Francia cuenta con un importante despliegue militar en Oriente Próximo desde septiembre del pasado año, cuando el Gobierno de François Hollande, que hoy visitó a la tripulación del portaaviones Charles de Gaulle, decidió bombardear objetivos del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) en Irak. La operación se amplió a Siria en septiembre de este año. La ofensiva bélica francesa se intensificó tras los atentados de París del 13 de noviembre en los que 130 personas perdieron la vida. Al menos dos de los terroristas habían viajado a Europa desde Siria para golpear en París.
Hollande, dispuesto a destruir al ISIS, envió inmediatamente al Mediterráneo oriental el Grupo Aeronaval (GAN) francés, lo que permitió triplicar las capacidades bélicas de la operación francesa en la zona, bautizada como Chammal. El portaaviones Charles de Gaulle, pieza central del GAN, llegó el 23 de noviembre y desde entonces los bombardeos franceses son prácticamente diarios. 3.500 soldados franceses y 38 cazas de su fuerza aérea lo hacen posible. El último bombardeo del que informa el Ministerio de Defensa data de la tarde del miércoles. Se realizó sobre Tel Afar, en el noroeste de Irak.
El llamamiento francés de solidaridad en el terreno bélico ha dado dos resultados importantes: la colaboración de Alemania y del Reino Unido. Otros países siguen ofreciendo su ayuda en función de sus capacidades y su legislación interna, bien en Malí (para aliviar la carga francesa en la zona), bien en Oriente Próximo, bien en ambos lados. Finlandia e Irlanda ya anunciaron la semana pasada su ayuda; sobre todo en África. Con Irlanda continúan las negociaciones. Francia ha abierto otras conversaciones con Austria, Portugal y Bélgica, país que dispone ya de una fragata en el GAN.
Fuente: www.elpais.com