Significado Bíblico de JORDAN
Significado de Jordan
Ver Concordancia
(heb. Yardên, «que desciende [el descendiente]»; egip. Yrdn; gr. Iordáns).
El río más importante de Palestina. Divide al país en 2 partes: la Palestina
occidental (tierra de Canaán), la parte más importante y rica; y la
Transjordania. Las fuentes del Jordán están ubicadas en la ladera occidental
del monte Hermón, el cordón más meridional de los montes Antilíbano.
Finalmente son 4 las corrientes que forman el río Jordán. La más oriental de
estas 4 corrientes es el Nahr Bâniyâs, el río Paneas, de unos 8 km de largo.
Su fuente está a unos 331 m s.n.m. en la famosa gruta de Paneas, llamada así en
tiempos helenísticos en honor del dios griego Pan. El siguiente, el Nahr
el-Leddan, es un río mucho más corto, que surge de numerosos manantiales cerca
de la antigua ciudad de Dan, ahora Tell el-Qâdî, a unos 145 m s.n.m. El
tercero es el Nahr el-Hasbân§, el más largo de los 4 tributarios. Desde su
naciente, a unos 528 m s.n.m., corre por unos 38,5 km a lo largo de la ladera
occidental del monte Hermón. El río más occidental es el Nahr Bereighith, que
se origina cerca de la antigua ciudad de Ijón, ahora Tell ed-Dibbin, a unos 550
m s.n.m. Estos 4 ríos se unen al sur del Hermón y constituyen el Jordán,
llamado esh-Sherî{ a el-Kebîreh por los árabes. Desde esta confluencia, a unos
43 m s.n.m., el río corre unos 11 km por una llanura fértil con vegetación
subtropical. Parte de ella es pantanosa, con abundancia de plantas de papiro
que hasta hace poco los árabes usaban para hacer esteras. El gobierno de
Israel ha estado desecando esos pantanos para recuperar las tierras.
289. Vista aérea del tortuoso curso del río Jordán en la conjunción de Jaboc.
El primero de 3 lagos formados por el 658 Jordán era el Lago Huleh (Ba1ret
el-2ûleh), llamado Semeconitis por Josefo, hasta que el gobierno de Israel lo
drenó y su fondo se usa como tierras de labrantío, a través de la cual fluye el
río. Muchos escritores modernos lo han identificado equivocadamente con las
«aguas de Merom»* (Jos. 11: 5), que están a unos 16 km al sudoeste del antiguo
Lago Huleh. Este se hallaba a unos 2 m s.n.m. y tenía unos 5 km de largo por 3
km de ancho en su parte norte, y su profundidad variaba de 3 a 5 m. Después de
salir del desecado lago Huleh, el río fluye por unos 3 km a una velocidad
constante hasta que llega al «Puente de las Hijas de Jacob» (Jisr Banat
Yaqub), por el que pasa la carretera principal de Galilea a Damasco. Luego
atraviesa una garganta de basalto, estrecha y con pronunciada pendiente, que
forma muchos saltos y caídas, y desciende unos 183 m en los siguientes 11 km.
Al salir de ese desfiladero entra a una pequeña llanura, y en el último par de
kilómetros antes de desembocar en el otro lago, el Mar de Galilea, fluye
serenamente. En la distancia de 16 km entre los 2 lagos, el nivel del río bajó
de 2 m s.n.m. a unos 209 m b.n.m., un descenso de unos 211 m.
El Mar de Galilea, bien conocido por todo cristiano por su relación con la vida
de Jesús, es llamado Mar de Cineret en el AT (Jos 12:3; 13:27), por la ciudad
de Cineret,* cerca de su ribera noroccidental. El lago tiene unos 21 km de
largo y un ancho máximo de unos 13 km cerca del centro. Su profundidad máxima
es de unos 46 m. El lago está alimentado no sólo por el río Jordán, sino
también por corrientes menores que entran en él por la orilla noreste y por el
oeste, y por numerosos manantiales de agua caliente y fría subacuáticas. El
lago siempre ha tenido abundancia de peces.
El Jordán deja el Mar de Galilea en su extremo sudoeste y se convierte en el
río más sinuoso del mundo, con innumerables meandros en su curso hacia el sur.
Por causa de estas curvas, recorre 320 km para cubrir una distancia que en
línea recta es de sólo 104 km entre el Mar de Galilea y el Mar Muerto* (fig
289). Varios tributarios aumentan el volumen de agua del río. Los afluentes
occidentales son insignificantes, pero los ríos, Yarmuk y Jaboc en
Transjordania son importantes; el primero aporta al Jordán en su confluencia
casi tanta agua como la que lleva el Jordán mismo. En su recorrido desde el
Mar de Galilea, el Jordán desciende otros 183 m hasta llegar al Mar Muerto, a
396 m b.n.m., la región más baja de la tierra. El promedio de descenso del
río es de 0,50 m por cada km si se sigue su cauce, o de 1,70 m por cada km en
línea recta. Su corriente es veloz, con muchos torbellinos y rápidos que hacen
peligrosa su navegación, aunque algunos lo han hecho, especialmente en pequeños
botes metálicos, como lo cuenta el Tte. Lynch.
El amplio valle del río, que tiene entre 5 y 19 km de ancho, se llama en árabe
el-Ghor, «la tierra baja». Dentro del valle hay otra depresión, a cuya orilla
se encuentran unas colinas grises de marga y arcilla de aspecto extraño, de
hasta unos 30 m de altura, llamadas qattarahs, sobre las que no crece nada. La
depresión inferior, en la que fluye el río, recibe el nombre de Zor, «espesura»
o «matorral», un nombre apropiado, ya que en muchas partes abunda una
vegetación parecida a una selva. Este matorral era refugio de animales
silvestres en tiempos antiguos (Jer. 49: 19). El río mismo tiene entre 27 y 30
m de ancho y de1 a 3 m de profundidad. Mapa II, B-3.
Los lugares habitados que surgieron en el Ghor generalmente no se encuentran en
el Zor, sino por sobre ella, a orillas de los tributarios del Jordán. Sin
embargo, sólo unos pocos sitios de la ribera occidental eran aptos para ser
poblados. Uno de ellos estaba sobre el Nahr J~lûd, que formaba la extensión
oriental del valle de Jezreel. Sobre sus orillas y cerca de ellas surgieron
varias poblaciones importantes. Otra región similar estaba formada por el Wâd§
Fâr{ah, que recibía el agua de un manantial que está al noreste de Siquem. El
3er lugar era la llanura de Jericó,* donde el Wâd§ Qelt se une al Jordán. Un
copioso manantial de esa región, ahora llamado {Ain es-Sultân, proporcionaba
condiciones atractivas para una población, y desde el amanecer de la historia
palestina se formó un pueblo en ese lugar, como lo demostraron excavaciones
recientes. Los restos más antiguos de Tell es-Sultân, la ancestral Jericó,
rernontan en la historia más que cualquier otro sitio excavado hasta ahora en
Palestina. Los diversos 659 tributarios que se unían al Jordán desde el este
formaban pequeñas llanuras en su confluencia, con tierras fértiles que
permitían la agricultura. Sobre ella se formaron poblaciones. La mayor de
esas llanuras estaba inmediatamente al noreste del Mar Muerto. Su nombre, «los
campos de Moab» (Nm. 22:1; etc.), indica que en épocas muy tempranas debió
haber estado ocupada por moabitas.
290. El río Jordán visto desde las colinas de Galaad.
Los pasajes bíblicos que se refieren al Jordán tratan mayormente del sector del
río entre el Mar de Galilea y el Mar Muerto. Como antes del tiempo de los
romanos no había puentes que lo cruzaran, se lo atravesaba por algún vado o en
botes. En la parte superior, al norte de la confluencia con el río Jaboc, en
varios lugares había pasos fáciles de vadear, pero en el sur la corriente es
veloz (muchas personas perdieron la vida intentando pasar en esta parte). Los
israelitas cruzaron el Jordán en seco, a la latitud de Jericó, en virtud de un
milagro (Jos. 3:1-17; 4:1-24; Sal. 114:3, 5). El informe bíblico pone en claro
que lo atravesaron en primavera, cuando el Jordán desbordaba por el
derretimiento de la nieve del monte Hermón. Cuando los sacerdotes entraron en
el agua, el río se detuvo en Adam, la moderna Tell ed-Dâmiyeh, a unos 35 km al
norte del Mar Muerto, pero al sur de Adam el agua seguía hacia el Mar Muerto
dejando seca una buena extensión del lecho del río (Jos. 3:14-17; 4:15, 16).
En tiempos históricos se han registrado en el mismo lugar varios
desprendimientos, producidos por terremotos. En la noche del 8 de diciembre de
1267 d.C., una elevada colina que domina el río, cerca de ed-Dâmiyeh cayó al
cauce y formó un dique que durante 16 horas dejó en seco la parte sur de esa
represa natural. Entretanto, el agua al norte de ed-Dâmiyeh inundó las tierras
vecinas; finalmente, abrió una brecha en ella y se restableció el nivel del río
en todo su curso. Casos similares se registraron en 1546 y en 1906. Otra vez,
en el fuerte terremoto del 11 de julio de 1927, que destruyó muchas propiedades
y costó muchas vidas, un barranco alto en ed-Dâmiyeh cayó al río y formó un
dique que interrumpió su curso durante 21 1/2 horas, de modo que los pobladores
cruzaron y volvieron a cruzar el lecho seco a pie a voluntad. Algunos opinan
que para el cruce de los israelitas bajo Josué, Dios tal vez produjo un
terremoto para formar el dique que contuviera el agua del río en el momento
preciso cuando estaban listos para cruzarlo, usando, como en otras ocasiones,
medios naturales para realizar sus milagros (fig 9).
Jacob y su familia vadearon el Jordán tal vez cerca de la boca del Jaboc (Gn.
33:17, 18). Los madianitas, perseguidos por Gedeón y sus fuerzas, lo habrían
cruzado al norte del Jaboc, en las proximidades de Sucot (Jue. 7:24; 8:4, 5).
David, cuando huyó de Absalón con un grupo de leales seguidores, atravesó el
Jordán quizá cerca de Jericó, y esta actividad -tal vez por medio de botes-
habría mantenido ocupado al grupo toda la noche (2 S. 17:22). También se
informa del cruce de Absalón y sus fuerzas, y más tarde el de David al regresar
a Jerusalén (17:24; 19:15-18, 39). Dos veces se realizó milagrosamente el paso
en seco en tiempos de Elías y de Eliseo:primero para permitir que los 2
profetas cruzaran el río, y luego para que Eliseo lo volviera a pasar (2 R.
2:5-8, 13-15). Una vez más el Jordán desempeñó un papel en la vida de Eliseo
cuando le pidió a Naamán, el oficial sirio, que se lavara 7 veces en sus aguas
para ser limpiado de su lepra (5:10, 14). Jesucristo fue bautizado en el
Jordán por Juan (Mt. 3:13-16; cf Jn. 3:23; fig 292).
Bib.: W. F. Lynch, «Narrative of the United States Expedition to the River
Jordan and the Dead Sea» [Narración de la expedición norteamericana al río
Jordán y el Mar Muerto], realizada en 1848; John Garstang, The Foundations of
Bible History [Los fundamentos de la historia bíblica] (Londres, 1931), pp 136,
137; D. H. Kallner, Amiran, IEJ 1 (1950-1951):229, 236, 245.
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: JORDAN
JORDÁN según la Biblia: «el que desciende»
La corriente de agua más importante de Palestina. Tiene diversas fuentes. La fuente oriental se halla en Banias, la antigua Cesarea de Filipo, de donde brota una corriente abundante, el Banias, de una gruta elevada. La fuente central se halla en Tell el-Kadi, probablemente la antigua Dan.
«el que desciende»
La corriente de agua más importante de Palestina. Tiene diversas fuentes. La fuente oriental se halla en Banias, la antigua Cesarea de Filipo, de donde brota una corriente abundante, el Banias, de una gruta elevada. La fuente central se halla en Tell el-Kadi, probablemente la antigua Dan.
Allí brotan, en dos lugares, las aguas que forman el río Leddan. La tercera fuente, la más septentrional y elevada de las tres, es perenne; brota debajo del pueblo de Hasbeya y da origen al curso de agua llamado Hasbany.
Según Thomson, este río tiene 64 Km. más que los otros dos, siendo que el Leddan es el más caudaloso y el Banias el más bello. Este último recorre más de 19 Km. antes de llegar al lago de Huleh. La unión del Banias y del Leddan se halla casi a mitad de camino entre el lugar llamado Banias y el lago de Huleh; la confluencia de este nuevo río con el Hasbany se halla a 1,5 Km. más abajo.
El lago Huleh tiene más de 6 Km. de longitud. El Jordán sale al sur de este lago, y corre casi 17 Km., hasta el lago de Galilea que mide casi 21 Km. de longitud. Después de haber cruzado esta extensión de agua, el río sigue un curso sinuoso, dirigiéndose hacia el mar Muerto, a unos 105 Km., a vuelo de pájaro, del extremo meridional del lago de Galilea.
Desde Banias hasta el mar Muerto, el Jordán mide más de 167 Km., si se tiene en cuenta la longitud de los dos lagos, y se descartan los meandros.
Es el único río del mundo cuyo curso se halla, en la mayor parte de su longitud, por debajo del nivel del mar. Cuando brota de la gruta de Banias, el Jordán se halla a unos 300 m. por encima del nivel del Mediterráneo.
Cuando entraba en el valle de Huleh, este lago, desecado en la actualidad por los israelitas, tenía 3-4 m. de profundidad, y su superficie se hallaba a unos 2 m. sobre el nivel del mar. Desciende a continuación unos 208 m., hasta llegar a la entrada del mar de Galilea. Al desembocar en el mar Muerto, el Jordán se halla a 366 m. por debajo del nivel del Mediterráneo. Es evidente que este curso de agua merece bien su nombre, de raíz semita, «Yardën», «el que desciende».
Desde el mar de Galilea al mar Muerto hay 27 rápidos importantes y un gran número de otras caídas de menor importancia. La zona meridional del valle es una zona verdaderamente tropical. Josefo (Guerras 4:8, 3) dice que la irrigación permitía cosechas lujuriantes.
Lot eligió este fértil lugar sin tomar en cuenta ninguna consideración moral (Gn. 13:8-13).
Antes de la llegada de los romanos, el río carecía de puentes. Se tenía que cruzar mediante numerosos vados de fácil acceso. Estos vados se hallaban a lo largo del descenso del Jordán, hasta la desembocadura del Jaboc, que cruzó Jacob (Gn. 32:10; 33:18).
Por debajo de este lugar el Jordán sólo es vadeable durante unas pocas ocasiones en el año.
Josué atravesó el Jordán a pie enjuto (Jos. 3:1-17; 4:1-24; Sal. 114:3, 5). Ha habido varias ocasiones en tiempos modernos en que ha quedado al descubierto el lecho del Jordán, debido a la formación de un dique natural. En el siglo XIII el sultán Bibars había dispuesto la construcción de un puente a través del Jordán.
La crecida del río dificultaba los trabajos. En la noche del 7 al 8 de diciembre de 1267 se derrumbó un cerro de gran altura que dominaba las aguas al oeste, obstruyendo el curso del agua, con lo que el río estuvo detenido durante dieciséis horas. Sucesos análogos tuvieron lugar en 1906 y 1927.
Es posible que en época de Josué, bajo la dirección divina, sucediera algo parecido. Dios se sirve tanto de las fuerzas de la naturaleza como de acciones sobrenaturales para llevar a cabo su voluntad. En todo caso, fue bajo su dirección que tuvo lugar aquel suceso.
Fue el escenario de grandes hechos históricos. David lo cruzó huyendo de Absalón y volviendo para recobrar el reino (2 S. 17:22, 24; 19:15-18). Yendo a ser arrebatado por un carro de fuego, Elías lo cruzó con Eliseo de forma milagrosa (2 R. 2:8-9, 14). Allí logró Naamán su curación de la lepra (2 R. 5:13).
Juan el Bautista ejercía allí su ministerio del bautismo, y allí fue bautizado el Señor Jesucristo (Mt. 3:6, 13-17). En la actualidad constituye la frontera entre Israel y Jordania.