Significado Bíblico de CIUDAD
Significado de Ciudad
Ver Concordancia
(heb. {îr, «localidad», agrupación de casas cercadas por un amurallamiento;
qiryâh; gr. pólis).
El registro bíblico dice que Caín, el hijo de Adán, fue el 1º que construyó una
ciudad (Gn. 4:17); después del diluvio la 1ª fue Babel o Babilonia (11:4, 9),
construida por hombres que desafiaron a Dios. Los patriarcas, en su mayoría,
no vivieron en ciudades, aunque a veces asentaron sus tiendas cerca de alguna
(12:6; 13:3; etc.). Cuando los israelitas entraron en Canaán quedaron
satisfechos con vivir en el campo abierto por un tiempo, dejándolas a los
cananeos (Jue. 7:8; 1 S. 4:10; cf Jue. 1:22-36). Sin embargo, con el correr
del tiempo las tomaron de manos de los nativos del país, y también fundaron
nuevas. Pero a decir verdad, la mayoría de las «ciudades» de los tiempos
bíblicos eran aldeas; bastante diferente es su situación actual.
En Palestina, sus nombres tenían un significado; a veces hacían referencia a
alguna característica natural de la zona. Por ejemplo: Rama, «lugar elevado»;
Beer-seba, «pozo de un juramento»; En-ganim, «manantial de jardines»;
Kiriat-jearim, «ciudad de los bosques»; Bet-hakerem, «casa del viñedo»;
Abel-sitim, «planicie de las acacias». Algunas veces la ciudad recibía el
nombre después de algún acontecimiento (como Bet-el, «casa de Dios»; Gn.
28:11-19) o de alguna persona (como Dan; Jue. 18:29).
La mayoría estaba en la ladera o en la cumbre de un cerro (para facilitar la
defensa contra el ataque), o sobre la falda de un monte. Las de Palestina
solían ser pequeñas, aun las importantes, como Samaria, Meguido y Laquis, que
abarcaban sólo 7,7, 5,3 y 8,5 hectáreas (cada hectárea tiene 100 m de lado),
respectivamente. La ciudad palestina conocida más grande de la antigüedad fue
Hazor, que cubría 73,7 ha. Los muros se construían de piedra y tenían torres a
intervalos regulares o irregulares como un sistema de fortificaciones. Una o
más puertas permitían el ingreso. Las salas en la zona de las fortalezas se
usaban con fines judiciales (Am. 5:12, 15) y como lugar de reunión para la
administración de la ciudad (Rt. 4:1, 2, 11). Cerca de ellas a veces había
lugares amplios que se podían usar para reuniones de los pobladores (Neh. 8:1).
Las calles no estaban pavimentadas, no tenían iluminación y eran angostas y
torcidas; una derecha era una excepción (Hch. 9:11). Algunas, como la de los
panaderos (Jer. 37:21), recibían su nombre por la clase de negocios que había
en ellas. Una ciudad típica está ilustrada en la fig 306. Véase Aldea;
Fortificación; Puerta; Montículo 2; Muro.
En la Biblia y en este Diccionario se nombran las siguientes ciudades (véase
bajo cada nombre las explicaciones correspondientes; agréguese «Ciudad de/de
la/de las»): Adam, Amalec, Arba, Belén, David, Galaad, Hadadezer, Herez,
Jehová, Jerusalén, Jope, Licia, Moab, Nacor, Nahas, Quiriat-arba, Samaria,
Sefarvaim, Sehón, Siquem, Susa y Tiatira. Además se mencionan a continuación
de este artículo: Aguas, Palmeras y Sal.
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: CIUDAD
CIUDAD según la Biblia: Casi siempre las construían en el costado de una montaña o en una loma, donde el abastecimiento de agua era seguro. Las ciudades siempre tenían murallas, algunas de ellas de hasta 9 m. de espesor; a veces estaban protegidas por fosos y torres.
Casi siempre las construían en el costado de una montaña o en una loma, donde el abastecimiento de agua era seguro. Las ciudades siempre tenían murallas, algunas de ellas de hasta 9 m. de espesor; a veces estaban protegidas por fosos y torres.
Las puertas de las ciudades se cerraban por la noche (Jos. 2:5, 7). En el interior de la ciudad los rasgos más importantes eran: la torre o el castillo; el lugar alto, donde se ofrecían sacrificios y se celebraban fiestas;
la amplia plaza junto a la puerta de entrada de la ciudad que servía para el intercambio social en general; y las calles, simples callejones angostos, tortuosos, desempedrados, sucios y oscuros.