Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy nos sumergimos en uno de los capítulos más inspiradores de la Biblia: Hebreos 11, a menudo llamado «El Capítulo de la Fe». En este pasaje, el autor nos presenta una galería de héroes de la fe, hombres y mujeres que vivieron vidas extraordinarias al confiar en Dios. Permítanme guiarlos a través de las lecciones que podemos aprender de este capítulo sobre «La Fe que Agrada a Dios».
1. La Definición de la Fe (Hebreos 11:1)
Comenzamos con una definición poderosa de la fe: «Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.» La fe va más allá de lo que podemos ver y tocar; es la certeza de que Dios cumplirá sus promesas. Esta fe audaz es lo que distingue a los creyentes y nos permite confiar en un Dios invisible.
2. Ejemplos de Fe en Acción (Hebreos 11:2-40)
A lo largo del capítulo, el autor nos presenta ejemplos conmovedores de individuos que vivieron por fe. Desde Abel, que ofreció un sacrificio agradable a Dios, hasta Moisés, que guió a los israelitas fuera de Egipto, todos estos héroes de la fe enfrentaron desafíos aparentemente insuperables. Sin embargo, confiaron en Dios y fueron recompensados.
3. El Coraje de Vivir por Fe (Hebreos 11:6)
El autor enfatiza que «sin fe es imposible agradar a Dios». Esto nos recuerda que la fe no es una opción, sino un requisito fundamental en nuestra relación con Dios. Aquellos que desean acercarse a Dios deben creer que Él existe y que recompensa a los que lo buscan. Esto nos desafía a vivir con valentía, confiando en Dios incluso en las circunstancias más difíciles.
Conclusión: La Fe que Agrada a Dios
En resumen, Hebreos 11 nos presenta una poderosa lección sobre la fe que agrada a Dios. A través de los ejemplos de hombres y mujeres que confiaron en Él, aprendemos que la fe no es solo creer en lo que no se ve, sino también vivir en consecuencia. Nos recuerda que la fe implica confiar en Dios en medio de la incertidumbre, perseverar en tiempos difíciles y obedecer incluso cuando no entendemos completamente.
Hoy, donde quiera que estemos en nuestra jornada de fe, seamos inspirados por los héroes de la fe que nos rodean en las Escrituras y en nuestra comunidad de creyentes. Sigamos su ejemplo, manteniendo la fe, y recordando que, como dice Hebreos 11:6, Dios recompensa a aquellos que lo buscan.
Que vivamos vidas que agraden a Dios, creyendo en sus promesas, confiando en su providencia y caminando con valentía por el camino de la fe.
Amén.