TESALONICA

Act 17:1; Phi 4:16.


Tesalónica (gr. Thessaloní­k’, “victoria contra Tesalia”). Ciudad del este de Macedonia. Se la sigue llamando Tesalónica, pero aún más comúnmente Salónica. Su nombre original era Thermae (Termas), “fuentes de agua caliente”, pero cuando Casandro, uno de los sucesores de Alejandro Magno, hizo de ella su capital en el 315 a.C., le cambió el nombre y le puso Tesalónica en honor de su esposa, hermana de Alejandro. Experimentó su mayor expansión durante la dominación romana, en cuyas manos cayó después de la batalla de Pidna (168 a.C.). Cuando se organizó la provincia de Macedonia (146 a.C.), Tesalónica se convirtió en su capital, como también en capital del 20 distrito de los 4 en que se la dividió. Después de la batalla de Filipos (42 a.C.), Tesalónica llegó a ser una ciudad libre, administrada por magistrados a quienes se daba el tí­tulo de politárj’s, “gobernantes de la ciudad”, palabra traducida por “autoridades de la ciudad” en Act 17:8, RVR. Esta expresión aparece apoyada también por inscripciones en griego del Arco de Tesalónica (fig 506). Era un importante centro comercial y bastión militar ubicado en la Ví­a Ignacia, la que cruzaba toda Macedonia de oeste a este. Pablo la visitó viajando de Filipos en su 2a gira misionera. Comenzó a predicar en la sinagoga, pero tuvo poco éxito entre la comunidad judí­a; sin embargo, logró fundar una iglesia antes que la persecución se desatara contra él en la ciudad (Act 17:1-9). A pesar de esto, la iglesia, que parece haber estado compuesta mayormente por cristianos de 1152 origen gentil (1Th 1:9), llegó a ser una fuerte comunidad cristiana (vs 4-8). Pablo les hizo una 2a visita, y posiblemente una 3a durante su 3er viaje misionero (Act 20:1-6). Dos de sus cartas que subsisten estaban dirigidas a esta iglesia, y 2 de sus compañeros de viaje, Aristarco y Segundo, eran oriundos de ella (20:4; 27:2). La ciudad nunca perdió su importancia, hasta hoy. Mapa XX, A-3. Bib.: G. Emest Wright, Arqueologí­a bí­blica (Madrid, Cristiandad, 1975), p 376. 505. Muros de la Tesalónica antigua. 506. El Arco de Galerio en la Tesalónica antigua.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

griego Thessaloniki. Ciudad portuaria de Grecia que hoy recibe el nombre de Salónica, situada en la bahí­a del golfo de Terma. En esa ciudad, hacia el año 50 d. C., el apóstol Pablo fundó una iglesia, siendo la segunda comunidad cristiana en Europa, Hch 17, 1 ss.

En época del N. T. era la capital administrativa de la provincia romana de Macedonia. A ella se dirigen las epí­stolas a los Tesalonicenses.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Población de Macedonia fundada por Casandro, oficial de Alejandro, que asumió el control de Grecia a la muerte de Alejandro en 332 a. de J.C. Su puerto comparativamente protegido llegó a ser el principal de Macedonia. En 147 llegó a ser la capital de la provincia romana y un siglo más tarde la base de Pompeyo en la guerra civil con Julio César. Un sistema monetario prolí­fico sugiere un alto nivel de prosperidad. La población incluí­a un elemento romano numeroso y una colonia judí­a. Pablo visitó Tesalónica después de Filipos, y parece haber trabajado entre un grupo compuesto, incluyendo los judí­os de la sinagoga y prosélitos griegos.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Una de las principales ciudades de Macedonia. Hoy llamada Salónica, en Grecia. Se dice que originalmente su nombre era †œTerma†, a causa de unas aguas termales que habí­a allí­, pero en el año 315 a.C. el rey Casandro le puso el nombre de su esposa, que era medio hermana de Alejandro Magno. Situada en el fondo del Golfo que lleva su nombre, estaba en la ruta que conectaba a Roma con las colonias orientales de ésta, hasta Bizancio. Cuando Pablo la visitó en su segundo viaje misionero T. era una próspera ciudad, con una población muy cosmopolita. Algunos †œjudí­os que no creí­an† armaron un escándalo que le obligó a salir de la ciudad (Hch 17:1-10). El término †œautoridades de la ciudad† (politarcas) usado por Lucas en Hch 17:6 ha sido encontrado también en una inscripción en un monumento arqueológico de esa ciudad. Pablo escribió dos cartas a los miembros de la iglesia de T. que se habí­a formado por su trabajo misionero (1 y 2 Ts.). Hch 20:1-2 sugiere la posibilidad de que hiciera otra visita a la ciudad en su tercer viaje.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, CIUD

ver, MAGISTRADO

sit, a9, 250, 142

vet, Ciudad situada sobre el golfo que en la antigüedad se llamaba Termaico, y en la actualidad golfo de Salónica. Al principio, la ciudad se llamaba Therme o Therma, fuente caliente. Cesandro, uno de los sucesores de Alejandro Magno, hizo de ella su capital, y la llamó Tesalónica, en honor de Thessalonike, su mujer, hermana de Alejandro. Los romanos dividieron Macedonia en cuatro distritos, e hicieron a Tesalónica la capital del segundo. La ciudad, que vino a ser ciudad libre en el año 42 a.C., era un centro militar y comercial en la ví­a Ignaciana. Sus magistrados recibí­an en gr. el nombre de politarcas (jefes de la ciudad); este término gr. de Hch. 17:6 queda confirmado por una inscripción sobre el arco de Tesalónica (véase MAGISTRADO). Pablo predicó en la sinagoga. Sus convertidos formaron una iglesia (Hch. 17:1-13; cfr. Fil. 4:16) a la que el apóstol dirigió dos cartas. Aristarco y Segundo, compañeros de Pablo eran tesalonicenses (Hch. 20:4; 27:2). En la actualidad la ciudad se llama Salónica aunque oficialmente se le ha devuelto el nombre de Tesalónica.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

[023]
Ciudad comercial de Macedonia, activa e influyente en toda Grecia desde el siglo IV a de C. Los romanos la conquistaron en el 168 a de C. y la hicieron capital de la provincia de Macedonia. Existí­a en ella una fuerte comunidad judí­a, que fue visitada por S. Pablo y convertida en centro de su apostolado en la provincia (Hech. 17. 5-9).

Aunque hubo de abandonarla por la persecución de que fue objeto por los judí­os locales, siempre la tuvo en su corazón, siendo una de las primeras comunidades por él constituida.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

Tesalónica ha sido uno de los pueblos principales de Macedonia desde los tiempos helénicos hasta el presente. Está situada en el mar Egeo a la cabeza del golfo de Salónica. Puede haber tenido una historia más antigua, pero ha sido muy importante desde alrededor de 315 a. de J.C. cuando Casandro, el rey macedonio, la ensanchó y la fortaleció y le cambió el nombre por el de su esposa, Tesalónica, la media hermana de Alejandro el Grande. El nombre es ahora y ha sido por mucho tiempo ya, cortado a Salónica. Rápidamente se volvió en una ciudad populosa y rica. Roma la hizo la capital de su distrito en 168 a. de J.C., y de toda la provincia después de
146 a. de J.C. En 58 a. de J.C. Cicerón pasó parte de su destierro allí­. Por largo tiempo fue un puerto importante, como puerto y centro de caminos principales. Por siglos la ciudad permaneció como una de las pocas fortalezas principales del cristianismo, y ganó para sí­ el nombre de “la Ciudad Ortodoxa”, tanto por su
tenacidad como por su carácter agresivo. Fue el escenario de una gran matanza por Teodosio en 390. fue atacada por los godos, ávares, eslavos y vúlgaros, pero fueron rechazados. Finalmente, en 904, los sarracenos la capturaron, mataron a mucha gente, quemaron parte de la ciudad, y se embarcaron llevándose a 22.000 cautivos, jóvenes y niños. Hubo otra matanza por los normandos en 1185. Después de 1204 fue gobernada, a veces por latinos, a veces por griegos, hasta que en 1430 fue tomada por los turcos. Fue tomada de nuevo por los griegos en 1912. Las batallas terribles de la Primera Guerra Mundial destruyeron la sección del comercio en 1917, pero esta sección fue reedificada. Los alemanes la ocuparon durante la II Guerra Mundial. Patriotas griegos la libraron en octubre de 1944. De 1940 a 1950 hubo expansión en la industria de la ciudad. Se construyeron nuevas fábricas para fósforos, plantas para nitrógenos y ní­quel, y astilleros. Tiene ahora una población de 250.921.
Pablo visitó allí­ en su segundo viaje misionero y convirtió a algunos, pero fue perseguido, Hechos 17.
Algunos de los compañeros de Pablo eran de allí­, Hechos 9:29; 20:4; 27:2;
Colosenses 4:10; Filipenses 24.
Pablo se sostuvo a sí­ mismo mientras estaba allí­, 1 Tesalonicenses 2:9; 2
Tesalonicenses 3:8.
Pablo les mandó a Timoteo, 1 Tesalonicenses 3:2-10. Demas fue a Tesalónica, 2 Timoteo 4:10.
Ellos mandaron presentes a Pablo, Filipenses 4:16.
Pablo les escribió dos cartas, 1 y 2 Tesalonicenses. Las cartas a los Tesalonicenses fueron las primeras epí­stolas de Pablo, siendo la idea principal de la primera epí­stola la de llevar consolación; esperanza es a nota clave, y aflicción y venida del Señor sus palabras principales. La segunda esí­stola la escribiló el Apóstol para corregir ciertos puntos de vista acerca de la segunda venida de Cristo.

Fuente: Diccionario Geográfico de la Biblia

Principal puerto marí­timo de Macedonia donde Pablo fundó una congregación cristiana alrededor del año 50 E.C.; actualmente la ciudad se llama Salónica (o Thessaloní­ki). (GRABADO, vol. 2, pág. 749.) Tesalónica fue fundada por Casandro en el año 316 ó 315 a E.C. cerca de la antigua ciudad de Therma (significa †œManantial de Agua Caliente†), que era una de las más de 26 ciudades que Casandro habí­a destruido. Le dio el nombre de Tesalónica en honor de su esposa, la hermana de Alejandro Magno. Esta nueva ciudad estaba emplazada en el lado occidental de la pení­nsula calcí­dica, en el golfo Termaico (llamado actualmente el golfo de Salónica), donde el camino que iba hacia el N., al Danubio, se cruzaba con la ví­a principal (la ví­a Egnatia, carretera pavimentada construida por los romanos), que se extendí­a por cientos de kilómetros a través de Macedonia hasta el mar Adriático.
Durante la primera mitad del siglo II a. E.C., se dividió Macedonia en cuatro distritos, el segundo de los cuales tení­a su capital en Tesalónica. Unos cuantos años después, cuando Macedonia pasó a ser provincia romana, Tesalónica se convirtió en la sede administrativa del gobierno de esa provincia. De manera que cuando el apóstol Pablo y Silas llegaron allí­, a unos 120 Km. al O. de Filipos, hallaron que era una próspera metrópoli de bastante importancia.
Pablo predicó durante tres sábados en la sinagoga de Tesalónica. Como resultado, algunos judí­os y una gran multitud de prosélitos griegos se hicieron creyentes y se asociaron con Pablo y Silas, entre quienes hubo †œno pocas de las mujeres prominentes†. (Hch 17:1-4.) No se dice cuánto tiempo permaneció Pablo allí­, pero fue el suficiente como para que él y su compañero consiguieran trabajo para sufragar sus gastos. Por ello, aunque Pablo tení­a el derecho como apóstol de recibir ayuda material de aquellos a quienes ministraba cosas espirituales, puso el ejemplo de que †˜cada uno deberí­a comer el alimento que él mismo ganase†™. (1Co 9:4-18; 1Te 2:9; 2Te 3:7-12.) Es probable que en parte lo hiciera debido a la tendencia al ocio que existí­a entre algunos tesalonicenses. Durante su estancia en Tesalónica, Pablo recibió ayuda de los hermanos de Filipos para cubrir sus necesidades en dos ocasiones diferentes. (Flp 4:16.)
Con el tiempo, los judí­os tesalonicenses que rechazaron el mensaje de Pablo formaron una chusma de †œharaganes de la plaza de mercado† y asaltaron la casa de Jasón, donde Pablo se hospedaba. Pero cuando se dieron cuenta de que aquel a quien buscaban no estaba allí­, arrastraron a Jasón y a otros creyentes hasta los gobernantes de la ciudad, es decir, los †œpolitarcas†, según la traducción literal del término griego. (Hch 17:5-9, nota.) Es de interés mencionar que precisamente en Tesalónica y sus alrededores se han hallado inscripciones de ese perí­odo en las que a ciertos funcionarios de la ciudad se les llama politarcas.
Como medida de seguridad, los hermanos tesalonicenses enviaron a Pablo y Silas de noche a Berea. Allí­ Pablo observó que los de Berea eran †˜de disposición más noble que los de Tesalónica, en el sentido de que no solo recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo, sino que también examinaban con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si lo que el apóstol decí­a era así­†™. Sin embargo, pronto surgieron problemas, pues ciertos judí­os opositores llegaron desde Tesalónica y formaron una chusma, lo que hizo necesario que Pablo se escapase de nuevo en secreto. (Hch 17:10-15.)
Menos de un año después de partir de Tesalónica, Pablo, que para ese entonces estaba en Corinto, escribió su primera carta a los Tesalonicenses. Habí­a enviado a Timoteo para consolarlos y estimularlos y habí­a recibido un buen informe de él. En la carta los encomió por el excelente ejemplo que daban †œa todos los creyentes de Macedonia y de Acaya†, y los exhortó a no desanimarse por causa de la persecución. (1Te 1:1-8; 3:1-13; 4:1.) Según parece, esta carta goza de la distinción de ser el primero de los escritos canónicos de Pablo y, con la probable excepción del evangelio de Mateo, el primer libro de las Escrituras Griegas Cristianas que se puso por escrito. Poco después, Pablo escribió una segunda carta a los Tesalonicenses para que no se dejasen desviar por falsos maestros. (2Te 1:1; 2:1-3.)
Con el transcurso de los años, Pablo seguramente volvió a visitar Tesalónica al pasar por Macedonia durante sus viajes. (Hch 20:1-3; 1Ti 1:3.) Hasta hubo ciertos tesalonicenses a los que se menciona por nombre: Aristarco y Segundo, quienes fueron compañeros de viaje de Pablo. (Hch 20:4; 27:2.) Cuando Demas abandonó a Pablo en Roma se fue a Tesalónica, de donde posiblemente procedí­a. (2Ti 4:10.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

Fundada después del triunfo de Macedonia para engalanar su nueva posición en cuestiones mundiales, la ciudad aventajó rápidamente a sus vecinas más antiguas y se convirtió en la metrópoli de Macedonia. Situada en la unión de la principal ruta por tierra del Egeo al Danubio, su posición bajo los romanos estaba asegurada, y ha seguido siendo una ciudad importante hasta hoy. Tesalónica fue el primer lugar donde la predicación de Pablo dio como resultado seguidores numerosos y socialmente prominentes (Hch. 17.4). Sus opositores, desprovistos de su acostumbrada influencia anterior en las altas esferas, echaron mano a la agitación popular para forzar la mano del gobierno. Las autoridades, hábilmente entrampadas por la imputación de deslealtad para con el poder imperial, adoptaron las medidas mínimas para lograr que Pablo siguiera su camino, procurando incomodarlo lo menos posible. A pesar de su éxito, Pablo se esforzó por no quedar en deuda para con sus seguidores (Fil. 4.16s; 2 Ts. 2.9). No es que ellos mismos no fueran generosos (1 Ts. 4.10); aparentemente Pablo temía que la condición floreciente de la iglesia alentara parásitos a menos que él mismo ofreciera un buen ejemplo de sostén propio (2 Ts. 3.8–12). Las dos epístolas a los *Tesalonicenses, escritas poco después de su partida, reflejan también su ansiedad por conservar sus frutos para que no fuesen presa de maestros rivales (2 Ts. 2.2) y de desiluciones ante la eventualidad de posteriores agitaciones (1 Ts. 3.3). No tenía por qué temer. Tesalónica permaneció como corona triunfante de sus esfuerzos (1 Ts. 1.8).

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

ESTE ARTÍCULO FUE ESCRITO EN 1912 Y ESTÁ EN PROCESO DE SER ACTUALIZADO.

Tesalónica (SALONIKI), metrópoli titular en Macedonia. Al principio fue una aldea llamada Alia, situada no muy lejos de Axius, el Vardar moderno; posteriormente tomó el nombre de Terma, por los manantiales termales al este y al sur de ella. El golfo donde se encontraba se llamaba entonces el Golfo Termaico. Después de haber resguardado la flota del rey Jerjes y haber pertenecido a los atenienses durante la Guerra del Peloponeso, Terma pasó a los reyes de Macedonia tras la muerte de Alejandro. Casandro, hijo de Antípatro, tras haber ampliado el pueblo y transportado hasta allí a los habitantes de los pueblos vecinos, lo llamó Tesalónica, en honor de su esposa. A partir de entonces la ciudad creció constantemente en importancia. Sitiada sin éxito por Emilio Paulo, sólo abrió sus puertas después de la victoria de Pidna que hizo a los romanos amos de Macedonia (168 a.C.). El reino se dividió en cuatro distritos, cada uno de los cuales tenía su capital y su conventus; Tesalónica era la capital del segundo distrito. En el año 146 a.C. Macedonia se hizo una sola provincia con Tesalónica como capital. Este fue el acuerdo hasta el siglo III y IV de nuestra era, cuando se formaron de nuevo cuatro provincias. El procónsul tenía su residencia en Tesalónica, como lo hizo más tarde el prefecto del Ilírico Oriental, que fue el primero en residir en Sirmio. Durante la primera guerra civil, Tesalónica fue la sede principal de Pompeyo y los senadores romanos; durante la segunda apoyó a Antonio y Octavio contra los triunviros. Después de la batalla de Filipos recibió de ellos el título de ciudad libre y otras ventajas, y se le permitió administrar sus propios asuntos y obedecer a magistrados llamados politarcas.

Tesalónica recibió el título de colonia bajo el emperador Valeriano. Teodosio el Grande castigó la rebelión de sus habitantes (390) mediante una masacre general en la que murieron 7,000 personas. En 479 los godos atacaron la ciudad. Entre 675 y 681 los eslavos sitiaron cuatro veces sin éxito a Tesalónica. El 31 de julio de 904, un corsario musulmán, León de Trípoli, llegó inesperadamente con su flota y atacó la ciudad; luego el segundo en el imperio la capturó y la saqueó y se llevó una gran cantidad de prisioneros. Un sacerdote de Tesalónica, Juan Cameniates, quien fue testigo ocular, escribió un relato dramático sobre el asunto (Schlumberger, “Nicéforo Focas”, París, 1890, 35 ss.). En 1083 Alejo I Comneno le encargó a Eutimio, patriarca griego de Jerusalén negociar la paz en Tesalónica con Tancredo de Sicilia, que había conquistado una parte del Epiro y Macedonia y amenazó con tomar posesión del resto. En agosto de 1185, Guillaume d’Hauterive, rey de Sicilia, sitió a Tesalónica por mar con una flota de 200 barcos y por tierra con un ejército de 80,000 hombres; capturó la ciudad y castigó con la muerte a toda la resistencia de los griegos. Al año siguiente la ciudad fue recuperada por los bizantinos; el metropolitano Eustatio escribió un relato de la campaña en una homilía, que fue leída durante la Cuaresma de 1186. En 1204, después que los latinos habían ocupado a Constantinopla y una parte del Imperio Bizantino, Bonifacio, marqués de Monferrato, se proclamó rey de Tesalónica, con su reino latino dependiente del imperio latino de Bizancio. Lo defendió contra los búlgaros, cuyo zar, el terrible Calojan, fue asesinado bajo las murallas de Tesalónica en 1207, y contra los griegos de Epiro. En 1222 este último puso fin al reino franco, tomó posesión de Tesalónica y creó un imperio independiente, el rival del de Nicea, con Teodoro Comneno como primer soberano. Fue derrotado en 1230 en Klokotinitza por el zar búlgaro, Assen II, y la mayor parte de su imperio pasó a manos de los búlgaros. Tesalónica con las demás ciudades fueron dadas al hermano de Teodoro, el emperador Manuel.

En 1242, después de una exitosa campaña contra el emperador de Tesalónica, Juan Vatatzes, emperador de Nicea, forzó a Juan Angelo a tomar sólo el título de déspota y a declararse su vasallo. Después de la expedición de Vatatzes en 1246, Tesalónica perdió su independencia y fue anexada al Imperio de Nicea, que en 1261 fue de nuevo trasladado a Constantinopla. Incapaces de defenderla de los turcos, en 1423 los griegos vendieron Tesalónica a los venecianos, y la ciudad fue capturada el 28 de marzo de 1430, por el sultán Murad e incorporada definitivamente al Imperio Otomano. Fue el escenario de crueldades inauditas por parte de los turcos. Con el fin de debilitar el elemento griego, tan poderoso en la ciudad y en esa parte de Macedonia, la Sublime Puerta ofreció un refugio a finales del siglo XVI para los judíos expulsados de [[[España]] por Felipe II. Para 1912 sumaban 80,000 de los 120,000 habitantes; el resto de la población consistía de turcos, griegos, búlgaros, armenios y casi 3,000 católicos. La parroquia era dirigida por los lazaristas, las escuelas, por los Hermanos Cristianos. Tesalónica, que es la capital de un vilayet, creció constantemente en importancia, debido a su situación y a su comercio, así como al papel que jugó en las dos revoluciones militares de 1908 y 1909, las cuales modificaron el régimen autoritario del Imperio turco.

El establecimiento del cristianismo en Tesalónica parece datar del primer viaje de San Pablo a la ciudad (vea Epístolas a los Tesalonicenses). Secundo y Aristarco, compañeros de San Pablo, eran nativos de Tesalónica (Hch. 20,4); Demas, que abandonó al Apóstol para ir allá, parece también haber nacido allí (2 Tim. 4,9.). Según Orígenes, quien repite una antigua tradición (“Commen in Ep. Ad Rom.”, en PG, XIV, 1289), Gayo fue el primer obispo de Tesalónica. En el Nuevo Testamento se menciona a cuatro personas con este nombre, pero el Gayo de Orígenes sería oriundo de Corinto (1 Cor. 1,14). Melitón de Sardes relata que Antonino Pío escribió a los tesalonicenses que no toleraran en su ciudad el tumulto contra los cristianos (Eusebio, “Hist. Eccl.”, IV,26). Alejandro asistió al Concilio de Nicea en el año 325, a Tiro en el 335, y a la consagración del Santo Sepulcro en el mismo año. A finales del mismo siglo Acolio bautizó a Teodosio el Grande. Le Quien ha compilado una lista de 74 titulares griegos de esta ciudad, algunos de los cuales no pertenecen a ella. Padre Petit continuó su tarea y le da un relato biográfico de más de 130. Los más famosos fueron:

  • Rufo, quien en el siglo V actuó siempre como intermediario entre el papado y las Iglesias Orientales; ¨
  • Eusebio, el corresponsal de San Gregorio el Grande y autor de una obra en diez libros contra los monofisitas;
  • Juan, que a principios del siglo VII, compiló el primer libro sobre los milagros de San Demetrio;
  • San José, hermano de San Teodoro el Estudita, y la víctima en 832 de las [persecuciones]] iconoclastas;
  • León el Filósofo, profesor de la Magnaura, el maestro de Focio y de todas las celebridades literarias de la época;
  • Michael Chumnos, el autor de varios tratados canónicos en el siglo XII;
  • Basilio de Ácrida, que tomó parte en las discusiones teológicas con los enviados del Papa o del emperador de Occidente;
  • Eustaquio, el famoso escoliasta de Homero;
  • Gregorio Palamas, el defensor de las teorías [[hesicasmo|hesicastas] y el enemigo acérrimo de los católicos en el siglo XIV, que sigue siendo considerado como uno de los grandes doctores de la Iglesia cismática;
  • Isidoro Glabas;
  • Simeón, liturgista y canonista, murió en 1429, un año antes que los turcos tomaran la ciudad.

Cuando en 379 Graciano cedió al Ilírico Oriental, que comprende las dos diócesis civiles de Dacia y Macedonia, al Imperio de Oriente, el Papa San Dámaso I nombró al obispo de Tesalónica su vicario apostólico a fin de conservar su jurisdicción sobre esas provincias distantes. En esta capacidad el obispo presidía los concilios locales de las distintas provincias, juzgaba y resolvía dificultades, salvo en asuntos más graves, en los que la decisión estaba reservada al Papa. También confirmaba la elección de los metropolitanos y obispos simples y concedía autorización para proceder a la ordenación. Por último, ocupaba un lugar privilegiado en los concilios ecuménicos y firmaba sus decisiones inmediatamente después de los patriarcas. De este modo disfrutaba de las prerrogativas de un patriarca, incluso llevaba el título, pero estaba sujeta al patriarca de Roma. El obispo de Constantinopla buscó modificar esta organización induciendo a Teodosio II a aprobar una ley (14 de julio de 421) que unía a todos los obispados de Iliria a la Iglesia bizantina, y mandando a introducir esta ley en el Código (439); pero los Papas protestaron contra esta injusticia e impidieron la aplicación de la ley. Hasta 535 el Vicario Apostólico de Tesalónica ejerció jurisdicción sobre todas las provincias de Iliria Oriental, pero después de Novel XI de Justiniano I se dividió la autoridad entre él y el nuevo arzobispo de Justiniana Prima. Este último, también nombrado vicario apostólico del Papa, dirigió las siete provincias del norte, mientras que el obispo de Tesalónica continuó ocupando las otros seis: Macedonia Prima, Tesalia, Acaya, Creta, Nova y Veto Epiro. Los asuntos permanecieron así hasta 732, cuando el emperador León el Isaurian, después de que el Papa lo excomulgó, conectó a todos los obispados de Illyria con el patriarcado de Constantinopla. A partir de entonces, a pesar de las protestas de Roma, Tesalónica fue dependiente de la Iglesia de Bizancio.

Después del establecimiento del reino latino de Tesalónica en 1205, Inocencio III nombró (10 de diciembre de 1206) a Nivelo de Cherisy, obispo de Soissons, que había tomado parte activa en la Cuarta Cruzada, como primer arzobispo latino de la ciudad. Murió al año siguiente; sus sucesores fueron al principio residenciales y titular después (vea lista en Le Quien, “Oriens Christ.”, III, 1089-96; Eubel, “Hierarchia catholica medii nevi”, I, 510; II, 275). Por una carta de Inocencio III escrita en 1212 nos enteramos de que Tesalónica tenía entonces once sufragáneos. Aparte de los santos obispos mencionados arriba, Tesalónica tuvo otros santos: Agape, Irene y Quionia, martirizados bajo Diocleciano; Agotópodo, diácono, y Teódulo, rector, martirizados bajo Diocleciano; Anysia, martirizada bajo Maximiano; Demetrio, mártir, el protector de la ciudad, de cuya tumba fluía un aceite que obraba milagros, y cuya magnífica basílica ha sido convertida en una mezquita; David, solitario (siglo VI); Teeodora, murió en 892; etc. El vicariato apostólico de Macedonia, para los búlgaros, cuyo titular residía en Tesalónica, fue establecido en 1883. Para 1912 contaba con más de 6,000 católicos, 26 estaciones residenciales, 33 sacerdotes seculares, la mayoría de ellos casados, 10 sacerdotes lazaristas, 21 iglesias y capillas, 27 escuelas primarias para niños y niñas con 1,110 alumnos. El seminario, dirigido por los lazaristas, se encontraba en Zeitenlik, cerca de Tesalónica. Las Hermanas de la Caridad y las Hermanas Eucaristinas búlgaras también tenían escuelas y orfanatos.

Bibliografía: LE QUIEN, Oriens christ., II, 27-66; TAFEL, De Thessalonica eiusque agro (Berlín, 1839); BELLEY, Observations sur l’histoire et sur les monuments de la ville de Thessalonique in Histoire de l’Academie des Inscriptions, XXXVIII (París), 125 ss.; VIGOUROUX, Le Nouveau Testament et les decouvertes archeologiques modernes (París, 1890), 215-38; SPATA, I Siciliani in Salonico nell’anno MCLXXXV (Palermo, 1892); PETIT, Les eveques de Thessalonique in Echos d’Orient, IV, V, VI y VIII; DUCHESNE, L’Illyricum ecclesiastique in Byzantinische Zeitschrift, I, 531-50; VAILHE, Annexion d’Illyricum au patriarcat aecumenique in Echos d’Orient, XIV, 29-36; Missiones catholicae (Roma, 1907), 798; CHEYNE, Encyclopaedia biblica, s.v.

Fuente: Vailhé, Siméon. “Thessalonica.” The Catholic Encyclopedia. Vol. 14. New York: Robert Appleton Company, 1912. 30 Nov. 2012
http://www.newadvent.org/cathen/14633a.htm

Traducido por Luz María Hernández Medina

Fuente: Enciclopedia Católica