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Significado Bíblico de NABUCODONOSOR

Significado Bíblico de NABUCODONOSOR

Significado de Nabucodonosor

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(heb. Nebûkadneztstsar y Nebûkadretstsar, «que protege de las desgracias» [del
bab. Nabû-kudurri-utsur, «Que (el dios) Nabu proteja al hijo» o «Que Nabu
proteja la frontera»]; aram. Nebûkadnetstsar; en fuentes gr. se encuentra el
mismo intercambio entre la n y la r, Naboujodonósor y Nabokodrósoros).

Nombre de 2 reyes babilonios, del que sólo Nabucodonosor II, el 2º rey del
Imperio Neobabilónico (605-562 a.C.) desempeñó un papel en la historia bíblica.
Es particularmente conocido por su conquista de Jerusalén y por la
reconstrucción de Babilonia. Las muchas inscripciones de Nabucodonosor que se
han desenterrado durante el último siglo hablan casi exclusivamente de sus
actividades constructoras en Babilonia y otros lugares; sólo unos pocos de
ellos son textos que tratan de acontecimientos de su reinado. Hasta 1956,
virtualmente todo el conocimiento histórico acerca de Nabucodonosor provenía de
la Biblia y de Josefo, pero en ese año se descubrieron las tabletas de la
Crónica Babilónica que cubre los primeros 11 años de su reinado; pueden ser,
tal vez, el anticipo de otros textos históricos de los tiempos de
Nabucodonosor. Se lo menciona por 1ª vez en la Crónica como comandante de un
ejército separado, durante el 19º año de reinado de su padre Nabopolasar (607
a.C.; un texto astronómico establece más allá de toda duda la fecha a.C. de
estos años de reinado). Dos años más tarde, en la primavera (hemisferio norte)
del 605 a.C., Nabopolasar enfermó, quedó atrás y envió a Nabucodonosor a luchar
contra los egipcios, que se habían atrincherado en la fortificada ciudad de
Carquemis, en el Eufrates superior. En la batalla el joven príncipe heredero
los derrotó y destruyó Carquemis. Persiguió a los que huían hasta el distrito
de Hamat, y en una 2ª batalla los aplastó completamente; luego conquistó toda
la «tierra de Hati», es decir, Siria-Palestina. Véase Cronología (I, C).

372. Prisma de arcilla de Nabucodonosor que contiene una lista de sus oficiales
de la corte, algunos de los cuales son mencionados en el libro de Jeremías.

Debió haber sido en su marcha hacia el sur cuando aceptó la rendición de
Jerusalén y tomó rehenes judíos, entre quienes estaban Daniel y sus 3 amigos
(Dn. 1:1-4). Antes de llegar a la frontera de Egipto recibió la noticia de la
muerte de su padre el 8 de Abu (Ab; quizás el 15 de agosto del 605 a.C.), y se
apresuró a regresar para consolidar su posición en el trono. Josefo, que cita
el relato de Beroso, dice que regresó por la ruta corta a través del desierto,
dejando que sus generales lo siguieran con los prisioneros, incluyendo los
judíos. Al llegar a Babilonia tomó el trono sin oposición el 1º de Ululu
(Elul; aproximadamente el 7 de septiembre). Luego volvió a Siria para
organizar los territorios recién conquistados. De allí en adelante encontramos
a Nabucodonosor en Siria o Palestina casi cada año. Sin embargo, en el 601
a.C. sufrió una derrota o una semiderrota a manos de 822 los egipcios y, en
consecuencia, se quedó en su tierra el año siguiente (600 a.C.) para
reconstruir su menguado ejército. El creciente poderío egipcio, que lo
derrotó, fue probablemente la razón de que Joacim de Judá se arriesgara a
rehusar el pago del tributo anual a Babilonia (2 R. 24:1), en la creencia de
que el equilibrio del poder se había inclinado a favor de Egipto. En el 599/98
a.C. las fuerzas de Nabucodonosor volvieron a Siria-Palestina, pero se trabaron
en luchas contra tribus árabes. Al año siguiente volvió su atención hacia
Judá: Joacim había muerto antes de su llegada, y su hijo Joaquín estaba en el
trono. Tomó Jerusalén el 2 de Adar (aproximadamente el 16 de marzo) del 597
a.C., envió cautivo a Joaquín a Babilonia con 10.000 de los ciudadanos más
distinguidos (vs 8-16), entre los cuales estuvo el profeta Ezequiel (Ez. 1:1,
21, 33:21), y puso a Sedequías, tío de Joaquín, como rey de Judá. (2 R 24:17).
Cuando varios años más tarde el nuevo rey se rebeló, los babilonios regresaron
y tomaron la ciudad después de un sitio de más de 2 años, en el año 19º de
Nabucodonosor, o sea, el verano (hemisferio norte) del 586 a.C. Destruyeron
Jerusalén y el templo, y deportaron a Babilonia a la mayoría de la población
quedaba (2 R. 25:8-11). También destruyó la Tiro continental después de un
sitio de 13 años (Ez. 26:1-28:19). Una inscripción fragmentaria menciona una
campaña militar contra el faraón Amasis de Egipto, en el año 37º del reinado de
Nabucodonosor (Jer. 42:7-18; Ez. 29:17-21).

ESTATUA DEL SUEÑO DE NABUCODONOSOR

Dn. 1-4 describe la experiencia de Daniel bajo Nabucodonosor y cuenta cómo el
rey llegó a conocer la religión hebrea y al Dios verdadero. La dolencia mental
que afectó al monarca durante 7 años sólo se conoce por la Biblia (Dn. 4), ya
que los oficiales de la corte rara vez registraban esas desgracias. Sin
embargo, es posible que una tableta cuneiforme fragmentaria del Museo
Británico, publicada en 1975, se refiera a ella, porque dice del rey que «la
vida parecía no tener valor para» sí, que «no mostraba amor por su hijo y por
su hija», y que «la familia y el clan [ya] no existen» para él. Cuando murió
(562 a.C.), lo sucedió en el trono su hijo Amel-Marduk, el Evil-merodac de la
Biblia. Acerca de la extensa actividad constructora de Nabucodonosor en su
capital, véase Babilonia y la fig 297.

Bib.: D. J. Wiseman, Chronicles of Chaldaean Kings [Crónicas de los reyes
caldeos] (Londres, 1956); FJ-AA i.135-138; i.21; ANET 308; A. K. Grayson,
Babylonian Historical-Literary Texts [Textos histórico-literarios babilónicos]
(Toronto, 1975), pp 88-92. 823

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: NABUCODONOSOR

NABUCODONOSOR según la Biblia: (ac. «Nabu-kudurri-usur»: «¡Que Nebo defienda las fronteras!»).
Otra posible transcripción es Nabucodorosor. Hijo de Nabopolasar y rey de Babilonia.

(ac. «Nabu-kudurri-usur»: «¡Que Nebo defienda las fronteras!»).
Otra posible transcripción es Nabucodorosor. Hijo de Nabopolasar y rey de Babilonia. Su padre dirigió, con éxito, una rebelión de los caldeos contra Asiria, y fundó (en el año 625 a.C.) el Nuevo Imperio Babilónico.

Los Uman-mandá, aliados de Nabopolasar, se apoderaron de Nínive, la capital de Asiria, en el año 612. Los nuevos dominadores de los territorios asirios tuvieron en jaque, desde entonces, el poderío de Egipto. El faraón Necao II, entronizado en el año 609 a.C., invadió Palestina (2 R. 23:9; 2 Cr. 35:20), derrotando a Josías, rey de Judá, que se le quiso oponer, y dándole muerte en la batalla de Meguido (en el año 608).

Necao volvió de Egipto poco después con un gran ejército, con el fin de extender sus dominios más allá del Éufrates. Nabopolasar envió a su hijo, Nabucodonosor, a enfrentarse con los egipcios, que fueron aplastados (en el año 605 a.C.) en la batalla de Carquemis.

Nabucodonosor los rechazó hasta Egipto, y sometió a los países que fue atravesando (2 R. 24:7; Jer. 46:2), desde el Éufrates hasta el río de Egipto. Al enterarse de la muerte de su padre, dejó a sus generales para que terminaran la guerra en el oeste, y se apresuró a llegar a Babilonia, donde fue hecho rey en el año 605 a.C. (Contra Apión, 1:9).

Los escritores del AT, especialmente Jeremías y Ezequiel, contemporáneos suyos, mencionan a Nabucodonosor. El libro de Ezequiel da importantes enseñanzas acerca de su reinado. Las inscripciones en ladrillos, y los testimonios del historiador babilonio Beroso, sacerdote que vivió en el siglo III a.C., completan el cuadro documental.

Después de haber estado pagando tributo a Nabucodonosor durante tres años, Judá se rebeló contra él (2 R. 24:1). El rey de Babilonia volvió a la tierra de Judá, aplastó la revuelta, hizo encadenar al rey Joacim, ordenó deportar a Babilonia a su hijo Joaquín, el príncipe heredero, y estableció como regente a Sedequías, hermano de Joacim (2 Cr. 36:6, 10). (Véanse JOACIM, JOAQUÍN, SEDEQUÍAS).

Durante ocho años, Sedequías se mantuvo sumiso, pero en el año noveno, contando con la promesa de un ejército egipcio, se rebeló (Jer. 37:5). En el año 586, Nabucodonosor tomó Jerusalén, quemó el Templo, deportando a todos los notables del país (2 R. 24:25; 2 Cr. 36:5-21; Jer. 39; 52).

En esta época (586-573 a C) el rey de Babilonia asedió Tiro (Ez. 29:18; Contra Apión 1:21; Ant. 10:11, 1). En el año veintitrés de su reinado (582) combatió contra Coleosiria, Moab y Amón, deportando a muchos centenares de judíos (Jer. 52:30; Ant. 10:9, 7). En el año trigesimoséptimo de su reinado (alrededor del año 567), Nabucodonosor invadió Egipto (cfr. Ez. 29:19).

Es probable que Nabucodonosor emprendiera más expediciones, pero no se conocen documentos acerca de ello. Su política consistía en deportar a los vencidos, dispersándolos por las diversas regiones de su imperio. Disponiendo así de una numerosa mano de obra, efectuó obras importantes.

De las inscripciones del mismo Nabucodonosor se aprecia que él atribuía más importancia a sus construcciones que a sus victorias militares, que quedan relegadas a un segundo plano. En la inscripción de la Casa de la India se hallan las siguientes palabras de Nabucodonosor: «Desde el tiempo en que Merodac me creó para la soberanía, en que Nebo su verdadero hijo me confió sus súbditos, amo como a la vida misma la erección de su morada; y ninguna ciudad más gloriosa he hecho que Babilonia y Borsipa» (col. VII, líneas 26-32).

Entre otras de estas numerosas obras se pueden mencionar la gran muralla de Babilonia y el magnífico palacio real; restauró el gran templo de Marduk en Babilonia, el de Nebo en Borsipa, y un gran número de otros santuarios.

Se dice que hizo los jardines colgantes de Babilonia para la reina Amitis, su esposa procedente de Media, que tenía añoranza en la llanura de Babilonia por las montañas de su país (Contra Apión 1:9; Ant. 10:11,1). Se dice que él construyó, cerca de Sipara, para la irrigación, un inmenso lago artificial que medía más de 225 Km. de perímetro y 55 m. de profundidad.

Hizo una red de canales que cubrían todo el país, construyendo muelles y espigones en el golfo Pérsico. Todo ello coadyuvó a que el orgullo le dominara, por lo que fue castigado, cayendo víctima de licantropía (desorden mental en el que el afectado se imagina que es un animal).

Nabucodonosor estuvo «siete tiempos» privado de la razón, comiendo hierba como un buey (Dn. 4). Después recobró la razón; habiendo reinado más de 43 años, murió el año 562 a.C. Le sucedió su hijo Evil-merodac.
Nabucodonosor y la arqueología.

La Babilonia de Nabucodonosor ha sido objeto de sistemáticas excavaciones llevadas a cabo desde 1899 a 1917 por Robert Koldowey y la Deutsche Orientgesellschaft (cfr. Koldowey, «Das Wiedererstehende Babylon», 4ª ed., 1925).

En estas excavaciones, que hasta la fecha han sido las únicas con una metodología verdaderamente científica, se descubrió la imponente puerta de Ishtar, que franqueaba el paso de la doble muralla; estaba adornada con ladrillos esmaltados que representaban toda una serie de toros y de dragones (cfr. R. Koldowey, «Das IschtarTor in Babylon», 1918).

La sala del trono de Nabucodonosor estaba igualmente decorada con magníficas cenefas geométricas sobre ladrillos esmaltados. El mismo zigurat del rey se hallaba en el recinto del templo. Según Herodoto, tenía ocho pisos, pero sólo queda el primero.

Así, la arqueología nos ilustra perfectamente la Babilonia descrita por la Palabra de Dios, y, junto con las inscripciones, nos documenta el carácter de aquel Nabucodonosor que dijo, en un arranque de soberbia; «¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?»

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: NABUCODONOSOR