Pasajes que hablan sobre enfermedades y sanaciones en el Antiguo Testamento – El Cristiano y la Enfermedad

El Cristiano y la Enfermedad

El Antiguo Testamento contiene numerosos pasajes que tratan sobre enfermedades, aflicciones y sanaciones. Algunos de los más notables son:

  1. El libro de Job: Todo el libro de Job se centra en las aflicciones de un hombre justo llamado Job. Aunque sus pruebas no son solo enfermedades, es afligido con llagas dolorosas de pies a cabeza. A lo largo del libro, Job busca comprender su sufrimiento y eventualmente es restaurado.
  2. Éxodo 15:26:

    Y dijo: “Si escuchas atentamente al Señor, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, si prestas oído a sus mandamientos y guardas todas sus leyes, no traeré sobre ti ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios, porque yo soy el Señor, quien te sana”.

  3. 2 Reyes 5: Narra la historia de Naamán, comandante del ejército del rey de Aram, quien tenía lepra. A sugerencia de una joven israelita que servía a su esposa, Naamán va a ver al profeta Eliseo en Israel. Eliseo le dice que se bañe siete veces en el río Jordán, y cuando Naamán obedece, es sanado de su lepra.
  4. 2 Reyes 20:1-7: El rey Ezequías está enfermo y a punto de morir. El profeta Isaías le dice que ponga sus asuntos en orden. Ezequías ora al Señor, y Dios decide añadir 15 años a su vida. Como señal, Isaías aplica una pasta de higos sobre la úlcera de Ezequías y este se recupera.
  5. Levítico 13 y 14: Estos capítulos ofrecen instrucciones detalladas sobre cómo manejar y tratar a aquellos con una enfermedad de la piel, a menudo identificada como lepra (aunque no necesariamente la enfermedad que hoy conocemos como tal). Estas leyes no solo tienen connotaciones de salud, sino también rituales.
  6. Números 12: Miriam, la hermana de Moisés, es afligida con lepra después de hablar en contra de Moisés. Aarón pide a Moisés que ore por ella, y Moisés ora al Señor, quien la sana después de siete días fuera del campamento.
  7. Números 21:4-9: Los israelitas hablan en contra de Dios y de Moisés, por lo que Dios envía serpientes venenosas entre ellos y muchas personas mueren. Cuando el pueblo se arrepiente, Dios instruye a Moisés a hacer una serpiente de bronce y colocarla en un asta. Todo aquel que mire a la serpiente de bronce después de ser mordido vive.

Estos pasajes, entre otros, muestran una variedad de enfoques sobre la enfermedad y la sanación en el Antiguo Testamento, desde explicaciones rituales hasta milagros divinos. También reflejan las creencias y prácticas culturales y religiosas de los israelitas en ese período de tiempo.