jesús, y amar como Jesús ama; esa era mi oración. Estaba arrodillada allí y de pronto, estaba postrada sobre mi rostro, mis manos encima de mi cabeza. Mis zapatos se cayeron en el proceso y estaba tendida allí. Me sentí inmersa en el amor de Dios. Sentí ganas de morir, pensando si este es el cielo solo quiero ir y estar con Dios ahora”, comenta Mansfield.

Desde ese día, el Espíritu Santo empezó a descender sobre todos los católicos del mundo y ahora, hay muchos, decenas de millones.

Muchos buscaban adueñarse de El Arca y la Paloma, donde todo comenzó. Johnny Bertucci, firmó los papeles el pasado diciembre, como su propietario.

“Esta es la casa de la Renovación Carismática Católica, el hogar del bautismo del Espíritu Santo. Cualquiera en el mundo es bienvenido para orar, hacer un peregrinaje, aprender sobre la renovación, del bautismo del Espíritu Santo y ser literalmente, no como un invitado, sino, como un miembro de la familia… que viene a casa”, concluye Bertucci.

Fuente: www.MundoCristiano.tv

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