Cristiano o Discípulo

INTRODUCCIÓN:

(Lucas 14:25 RVR60) Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:

• Existen millones de cristianos que van a las iglesias y escuchan la Palabra, pero muy pocos son los que siguen a Jesús de corazón.

• Jesús no estaba buscando personas que le siguiesen por curiosidad o por interés , sino con un corazón sincero.

1. (Lucas 14:26 RVR60) Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

• Vemos que Jesús utiliza la palabra discípulo y no la palabra salvo.

• La palabra discípulo proviene de la palabra griega "madsetes" que significa aprendiz o alumno.

• Jesús les dice que el camino del cristianismo no es un camino de comodidad, todo lo contrario a lo que las personas esperaban que dijera. Ellos esperaban que Jesús dijera que el que sigue a Jesús tendrá riquezas y poder.

• Cuando Jesús dice el que no aborrece no quiere decir odiar a padre etc. Sino que El tiene que tener un lugar mayor en tu corazón que el que tienen las demás personas en tu vida.

• Ejemplo del joven que fue menospreciado por su familia por ser Cristiano.

• Para seguir a Jesús y ser un discípulo, Él tiene que ser tu prioridad número uno.

• (Mateo 22:37 RVR60) Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.

2. (Lucas 14:27 RVR60) Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.

• la cruz proviene de la palabra griega “stauros” que quiere decir exposición a la muerte.

• Cuando una persona decide seguir a Cristo y llevar su cruz, esto significa que va a padecer lo mismo que Jesús padeció en la cruz, humillación, ataques satánicos constantes.

• (Efesios 6:12 RVR60) Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

• llevar la cruz significa morir a nosotros mismos todos los días, a nuestros deseos carnales y a nuestra voluntad para hacer la voluntad de Dios.

• (Gálatas 2:20 RVR60) Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

• Llevar nuestra cruz significa también que así como Cristo venció la muerte, asi nosotros vamos a vencer toda dificultad o prueba que venga a nuestra vida.

• (Romanos 8:37 RVR60) Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

3. (Lucas 14:28-30 RVR60) Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.

• Toda persona que quiera seguir a Cristo deberá calcular primero lo que va a gastar, en caso contrario puede pasar como muchos cristianos que inician con un gran gozo en su corazón y luego se desaniman.

• Jesús les pide que consideren el costo de seguirlo y ser sus discípulos, es mejor no comenzar que no seguir adelante después de haber empezado.

• (Santiago 1:8 RVR60) El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.

• No puedes seguir a Cristo un día y al otro ya no hacerlo, porque serás la burla del mundo.

5. (Lucas 14:31-32 RVR60) ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.

• Antes de pensar en seguir a Cristo tenemos que reflexionar sobre lo que significa el perseverar.

• (Romanos 11:29 RVR60) Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

• Si decides seguir a Cristo lo has de hacer hasta que ya no quede aliento en tu ser.

• Ejemplo misioneros Del Africa.

6. (Lucas 14:33 RVR60) Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

• Uno de Los versículos más impopulares de la Biblia.

• Hablar literalmente de abandonar todo por Jesús.

• (Marcos 2:13-14 RVR60) Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba. Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.

• Vemos a un hombre llamado Levi quien era cobrador de impuestos, de una posición muy buena en la sociedad, aunque muy criticado por los de su mismo pueblo por cobrar los impuestos para el imperio romano.

• Levi dejo todo para seguir a Jesús, todas sus posesiones.

• Jesús quiere a hombres y mujeres que lo valoren por ENCIMA de cualquier cosa material en este mundo.

• Ya no vamos a vivir haciendo nuestra voluntad sino la voluntad de Jesús.

CONCLUSIÓN:

• ¿Cuánto vale Jesús en tu vida?

• ¿Estás dispuesto a seguirlo y ser su discípulo, o, simplemente ser un cristiano normal?

• Seguir a Jesús es un honor.

– No confiaremos en el dinero ni en la riqueza que podamos tener.

– No nos gloriaremos en la instrucción recibida, ni en la universidad a la que hemos asistido.

– No, todo esto Pablo vino a considerarse como ‘basura,’ y obstáculo para su obra porque tendía a dominarlo.

– No confiaremos en ningún don como el de la ‘personalidad,’ o inteligencia o habilidad general o especial.

– No confiaremos en nuestra propia conducta buena y moralidad.

– No confiaremos en lo más mínimo en la vida que hemos llevado o llevamos.

Tiene que haber una liberación total de todo esto. Lo repito, es sentir que no somos nada, que no tenemos nada, y que elevamos los ojos a Dios en sumisión absoluta a Él y en dependencia completa de Él, en su gracia y misericordia.

Experimentar en cierto modo lo que Isaías sintió cuando, ante la visión, dijo, ‘¡Ay de mí!… soy hombre inmundo de labios’ – esto es ‘pobreza en espíritu.’

CONCLUSIÓN

Hagámonos, pues, estas preguntas.

– ¿Soy así, pobre en espíritu?

– ¿Qué pienso acerca de mí cuando me veo en presencia de Dios?

– En mi vida, ¿qué digo, por qué pido, cómo pienso de mí mismo?

Qué mezquino es este gloriarse por cosas accidentales de las que no soy responsable, este gloriarse por cosas artificiales que no contarán para nada en el gran día cuando me presentaré delante de Dios. ¡Este pobre yo! Lo dice muy bien el himno, ‘Haz que este pobre yo disminuya,’ y ‘Oh Jesús, crece tú en mí.’

¿Cómo se llega, pues, a ser ‘pobre en espíritu’?

‘Debo salir del mundo, debo sacrificar la carne y someterme a penalidades, debo mutilar el cuerpo.’ No, de ninguna manera, cuanto más uno lo hace tanto más consciente de sí mismo se llega a ser y tanto menos ‘pobre en espíritu.’

La manera de llegar a ser pobre en espíritu es poner los ojos en Dios. Lean la Biblia, lean su Ley, traten de ver qué espera de nosotros, veámonos frente a El.

– Es poner los ojos en el Señor Jesucristo y verlo como lo vemos en los Evangelios. Cuanto más lo hacemos así tanto mejor entendemos la reacción de los apóstoles cuando, al ver algo que acababa de hacer, dijeron, ‘Señor, aumenta nuestra fe.’ Sentían que su fe no era nada. Sentían que era pobre y débil. ‘Señor, aumenta nuestra fe. Creíamos tener un poco porque arrojamos demonios y predicamos tu palabra, pero ahora sentimos que nada tenemos; aumenta nuestra fe’

– Mirémoslo; y cuanto más lo hagamos, tanto menos esperanza tendremos en nosotros mismos, y tanto más ‘pobres en espíritu’ llegaremos a ser. Mirémoslo, sin cesar.

Miremos a los santos, a los que han estado más llenos del Espíritu. Pero sobre todo, volvamos los ojos a El, y entonces nada tendremos que hacer con nosotros mismos. Todo será hecho. No podemos poner de verdad los ojos en El sin sentir una pobreza y vacío absolutos. Entonces le diremos: “Del mal queriéndome librar, me puedes sólo tú salvar,” “Buscando vida y perdón, Bendito Cristo, heme aquí.” Vacíos, sin esperanza, desnudos, viles. Pero El basta para todo.

El reino de Dios es para todo aquel que sienta su necesidad, que tenga el deseo de permanecer.

Finalmente cuando uno se ve pobre delante de Dios, Dios dice en Ap. 2:9 “Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico)”

Es Dios quien reconoce tu grandeza, tu valor, tu deseo de buscarle, es ahí donde radica vasca primero a Dios y todo viene por añadidura y entonces serás bendito.

“Bienaventurado los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”

Fuente: www.centraldesermones.com