Escupir en la cara indicaba un insulto grosero (Num 12:14; Deu 25:9). Dejar caer la saliva sobre la barba hacía que uno pareciera tonto o aun demente (1Sa 21:13).
Jesús usó saliva para curar ojos ciegos en Betsaida (Mar 8:13) y en Decápolis escupió sobre una lengua muda (Mar 7:33). Durante su juicio, insultaron a Jesús escupiéndole (Mat 26:67; Mar 14:15).
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano