En un mundo cada vez más caótico, Max Lucado, reconocido autor y ministro de la Iglesia Oak Hills en San Antonio, Texas, brindó recientemente su perspectiva sobre cómo los cristianos deberían responder a la tensión global. En un artículo para Fox News, Lucado iluminó la creciente preocupación mundial, citando tensiones entre naciones y conflictos armados como evidencia del tumulto global que vivimos.
Subrayando la situación en Israel, Lucado destacó el sufrimiento y la inestabilidad en la región, con un saldo de más de 1.300 vidas perdidas y actos atroces contra los más vulnerables. Además, señaló el rol sospechoso de Irán en el lanzamiento de misiles y la situación entre Ucrania y Rusia que añade más preocupación al escenario global.
Sin embargo, no todo fue pesimismo. Lucado recordó las palabras de Jesús en Mateo 24:6-7, donde predijo tiempos de guerra y rumores de guerra, señalando que estos tiempos difíciles no deberían sorprendernos. Citó un dato alarmante: “De los últimos 3.400 años de historia registrada, los humanos han estado libres de guerras solo el 8% de ellos”. A pesar de ello, Lucado también transmitió un mensaje de esperanza, afirmando que, a pesar de las tribulaciones, Jesús vendrá a liberarnos.
Lucado proporcionó consejos para enfrentar estos tiempos desafiantes:
- Asegurarse de ser salvos a través de la fe en Jesucristo.
- Reconocer la importancia de Israel en el plan divino y orar por la paz en Jerusalén.
- No sucumbir al pánico, sino aferrarse a las Escrituras para encontrar consuelo y guía.
Mientras tanto, líderes de la Convención Bautista del Sur condenaron los ataques de Hamás y respaldaron el derecho de Israel a defenderse. Richard Land mostró solidaridad con la comunidad judía y destacó la naturaleza terrorista de Hamás. Johnnie Moore, un líder evangélico, instó a la UE a apoyar más firmemente a Israel y llamó a una respuesta global unificada para abordar la amenaza de Hamás.
Finalmente, frente a los disturbios mundiales y las tensiones políticas, líderes religiosos de diversas denominaciones están haciendo un llamado a la oración, la fe y la unidad. En lugar de ceder ante el miedo, están alentando a los creyentes a buscar esperanza en su fe y a actuar con amor y comprensión hacia el prójimo.