Significado Bíblico de NICODEMO
Significado de Nicodemo
Ver Concordancia
(gr. Nikódmos, «victorioso [conquistador] sobre el [del] pueblo»; heb.
Naqdêmôn; el nombre aparece con frecuencia entre gr. y judíos).
Fariseo, miembro del Sanedrín, que visitó a Jesús de noche para analizar sus
enseñanzas (Jn. 3:1-21). Escogió las horas nocturnas por temor a que si lo
vieran sus colegas fariseos lo ridiculizaran, entre quienes Jesús decididamente
no contaba con simpatías. Aunque era un maestro en Israel y había estado
interesado en el mensaje de Cristo, ignoraba algunos principios elementales del
reino de Dios como los predicaba Jesús. Sin embargo, la entrevista debió
haberle hecho una profunda impresión. Aunque no llegó a ser un discípulo de
Jesús, la semilla sembrada aquella noche llevó frutos con el transcurso del
tiempo. Unos pocos meses antes de la crucifixión, cuando los miembros del
Sanedrín, en una de sus reuniones, denunció a Jesús como un impostor, Nicodemo
levantó su voz en defensa de él, preguntando si era permitido que se condenara
a un hombre antes de haberlo escuchado (Jn. 7:50-52). Después de la muerte de
Cristo en la cruz, echó su suerte del lado del menospreciado maestro de
Nazaret.
Junto con José de Arimatea, otro miembro del Sanedrín, tomaron el cuerpo del
Maestro y le dieron una sepultura decente, aunque temporaria (19:39-42). La
leyenda cristiana lo hace autor de la obra apócrifa de un período tardío: Los
Hechos de Pilato.
Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: NICODEMO
NICODEMO según la Biblia: (gr. «victorioso con el pueblo»).
Fariseo, miembro del sanedrín.
Los milagros de Jesús lo convencieron de que el «nazareno» era un enviado de Dios. Nicodemo fue a encontrarse con Jesús de noche para no ser visto, o porque la hora le fuera favorable.
(gr. «victorioso con el pueblo»).
Fariseo, miembro del sanedrín.
Los milagros de Jesús lo convencieron de que el «nazareno» era un enviado de Dios. Nicodemo fue a encontrarse con Jesús de noche para no ser visto, o porque la hora le fuera favorable.
Jesús le explicó qué es el «nuevo nacimiento»; le manifestó que Dios, en Su amor, había dado Su Hijo unigénito, con el fin de que todo aquel que crea en Él tenga la vida eterna (Jn. 3:1-21).
Cuando los miembros del sanedrín acusaron a Jesús de impostor, Nicodemo les pidió si la Ley les autorizaba a condenar a alguien antes de haberle escuchado (Jn. 7:50-52).
Finalmente, este doctor de la Ley contribuyó alrededor de cien libras romanas de una composición de mirra y de áloes para el embalsamamiento del cadáver de Jesús (Jn. 19:39).