La demonología, desde una perspectiva bíblica, se define como el estudio de los demonios, su naturaleza, origen, actividades, y su impacto en el mundo y la humanidad según las enseñanzas de la Biblia. En el contexto bíblico, los demonios son entendidos generalmente como seres espirituales caídos, asociados con el mal y en oposición a Dios y a sus propósitos.
Este estudio incluye:
1. Naturaleza y Origen: Los demonios son a menudo identificados como ángeles caídos, liderados por Satanás, que se rebelaron contra Dios. Esta interpretación se basa en pasajes bíblicos como Isaías 14:12-15 y Ezequiel 28:12-17, aunque estos textos son objeto de diversos debates interpretativos.
2. Actividades y Metas: Según la Biblia, los demonios buscan desviar a las personas de Dios, promoviendo el pecado y la inmoralidad. Pueden causar sufrimiento físico y espiritual, y en algunos casos, poseer o influenciar a individuos. Pasajes clave incluyen relatos de exorcismos en los Evangelios, donde Jesús libera a las personas de la influencia demoníaca.
3. Confrontación y Derrota: La demonología bíblica también se enfoca en la victoria sobre los poderes demoníacos a través de Jesucristo. La Biblia presenta a Cristo triunfando sobre los demonios, una victoria que se extiende a sus seguidores mediante la fe, la oración y la autoridad espiritual otorgada por Cristo.
4. Escatología: Finalmente, la demonología bíblica aborda el destino final de los demonios, que según libros como Apocalipsis, es de juicio y condenación eterna.
Es importante notar que la demonología bíblica se diferencia de las concepciones populares o culturales de los demonios, centrando su atención en lo que la Biblia enseña específicamente sobre estos seres espirituales y su interacción con el mundo humano y divino.