Se cuenta la historia de un hombre ahorrativo que un día decidió ahorrar dinero comprando alimento para burros. Todos los días añadía cantidades cada vez mayores de aserrín a la alimentación de los burros. Debido a que el proceso fue gradual, el burro no notó ninguna diferencia mientras limpiaba su pesebre. El plan del hombre estaba funcionando bien, hasta que el burro murió repentinamente por vivir 100% de aserrín.
Del mismo modo, el alimento espiritual que contiene la Palabra pura de Dios, una vez mezclada con aserrín mundano [aguado o social evangelio], finalmente llevará a la muerte espiritual (2 Pedro 2). De hecho, es triste ver a algunos miembros de la iglesia actuar como si no pudieran entender por qué tantos cristianos espiritualmente desnutridos mueren [abandonan la iglesia del Señor] incluso después de ser miembros de la iglesia durante muchos años.
El salmista nos dice que la palabra de Dios es lámpara a los pies y lumbrera al camino (Salmo 119:105; cf. Proverbios 6:23). Sin embargo, ¿cómo pueden los miembros del cuerpo del Señor aplicar esa luz en su diario vivir, si permanecen ignorantes de esa luz? (Hebreos 5:12-14). ¿De qué sirve reprender a los cristianos débiles por su poca fe, si los cristianos espiritualmente fuertes no les enseñan suficiente de la Palabra pura para que puedan desarrollar una fe fuerte? (Salmo 51:12-13; Romanos 10:17; 2 Timoteo 2:1-2).
Todas las reuniones de ánimo de la iglesia, sermones y conferencias sobre el deber cristiano, no harán mucho bien para cristianos débiles en la fe, hasta que se les enseñe la palabra pura de Dios (Proverbios 30:5; Salmo 19:7-8).
Hermanos, si hay Si hay aserrín en nuestra dieta espiritual, debemos deshacernos de él y comenzar a alimentar a nuestros hermanos espiritualmente débiles con la leche pura de la Palabra (1 Pedro 2:2), llevándolos gradualmente al alimento fuerte de la Palabra ( Hebreos 5:14 RV), para que puedan convertirse en obreros espiritualmente maduros para el Señor y Su iglesia (1 Pedro 2:1-2; Efesios 4:11-16; 2 Pedro 3:18; Colosenses 1:3-10) .