Más de medio centenar de prominentes líderes religiosos, tanto cristianos como judíos, han dirigido una carta abierta al presidente estadounidense, Joe Biden, solicitando su “apoyo ilimitado e incondicional” hacia Israel durante la visita oficial del mandatario a ese país.
Esta misiva, divulgada a través de The Jerusalem Post, contó con la firma de figuras destacadas como Greg Laurie, pastor de Harvest; Johnnie Moore, presidente del Congreso de Líderes Cristianos; Samuel Rodríguez, líder del Congreso Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano; y David Friedman, quien anteriormente desempeñó funciones como embajador de Estados Unidos en Israel.
En el documento, los líderes religiosos expresan su gratitud a Biden por decidir visitar Israel “en uno de los momentos más difíciles de su historia”. Sin embargo, enfatizan la importancia de que Estados Unidos no presione al país a pactar un alto al fuego apresurado. En cambio, instan al mandatario estadounidense a garantizar que su país respalde plenamente a Israel en su lucha contra Hamás.
Los firmantes del escrito sostienen que el reciente ataque sufrido por Israel el pasado 7 de octubre representa, además, “un ataque directo contra Estados Unidos”. Se muestra una postura clara en contra de Hamás, al que describen como una entidad cuya “maldad es incuestionable”.
Resaltan la necesidad de que Israel tome acciones definitivas para eliminar a Hamás de la ecuación, señalando que: “Israel debe hacer todo lo necesario para eliminar a Hamás. La simple degradación de este régimen terrorista, que también reprime a los palestinos, no es suficiente. Es esencial erradicar a todos los miembros de Hamás para asegurar que no vuelvan a surgir en el futuro.”
Añaden una advertencia: si Estados Unidos incita a Israel a acordar un cese al fuego, los adversarios de Israel podrían tomar esto como una señal de debilidad, poniendo al país en peligro en los años venideros.
La carta fue publicada justo cuando Biden realizaba su visita a Israel, la cual tuvo que adaptarse a los acontecimientos en tiempo real tras una explosión en un hospital en Gaza administrado por la iglesia anglicana. Ambas partes, Israel y Hamás, niegan su participación en este incidente.
Reflexión: La paz en el Medio Oriente ha sido una aspiración esquiva durante décadas. Como nos recuerda la Biblia en Mateo 5:9: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. En este intrincado escenario, es esencial que todas las partes involucradas busquen construir puentes de entendimiento y comunión en aras de un futuro más prometedor. La paz duradera solo se logrará mediante el diálogo, la comprensión mutua y el respeto por los derechos de todos.