Las perspectivas bíblicas sobre el pueblo elegido en el Nuevo Testamento – El eterno conflicto entre Israel y los Palestinos

El eterno conflicto entre Israel y los Palestinos

El concepto de “pueblo elegido” es fundamental en la tradición judía, con raíces en el Antiguo Testamento, particularmente en la relación pactada entre Dios y Abraham y, posteriormente, con la nación de Israel en el Monte Sinaí. Sin embargo, el Nuevo Testamento, dentro del contexto del cristianismo emergente, proporciona perspectivas adicionales y, en algunos aspectos, redefinidas sobre esta idea.

1. Jesús y el Pueblo Judío:

  • Ministerio inicial: Jesús, siendo judío, comenzó su ministerio entre el pueblo judío. En Mateo 15:24, él afirmó: “No fui enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel“.
  • Expansión del ministerio: Aunque Jesús comenzó su ministerio enfocándose principalmente en los judíos, también interactuó y mostró compasión hacia los gentiles (no judíos), como la mujer cananea en Mateo 15 y el centurión romano en Mateo 8.

2. Pablo y la Inclusión de los Gentiles:

  • Justificación por la fe: En sus cartas, Pablo argumenta que tanto judíos como gentiles son justificados (declarados justos ante Dios) por la fe en Jesucristo y no simplemente por la observancia de la ley (Gálatas 3:28).
  • Nuevo Israel: Pablo utiliza el lenguaje del “pueblo elegido” para describir a la comunidad cristiana, compuesta por judíos y gentiles. En Romanos 9-11, discute la relación entre judíos y gentiles, afirmando que Dios no ha rechazado a su pueblo, pero que ahora, a través de Jesús, la salvación se ha extendido a todos.
  • Nuevo pacto: Pablo y otros escritores del Nuevo Testamento ven la muerte y resurrección de Jesús como el establecimiento de un nuevo pacto, que incluye a gentiles y judíos por igual (Hebreos 8:6-13).

3. Metáforas de Comunidad y Pueblo:

  • Piedra angular: En Efesios 2:19-20, gentiles y judíos son descritos como miembros de la misma casa, con Jesús como la piedra angular.
  • Sacerdocio real: 1 Pedro 2:9 retoma lenguaje del Antiguo Testamento al describir a los creyentes como “un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para posesión de Dios”.

4. Revelación y el Pueblo de Dios:

  • En el libro de Apocalipsis, se describe una visión escatológica de una multitud innumerable “de toda nación, tribu, pueblo e idioma” adorando a Dios y al Cordero (Apocalipsis 7:9), enfatizando la universalidad del pueblo de Dios en la era venidera.

5. Tensión y Continuidad:

  • A lo largo del Nuevo Testamento, hay una tensión palpable entre la continuidad con la tradición judía y la novedad de la inclusión de los gentiles en el plan salvífico de Dios. Esta tensión se refleja en debates teológicos, concilios (como el Concilio de Jerusalén en Hechos 15) y en las diversas cartas apostólicas.

En resumen, el Nuevo Testamento refleja una evolución en la comprensión del concepto de “pueblo elegido”. Mientras que en el Antiguo Testamento, este título se refiere predominantemente al pueblo de Israel, el Nuevo Testamento, sin rechazar esta elección, amplía y redefine el concepto para incluir a todos aquellos, judíos y gentiles por igual, que creen en Jesucristo.