Note una interpretación más moderna de estos versículos en la New King James: “No te raparás los lados de la cabeza, ni desfigurarás los bordes de tu barba” ( Levítico 19:27 ); y, “No se harán calva en la cabeza, ni se rasurarán los bordes de la barba, ni se harán cortes en la carne” ( Levítico 21:5 ). Es bastante claro que esto proscribe un tipo particular de afeitado o corte de cabello.
Era una costumbre ritual de los paganos cortarse o recortarse la barba y el cabello en formas especiales en honor a una deidad pagana en particular. Para honrar al dios sol Ra, los antiguos egipcios se cortaban o afeitaban con mucho cuidado sus cabellos oscuros, de modo que el cabello que quedaba en la coronilla aparecía en forma de círculo alrededor de la cabeza (de donde deriva el halo), mientras que la barba estaba vestido de forma cuadrada. Alternativamente, se puede afeitar una calva redonda en la cabeza.
Es este tipo de adoración falsa la que la Biblia prohíbe. Afeitarse la barba y cortarse el cabello para un buen aseo normal es algo completamente diferente y no se condena en absoluto en las Escrituras. De hecho, el apóstol Pablo se esfuerza mucho en abordar el cuidado adecuado del cabello en I Corintios 11:2-15 .