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Significado Bíblico de MAGIA

Significado Bíblico de MAGIA

Significado de Magia

Ver Concordancia

(heb. ônên; gr. períergos).

El secreto arte de magos,* adivinos, encantadores, brujos y hechiceros. Por lo
general, en la práctica de la magia se utilizan ritos y fórmulas mediante los
cuales se cree que fuerzas sobrenaturales se ponen a disposición del que actúa
en ella, de modo que pueda producir beneficios o daños a las personas o cosas.
Tales artes eran ampliamente conocidas en el mundo antiguo, y estaban
profundamente arraigadas en Egipto y Babilonia (Gn. 41:8; Ex. 7:11; Dn. 1:20;
2:2; etc.), los 2 países más poderosos del pasado y con los cuales Israel tuvo
estrechas conexiones durante varios períodos de su historia. Sin embargo, la
magia también se practicaba entre los cananeos y otras naciones, como lo
indican varas, amuletos y otros objetos relacionados encontrados en las
excavaciones de Palestina. Los israelitas adoptaron muchas prácticas mágicas
de los pueblos entre los cuales vivían, a pesar de que la ley de Moisés las
condenaba bajo pena de muerte (Lv. 20:27; Dt. 18:10, 11). En momentos de
estrés, con frecuencia se dirigieron a quienes las ejercían (1 S. 28:7), y
ellos mismos practicaron toda clase de magia como lo indican diversas
declaraciones de severa reprensión de los profetas del AT (ls. 8:19; Ez. 13:18,
20; etc.).

En tiempos del NT, los magos o adivinos judíos estaban esparcidos por todo el
mundo 736 greco-romano (Hch. 8:9-11; 13:6-8). Muchos de los conversos judíos y
gentiles de Pablo en Efeso habían practicado la magia y poseían costosos
manuales sobre este arte, que echaron al fuego después de su conversión (Hch.
19:18, 19). Pablo enumera la farmakéia, «magia», «hechicería» (Gá. 5:20),
entre los principales pecados de la carne, colocándola inmediatamente después
de la idolatría.

Bib.: Juvenal vi.542-546; Orígenes, Against Celsus [Contra Celso] iv.33.

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: MAGIA

MAGIA según la Biblia: Práctica del ocultismo y relación con los malos espíritus.
El término heb. «hartõm», que se traduce como mago, significa frecuentemente:
escriba, sacerdote instruido (Dn. 1:20)

Práctica del ocultismo y relación con los malos espíritus.
El término heb. «hartõm», que se traduce como mago, significa frecuentemente:
escriba, sacerdote instruido (Dn. 1:20),
versado en los encantamientos, en las prácticas ocultas (Éx. 7:11),
en la interpretación de los sueños (Dn. 2:10).

Estas prácticas estaban muy difundidas:
en Egipto (Gn. 41:8; en Ti. 3:8 se dan los nombres de Janes y Jambres, que se opusieron a Moisés),
en Asiria (Nah. 3:4),
en Babilonia (Is. 47:9; Dn. 2:2),
en Canaán y
en los otros países paganos (Dt. 18:10).

Hay otro término heb., «’ahshãph», que se traduce generalmente como encantador. Designa a los hechiceros y a los exorcistas que empleaban fórmulas mágicas para que los malos espíritus les ayudaran o para hacer que dejaran de atormentar a sus pretendidas víctimas. Los efectos sobrenaturales buscados concernían a los hombres, a los animales o a las fuerzas de la naturaleza.

Los textos no distinguen siempre de una manera clara los encantamientos y la adivinación (Nm. 23:23; 24:1; 2 R. 17:17; Jer. 27:9) y otras formas de ocultismo, todas ellas prohibidas formalmente por la ley de Moisés (Dt. 18:9-14).

En ella se legislaba la pena de muerte para magos y evocadores de muertos (Éx. 22:18; Lv. 20:6, 27). Los profetas predijeron su castigo (Mi. 5:11; Mal. 3:5; etc.; cfr. Josefo, Vida 31; Ant. 17:4, 1; Sab. 12:4-6).

El NT revela la existencia de las mismas prácticas y nos presenta a:
Simón el mago (Hch. 8:9, 11);
Barjesús (Hch. 13:6, 8);

en Éfeso, los exorcistas judíos y los adeptos a las «artes mágicas», y sus libros de gran precio (Hch. 19:13, 19).
La magia es manifiestamente una de las obras de la carne (Gá. 5:20).

En Ap. 9:21 el término traducido «hechicerías» es «pharmakeia», lo que sugiere la utilización de drogas y de filtros misteriosos; el castigo de esta diabólica «farmacia» es la perdición eterna (Ap. 18:23; 21:8; 22:15).

El arte de encantar a las serpientes, lo que previene la mordedura, no se contaba entre los encantamientos (Ez. 10:11; cfr. Sal. 58:5; Jer. 8:17).

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: MAGIA