Introducción . El SIDA es una dura realidad de la vida. El SIDA ahora ha pasado de la 15 a la 11 causa de muerte (*). En los últimos ocho meses se conocen 1.000.000 de casos nuevos del virus del VIH. Estadísticamente, el 66% de las víctimas del SIDA son homosexuales y el 22% son usuarios de drogas intravenosas. Se estima que el 6% son esposas, parejas o hijos de víctimas del SIDA. Se cree que del 5% al 8% son víctimas inocentes (transfusiones de sangre, etc.).
Frecuentemente asociado con el pecado . Amado, ¡la gran mayoría de los 195,000 casos conocidos de SIDA en América es producto del pecado! Según Dios (autoridad última), “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla…” (Heb. 13:5). El sexo en el matrimonio legítimo no es sucio. Sin embargo, “…pero a los fornicarios ya los adúlteros los juzgará Dios” (Heb. 13:5). El sexo fuera del matrimonio ordenado por Dios es fornicación (1 Corintios 7:2). La Biblia se relaciona con el SIDA en que enseña, “… el camino de los transgresores es duro” (Prov. 13:15). A medida que el SIDA se convierta más en una enfermedad de transmisión heterosexual, seremos testigos de un tremendo aumento.
Amados, nuestros corazones están con las víctimas inocentes del SIDA. El homosexual, el heterosexual fornicario y el que abusa de las drogas pueden obtener el perdón y la ayuda de Dios (1 Cor. 6:9-11). Hasta que más personas regresen a los estándares de Dios, continuaremos presenciando la angustia de violar las leyes de Dios (126,000 muertes a causa del SIDA). Recuerde, “No os engañéis; Dios no puede ser burlado; porque todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7). La respuesta no es el sexo seguro, ¡sino el sexo ordenado por Dios!
(*) A fines de la década de 1990, cuando se respondió originalmente esta pregunta.