3. La enseñanza sobre amar a nuestros enemigos – Teología Bíblica de la Guerra

Teología Bíblica de la Guerra

La enseñanza de Jesús sobre amar a nuestros enemigos se encuentra en varios pasajes del Nuevo Testamento, siendo uno de los más destacados el sermón del Monte en Mateo 5:43-48. Jesús desafía a sus seguidores a amar no solo a sus amigos y seres queridos, sino también a aquellos que los consideran enemigos. Algunos aspectos clave de esta enseñanza son:

1. Amar a los enemigos: Jesús enseña claramente: “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:44). Jesús va más allá del mandamiento de amar al prójimo y desafía a sus seguidores a mostrar amor incluso hacia aquellos que los tratan mal.

2. Bendecir y hacer el bien: Además de amar a los enemigos, Jesús insta a bendecir a quienes nos maldicen y a hacer el bien a quienes nos aborrecen. Esto implica no responder al mal con el mal, sino buscar el bienestar y la bendición de aquellos que nos causan daño.

3. Orar por los enemigos: Jesús también enseña a orar por aquellos que nos ultrajan y persiguen. La oración por los enemigos es un acto de amor y reconciliación, reconociendo que solo a través de la gracia de Dios puede haber una transformación en las relaciones.

4. Siguiendo el ejemplo de Dios: Jesús señala que amar a los enemigos refleja el carácter de Dios mismo. Él dice: “para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:45). Siguiendo el ejemplo de Dios, que es bondadoso y amoroso incluso hacia los injustos, los seguidores de Jesús deben mostrar amor y gracia a sus enemigos.

Esta enseñanza desafía la lógica humana y va en contra de la tendencia natural de responder al mal con más mal. Amar a los enemigos es un acto de amor radical que muestra la influencia transformadora del amor de Dios en nuestras vidas. Además, esta enseñanza no implica justificar o tolerar el mal, sino responder al mal con amor y buscar la reconciliación y la paz cuando sea posible.

La enseñanza de Jesús sobre amar a nuestros enemigos es un recordatorio de la importancia del amor incondicional y de vivir según los valores del Reino de Dios. Es un desafío para los seguidores de Jesús a trascender las divisiones y buscar la reconciliación, siguiendo el ejemplo de amor y gracia de Jesús mismo.