Significado Bíblico de ALABANZA
Significado de Alabanza
Ver Concordancia
– De
Jesús al Padre, Mt. 11:25, Jn. 17:1.
– De
los ángeles a Dios, Lc. 2:13-20, Ap. 4.
– De
los hombres al Señor: Será lo que hagamos en el Cielo, por cada segundo por
millones de siglos, junto con los ángeles y todos los santos, como dice Ap.
4:8-11, 5:8-14, 7:9-13, 19:1-8.
– Vayamos ensayando aquí, en la tierra, diciendo en todo
momento “Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo”… “Bendito”…
“Aleluya”, que quiere decir “Alabado sea el Señor”. Es el secreto del gozo aquí
en la tierra, y la forma de hacer oración continua. Ver “Acción de Gracias”.
– Hay
varios salmos de “Aleluya”: 111 al 118, 134 al 139, 145 al 150. Recémoslos a
menudo. Son oraciones hechas por Dios para los hombres.
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: ALABANZA
ALABANZA según la Biblia: Acción de glorificar a Dios, de ensalzarlo y bendecirlo especialmente con himnos y cánticos (2 Cr. 7:6; Sal. 28:7; 40:3; 95:1, 2; 149:1-3; 150), música y danza.
Acción de glorificar a Dios, de ensalzarlo y bendecirlo especialmente con himnos y cánticos (2 Cr. 7:6; Sal. 28:7; 40:3; 95:1, 2; 149:1-3; 150), música y danza.
La alabanza es una de las manifestaciones a las que en la Biblia se invita con frecuencia, perteneciendo a este género de oración muchos de los Salmos.
En realidad, en la Escritura se encuentran con frecuencia la alabanza y la acción de gracias en un mismo movimiento del alma, y en el plan literario en los mismos textos.
Dios se revela digno de alabanza por todos sus beneficios con el hombre. La alabanza resulta con toda naturalidad como agradecimiento y como bendición por los beneficios recibidos, y los ejemplos son numerosos (Sal. 35:18; 69:31; 109:30; Esd. 3:11).
La alabanza y la acción de gracias suscitan las mismas manifestaciones exteriores de gozo, sobre todo en las reuniones del culto y donde los creyentes rinden una y otra vez gloria a Dios (Is. 42:12; Sal. 22:24; 50:23; Lc.
17:15-18; Hch. 11:18; Fil. 1:11; Ef. 1:6, 12, 14). La alabanza tiende más a la persona de Dios que a sus dones; está muy cercana de la adoración, en la vía del éxtasis.
En los himnos de alabanza se canta a Dios porque es Dios. La alabanza cristiana tiene su movimiento esencial en la alabanza del Antiguo Testamento, pero se distingue porque es suscitada por el don de Cristo Jesús, que manifiesta su poder en la redención del género humano y en la salvación individual de cada hombre.
Tal es el sentido de la alabanza de los ángeles y de los pastores en la noche de Navidad (Lc. 2:13-20), como la alabanza que recibe Cristo de la boca de las multitudes después de las curaciones milagrosas (Mr. 7:36; Lc. 18:43; 19:37; Hch. 3:9); éste es el sentido de la alabanza de los judíos del día de Ramos, antes de su Pasión (Mt. 21:16), y éste es también el del cántico del Apocalipsis (Ap. 15:3).
Algunos fragmentos de himnos primitivos, conservados en las cartas de San. Pablo, reproducen el eco de esta alabanza cristiana dirigida a Dios Padre, que ha revelado el misterio de la salvación en Cristo Jesús (1 Ti. 3:16) y que hará retornar a Cristo glorioso al final de los tiempos (1 Ti. 6:15).
Sentimientos de oración que expresan gratitud por el misterio de Cristo (Fil. 2:5; Col. 1:5) y por el don de la salvación (2 Ti. 2:11) y expresando la verdadera fe cristiana (Ef. 5:14).