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Significado Bíblico de PALACIO

Significado Bíblico de PALACIO

Significado de Palacio

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(heb. y aram. hêkâl, en principio «templo», pero se aplica al palacio; bîrâh,
«fortaleza», «palacio»; ugar. hkl, un extranjerismo a través del ac. ekallum
procedente del sum. EGAL, «casa grande»; gr. aule, «patio» o «palacio;
praitorion).

Residencia de un rey y de su corte, incluyendo su familia. Los palacios
antiguos generalmente tenían cámaras privadas (que albergaban el harén e
incluían las habitaciones para el rey), edificios públicos (que contaban con la
sala del trono, en el que se celebraban las audiencias o se recibían a los
embajadores extranjeros), y un recinto en el que el rey aparecía en público
para juzgar u observar los desfiles. Generalmente había también una tesorería
y un depósito de armas, y algunos de ellos tenían una sala para banquetes.
Eran estructuras sencillas, tipo fortaleza, de dimensiones modestas como el
palacio de Saúl; o la aparentemente más compleja «casa de cedro» del rey David
en Jerusalén (2 S. 7:1, 2; que habría sido la ciudadela de los jebuseos [5:9]);
o estructuras más elaboradas como las del rey Salomón (1 R. 7:1). Véanse Gabaa
2; Pretorio.

391. Vista aérea del gran palacio de Zimri-Lim en Mari.

392. Recontrucción artística del palacio del rey Sargón II en Khorsabad.

Aunque la Biblia no nos proporciona los planos ni la apariencia general o las
funciones de los edificios del palacio de Salomón (1 R. 7:1-9), las evidencias
arqueológicas obtenidas de muchas ruinas palaciegas nos ayudan a
reconstruirlos, hasta cierto punto. De este modo, se puede identificar con
certeza razonable el propósito de varias unidades de su palacio. Por causa de
sus numerosas esposas y concubinas (1 R. 11:1-3) habrá tenido un gran edificio
para el harén. Además, construyó un palacio 882 separado para la más honrada
de sus esposas, la princesa egipcia (7:8). Este debió haber estado junto a sus
habitaciones privadas, que probablemente estuvieron detrás de la «Sala del
juicio», una estructura de la que no se registran detalles, excepto que había
sido terminada en cedro (vs 7, 8). La «Sala de las columnas» habría sido el
recinto del trono; allí se recibían a los embajadores y se realizaban otros
actos importantes. Medía unos 50 x 30 codos (25 x 15 m, aproximadamente), y
tenía un vestíbulo de columnas con un dosel por delante (v 6). La «casa del
bosque del Líbano», así llamada por sus 45 columnas de cedro, probablemente era
la sala de armas y la tesorería (10:17, 21). Era un edificio grande, pues
medía 50 x 100 codos (aproximadamente 25 x 50 m). No es seguro si había 3
hileras de 15 columnas en 3 filas paralelas, o estaban frente a 3 paredes
alrededor de un patio abierto (7:2-5). Tampoco es claro dónde estaba el trono,
exquisitamente adornado (10:18-20). Como la «casa del bosque del Libano» se
menciona antes y después de la descripción del trono (vs 17, 21), algunos
comentadores han pensado que se hallaba en este edificio, mientras que otros lo
ubican en la «Sala del juicio» y la «Sala de las columnas». Las 3 últimas
estructuras mencionadas, como eran edificios públicos, quizás estaban agrupadas
al rededor de un patio cuadrangular, y todo ello encerrado por un muro que lo
separaba de los aposentos reales y del complejo del templo. Una puerta
conectaba el palacio con el área del templo (2 Cr. 23:14, 15; 2 R. 11:6, 13,
15, 16). Las excavaciones de las ciudades reales generalmente revelan sólo los
cimientos de los antiguos palacios. Esto ocurrió en Nínive, Khorsabad, Cala,
Mari y Babilonia, en Mesopotamia; en Tebas y Amarna, en Egipto; y en Boghazöy,
una ciudad real de los hititas. La única excepción son los de Persépolis,
donde muchos marcos de puertas y ventanas aún están en pie.

Otros términos traducidos como «palacio» son el heb. bêth hamelek, «casa del
rey» o «palacio real»; *armôn, «ciudadela», «castillo» o «palacio» (se refiere
tanto a una sección fortificada del palacio real [1 R. 16:18; 1 2 R. 15:25],
como también a Sion [Sal. 48:3, 13]); bâyith, «casa»; harmôn, «palacio» (Am.
4:3); tîrâh, «campamento» o «recinto reservado» para los jefes y príncipes;
appeden (del antiguo persa apadana), «tiendas palaciegas»; bîthân, de origen
oscuro pero que equivale y es traducido como «palacio».

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: PALACIO

PALACIO según la Biblia: David ocupaba una residencia real en Jerusalén (2 S. 5:9; 7:1, 2), pero el primer gran palacio en esta ciudad fue el construido por Salomón (1 R. 7:1-12).

David ocupaba una residencia real en Jerusalén (2 S. 5:9; 7:1, 2), pero el primer gran palacio en esta ciudad fue el construido por Salomón (1 R. 7:1-12). Su construcción duró trece años, en tanto que la del Templo se llevó a cabo en siete años (1 R. 6:38; 7:1).

«La casa del bosque del Líbano» (1 R. 7:2-5) era una de las partes del conjunto, y recibía este nombre a causa de sus numerosas columnas de cedro. Medía cien codos de longitud (alrededor de 46 m.), cincuenta codos de anchura y treinta codos de altura; sus muros eran de piedra sólida.

En el interior de esta casa se levantaban cuatro hileras de columnas de cedro; es posible que cada hilera formara una pared. Había un patio interior delimitado por columnas que tenía algo más de ochenta codos de longitud y alrededor de treinta de anchura.

Es posible también que las columnas hubieran estado dispuestas en dos dobles hileras en sentido longitudinal con respecto al cuerpo del edificio, dejando un patio central. Salían unas vigas de las columnas a las paredes, sosteniendo tres pisos de estancias, y que miraban sobre el patio interior.

La casa del bosque del Líbano servía a la vez de arsenal y de tesorería (1 R. 10:17, 21; Is. 22:8), y puede ser que también para otros fines. El conjunto del gran palacio tenía un «pórtico de columnas» (1 R. 7:6), que servía de antesala, y que medía cincuenta codos por treinta.

Había una escalinata y un pórtico que le precedían. Es posible que se tratara de la entrada principal del palacio. A continuación venía el «pórtico del trono» (1 R. 7:7),

La sala en la que el rey aplicaba justicia, abierta en su parte anterior; esta sala estaba probablemente cerrada en los otros tres lados por sólidos muros con puertas, pero no ventanas. Allí se hallaba el gran trono de marfil, recubierto de oro puro (1 R. 10:18-20).

La casa del bosque del Líbano, la sala del trono, el pórtico de columnas, se hallaban posiblemente dispuestas por encima de un patio rectangular. Detrás de la sala de justicia y del trono se hallaban las estancias privadas del rey; es posible que su entrada principal fuera por esta misma sala.

El rey pronunciaba, así, los juicios y concedía sus audiencias a la puerta de su palacio. Este patio real, adornado de flores y de fuentes, estaba rodeado de un a modo de claustro.

Según Josefo, la casa de la hija de Faraón (1 R. 7:8) estaba muy cercana a la sala del trono (Ant. 8:5, 2).
Estos diversos edificios constituían el palacio de Salomón, cuyo estilo recordaba el de las mansiones principescas del Asia occidental.

Las excavaciones arqueológicas han revelado las ruinas de residencias reales asirias, babilónicas y persas, datando de esta época. El libro de Ester contiene alusiones al palacio del rey de Persia en Susa (Est. 1:5, 6, 9; 2:3, 14; 5:1, 2; 7:7). Estos pasajes nos permiten concebir algo de la elegancia y belleza del palacio de Salomón.

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: PALACIO