“Y MURIÓ”
Hay dos propósitos principales en este capítulo. Primero es mostrar que la línea de Cristo (Lucas 3:36-38) contiene personas reales, vivas y que respiran. No son figuras legendarias sino históricas. Estos son relatos de personas con sus años numerados con bastante precisión. En este aspecto no se parece en nada a las leyendas de antepasados que hemos escuchado.
En segundo lugar, debemos prestar atención a cualquier frase repetida una y otra vez como importante. Cuando Dios quitó a Adán del Jardín y del árbol de la vida, fue el día más trágico en la historia del hombre. Comenzando con Adán, el registro dice que todos y cada uno murieron. La frase “y murió” es un claro recordatorio de que el hombre está bajo la maldición del pecado y no puede salir de él por sí mismo.
Este capítulo (Génesis 5:21-24) honra a un hombre de Dios con el nombre de Enoc. Él es una excepción a la regla que acabamos de mencionar. Inferimos de esta mención de haber caminado con Dios que fue excepcional. Pero, ¿qué significa “caminar con Dios?” Amós 3:3 dice que dos no pueden andar juntos si no estuvieren de acuerdo. Así que el que camina con Dios está de acuerdo con Dios. Dado que Dios es la fuente de toda verdad y el estándar para vivir correctamente, Enoc alineó sus creencias y acciones con la enseñanza de Dios. PODEMOS CAMINAR CON DIOS HOY. Podemos tener comunión con Él al caminar en la luz (1 Juan 1:7). Obedeciendo el Evangelio (Romanos 1:16; 2 Tesalonicenses 2:14).
¿Cuál fue el propósito de Dios al llevarse a Enoc antes de que muriera? Permítanme especular, pero creo que verán el sentido de esto. Dios marcó a Enoc como una lección objetiva al llevarlo antes de la muerte. Le estampó la aprobación por la asunción milagrosa. Anunció (en efecto) al mundo antediluviano: “Apruebo la forma en que vive este hombre y lo señalo como un ejemplo para ustedes”. Aunque sucedió hace milenios, todavía sabemos que Enoc caminó con Dios y que no fue solo algo que dijo Enoc. Dios hizo saber que Enoc ciertamente caminó con Dios.