CELOS, CELOSO

En la Escritura el término se refiere a la emoción que surge cuando se infringe o se niega el derecho a la posesión exclusiva. Describe la actitud de Dios hacia la violación de su derecho al servicio y adoración exclusiva de su pueblo. Dios es un Dios celoso (Ex. 20:5); su nombre es Celoso (Ex. 34:14); y es muy celoso de su santo nombre (Ez. 39:25) y también por el bien y bienestar de su santa ciudad (Zac. 1:14). Pablo habla de celos buenos (2 Co. 11:2) y también de los celos levantados o excitados en los judíos con el llamamiento de los gentiles (Ro. 10:19, que apela a Dt. 32:21). Defendiendo su conducta, Elías ruega, «He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos» (1 R. 19:10). Los celos también describen la actitud del esposo hacia la esposa de quien se sospecha infidelidad (Nm. 5:14–30; Pr. 6:34; Salmos de Salomón 8:6). La palabra «celos» se relaciona etimológicamente con las palabras griega y hebrea correspondientes.

Oswald T. Allis

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (102). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología